CAROLINA BELLOCQ

La decisión del gobierno uruguayo de acompañar el consenso en torno a la candidatura de Kirchner a la secretaría general de la Unasur es el reflejo de una apuesta de los latinoamericanos de respaldar a Brasil como potencia regional y mundial.

La Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) nació con otro nombre. El 8 de diciembre de 2004, en Cuzco, Perú, los mandatarios de la región crearon la Comunidad Sudamericana, un conglomerado que pretendía lograr un objetivo siempre dificultoso para sus socios: acordar políticas comunes y ponerlas en práctica.

A grandes rasgos, la idea del ex presidente brasileño Fernando Henrique Cardozo se propone integrar la política, energía, economía y hasta el medio ambiente de toda América del Sur.

El modelo intenta parecerse al sistema de integración europeo. De hecho, su nombre -acuñado por los presidentes en 2007 en la Isla Margarita- se asemeja al de la Unión Europea o la Unión Africana. "Pero este desarrollo se hizo manteniendo un bajo nivel de institucionalización y esta es una diferencia esencial con los dos casos mencionados", explicó a El País Rosendo Fraga, director del Centro de Estudios argentino Unión para la Nueva Mayoría.

"Es así como han pasado más de cinco años del inicio de esta Unión y sólo cuatro de los doce países miembros han ratificado en sus respectivos parlamentos la pertenencia a Unasur. Curiosamente, no lo han hecho Brasil, gestor de la iniciativa, ni Argentina, que desde hace más de dos años venía pretendiendo ocupar la secretaría general", prosiguió Fraga.

Otra "curiosidad" es la de su presidencia pro témpore, que el día que se firmó el Tratado Constitutivo de Unasur se otorgó a la chilena Michelle Bachelet, a pesar de la aclaración del mismo Tratado de que ese cargo "será ejercido sucesivamente por cada uno de los Estados Miembros, en orden alfabético, por períodos anuales". La lista empezó con la "C" de Chile, se salteó a Colombia y continuó con Ecuador.

Finalmente, se dilató la designación de su secretario general, que fue resuelta este martes 4 de mayo en Buenos Aires.

"BUENA VECINDAD". Para explicar el polémico apoyo de Uruguay a la candidatura del ex presidente argentino Néstor Kirchner, el canciller Luis Almagro usó una frase de su antecesor nacionalista Sergio Abreu: fue un gesto de "buena vecindad", dijo esta semana a radio Carve.

"Se están transitando otros caminos", explicó Almagro. "Nosotros queríamos seguir evolucionando a través de algunos gestos positivos que iniciaron en la otra orilla, como el dragado del canal Martín García, el gas de Bolivia, etc.", afirmó.

Algo similar planteó el senador Enrique Rubio, que aseguró que "Uruguay mira al conjunto de su relación y busca una posición estratégica", antes de aclarar que "con esta decisión, Uruguay descomprime la relación con Argentina y fortalece su vínculo con Brasil". El eje del asunto.

INSTRUMENTO. "En algún sentido, la Unasur es una expresión del poder brasileño en la medida en que busca una forma de coordinación que se asemeja a lo que es la Unión Europea para Alemania", explicó a El País Sergio Berensztein, doctor en Ciencia Política por la Universidad de North Carolina in Chapel Hill y director de la consultoría política de la argentina Poliarquía Consultores. Para el analista, la Unasur "es una manera de ratificar o construir el rol regional de Brasil como potencia en el subcontinente".

"Brasil es la mitad de los doce países de América del Sur en territorio, PBI y población y esta iniciativa le permite presentarse ante el mundo encabezando un espacio geográfico y un bloque de países que duplica su magnitud, frente a las otras potencias BRIC, Rusia, China e India, que son países-continente", destacó, por su parte, el director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría Rosendo Fraga.

Según Sergio Berensztein, la elección de Néstor Kirchner como secretario general del bloque es un ejemplo de este rol preponderante que Brasil ocupa en la región y de la imagen que quiere dar al mundo.

"Con este nombramiento, Brasil encuentra un mecanismo muy inteligente para eliminar un obstáculo ya que, si hay alguien que podría ser un problema en Unasur, es Kirchner", informó Berensztein.

"La segunda cuestión es que, con la designación de Kirchner, Brasil también envía un mensaje a Estados Unidos, que, junto con las demás potencias, ve a Argentina como a un país que pude compensar el poder de Brasil. Aunque en los hechos esto no sea así, al poner a Kirchner como secretario se elimina este elemento de `Argentina como compensación`: Kirchner pasa a ser, en algún sentido, un empleado del presidente brasileño Lula", opinó el analista.

MERCOSUR. "Unasur todavía es una organización regional que está en proceso de conformación y sus funciones son, en algún sentido, bastante potenciales. Son parecidas a las de la OEA pero muy distintas a las de la ALADI o el Mercosur, que en general son más económicas y no mecanismos de coordinación política", explicó Sergio Berensztein.

Para algunos, el Mercosur y la CAN se presentan como organizaciones casi idénticas a la Unasur, aunque los expertos señalan que el cariz fundamentalmente económico de las primeras es el principal diferenciador entre los dos modelos de integración regional.

"El Mercosur está basado, no sólo en una voluntad política de trabajar juntos de los países miembros -que se mantiene a pesar de las muchas dificultades que se han planteado-, pero sobre todo en un pilar fundamental para la integración productiva conjunta, cual es el de las preferencias comerciales pactadas", explica en su escrito "¿En que se diferenciaría Unasur de un Mercosur ampliado?" Félix Peña, miembro del Comité Ejecutivo del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales.

Por otra parte, señala el experto, "el Mercosur es una realidad asentada en compromisos jurídicos ya asumidos por sus países miembros", algo que no sucede en el nuevo bloque, que aún debe ser ratificado por 9 de sus 12 miembros.

Las diferencias entre los dos bloques por el momento son patentes, aunque Fraga destacó algo cierto: "El Mercosur pareció ir perdiendo prioridad relativa para la diplomacia regional brasileña".

"Las recientes declaraciones del candidato opositor brasileño, José Serra, proponiendo transformarlo en una suerte de zona de libre comercio de toda América del Sur, en los hechos podrían convertirlo en una suerte de versión económica de Unasur", dijo a El País.

El diputado Rubén Martínez Huelmo, presidente de la Comisión de Asuntos Internacionales de Diputados, dijo a El País que "esta semana o la siguiente" presentará ante la Comisión el informe para la ratificación de Uruguay de Unasur. El texto se tratará luego en Diputados, pues ya tiene el aval de Senadores. "Confío en que, a más tardar, en junio o julio esté pronto para mandar a la Cámara", adelantó Martínez Huelmo.