DANIEL HERRERA LUSSICH
En WASHINGTON
CORRESPONSAL PERMANENTE
Jerarquías de la Casa Blanca sostienen que, en seis meses, quedaría aprobada una ley que permitiría controlar el sistema vinculado a lecturas de mensajes electrónicos, conversaciones de celulares y todo lo que abarca la "web".
Era uno de los blancos preferidos de la oposición y de los que "mantenían frías relaciones desde el exterior con la Casa Blanca". Fueron muy duros los ataques contra el entonces presidente George W. Bush y los Servicios de Inteligencia que constantemente "intervenían teléfonos, mensajes y correos electrónicos de particulares sin pasar por la previa autorización judicial".
Se decía, especialmente después de los atentados extremistas del 11 de septiembre contra las Torres Gemelas y el Pentágono, que en el gigantesco territorio de Estados Unidos nadie quedaba a salvo de que registraran sus mensajes o grabaran conversaciones. Luego, cuando asumió el actual gobierno, se impusieron controles legales. Pero los trascendidos, de allegados a fuentes oficiales, indican que disminuyeron notoriamente "las vigilancias clandestinas" y los "filtro o espionaje" en Internet, mensajes y teléfonos, pero que no todos los controles se cumplen a fondo. Y las críticas que llovían en los comentarios callejeros, en las tribunas políticas y en el Congreso, fundamentalmente sobre el manejo libre de la Administración Bush bajo la acusación que violaba el derecho a la privacidad y la intimidad de las personas, vuelven hoy a repetirse.
En los últimos días trascendió que ocupa lugar prioritario en la agenda del Parlamento un proyecto de ley que abriría obligatoriamente las puertas para que los operadores de Internet permitan a los Servicios de Inteligencia el acceso y lectura, sin limitaciones, de mensajes de chat, correos electrónicos e intervenir conversaciones, teléfonos celulares y obviamente la red fija telefónica.
La iniciativa, publicitada ha-ce escasas horas por influyentes medios de prensa estadounidenses, anuncia la medida sin abundar en detalles sobre el contenido del proyecto, aunque ya se descargan las primeras objeciones.
Señala los comentarios y alguna objeción legislativa, tanto de demócratas como de republicanos, máxime ante las cercanías de las elecciones de "medio término", el 2 de noviembre, para renovar totalmente diputados y un tercio del senado.
La idea obligaría a todas las compañías de comunicación que cumplen actividades en estos rubros a instalar un mecanismo que permitan a las autoridades americanas ingresar a las conversaciones en los chat y en las redes sociales. La ley extendería la obligatoriedad a las empresas extranjeras que tendrían que instalar una filial en suelo estadounidense. No se deja de lado a los proveedores de correos electrónicos cifrados y a los servicios de comunicación directa.
Las jerarquías de Seguridad y de los servicios de inteligencia consideran fundamental la aprobación del proyecto de ley. Sostienen que es una decisión imprescindible, ya que las normas vigentes en lo referente a las escuchas de sospechosos de terrorismo no se han adaptado todavía a las realidades tecnológicas.
Los gestores del hasta ahora informe insisten en la necesidad de apurar su aprobación ante los caminos cada día más complejos que aplica el terrorismo y el crimen organizado para comunicarse y planificar sus atentados.
El proyecto de ley será analizado en los comienzos del próximo año por el Congreso, aseguran autoridades, aunque se escuchan y leen fuertes críticas de grupos defensores del derecho a la privacidad y el secreto de información.