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EDUARDO DELGADO

El gobierno suspendió el lanzamiento del Plan Nacional contra el Racismo y la Discriminación, por cuestionamientos de organizaciones afro -que sostienen que hubo un "saqueo" al plan original y "desvío de fondos"-, que rechazaron de plano.

Para ayer martes, la Presidencia había anunciado el lanzamiento de este plan. Sin embargo, el director de Derechos Humanos del Ministerio de Educación y Cultura, Javier Miranda, y el director de Políticas Sociales del Ministerio de Desarrollo Social, Andrés Scagliola, abrieron el acto anunciando la suspensión de la presentación.

Ante el público presente en la sala de conferencias de la Torre Ejecutiva, ambos jerarcas dijeron sentirse agraviados por los comentarios en medios de prensa de militantes de organizaciones de afrodescendientes respecto al plan y anunciaron que abren un espacio de "reflexión y diálogo". Luego Miranda aclaró que, más allá de ese espacio, el plan está aprobado y no tendrá cambios.

El grupo Asamblea Afrodescendiente no se amedrentó y algunos de sus miembros desplegaron en la sala una pancarta con el mensaje: "Las desigualdades raciales persisten, el Estado es cómplice".

La organización sostiene que un fondo de 118.400 euros aprobados por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo de políticas destinadas a la población afrodescendiente fue redistribuido para varias políticas que incluyen un "componente afrodescendiente". Por otra parte, señalaron que los afrodescendientes fueron dejados al margen del proyecto.

Orlando Rivero -quien fue el vocero del grupo-, sostuvo que hubo intención política de dejar a los afrodescendientes afuera de la ejecución de este plan. "No se nos reconoció que tenemos capacidad técnica y política para participar", dijo. Agregó que los objetivos políticos y técnicos del Plan Nacional de Oportunidades y Derechos de la Ciudadanía Afrouruguaya aprobado en julio de 2009 fueron modificados y eso obligó a manifestarse ayer.

"De un plan para la participación de los afrodescendientes se pasó a la búsqueda de un plan de investigación", dijo.

El dirigente social manifestó sorpresa por la reacción de las autoridades ante la protesta y se preguntó si fue porque esta vez hubo una reacción de organizaciones afro a lo que el gobierno no está acostumbrado.

Miranda sostuvo que el plan requiere los máximos consensos, lo que no se puede concretar en el "clima inestable" que se generó tras la publicación de notas en que organizaciones afro cuestionaron la iniciativa en el semanario Brecha y la revista Caras y Caretas, medios a los que criticó por no haberlo consultado.

El jerarca manifestó su "desagrado y rechazo" por "declaraciones ofensivas" referidas a él. Consideró "agraviante" que se mencione que la dirección de Derechos Humanos está "haciendo racismo, discriminando". Lamentó que quienes dijeron esto no fueron a hablar con él. "Este clima hace imposible comprometer a la Agencia Española", agregó.

En tanto, Scagliola reconoció que en Uruguay hay racismo y discriminación, subrayó que el gobierno trabaja contra ello y que él es partidario de acciones afirmativas para la población afro. Señaló que la protesta es legítima y se respeta, pero también pidió ser respetado. "Que se me tache de racista me duele profundamente", dijo.

Scagliola y Miranda destacaron que el dinero donado por España será enteramente destinado al "componente afrodescendiente", pero que no se puede disociar la discriminación racial de otras y por ello es parte de un programa más amplio.

El senador colorado y ex ministro de Salud Pública, Alfredo Solari, presente en la sala, ofreció la mediación del Senado para acercar a las partes.