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Chile giró con Piñera hacia la derecha

El cambio tras Bachelet. Frei pierde por apenas cuatro puntos | Falta de mayorías parlamentarias ponen en peligro la gobernabilidad | El cambio se da tras 20 años de hegemonía de la Concertación

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SANTIAGO | AP, AFP Y ANSA

El multimillonario Sebastián Piñera triunfó ayer en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de Chile. Lo hizo al obtener el 51,6% de los votos válidos, frente al 48,4 del candidato oficialista Eduardo Frei.

"Los problemas que enfrentamos hoy día son muy grandes y desafiantes, y necesitamos unidad", le dijo Piñera a Frei en un encuentro, al que participaron sus respectivas familias, tras conocerse los resultados.

El presidente electo agregó que: "para tener un buen país necesitamos no sólo un buen gobierno sino una buena oposición. Estoy seguro de que vamos a tener una oposición leal, constructiva, que va a fiscalizar con rigor, como corresponde, pero que va a tener un espíritu constructivo".

En tanto, Frei pidió que "prevalezca el diálogo, la búsqueda de acuerdos y se mantengan las conquistas sociales que tanto nos ha costado recuperar y que se han transformado en un símbolo de nuestra relación con el mundo", añadió.

Anunció, además, que desde la oposición se actuará "poniendo el interés de Chile y el interés común de la nación, serenos guardianes de la libertad y de todas aquellas conquistas sociales".

"El país hoy día quiere un cambio, ha virado hacia la derecha, y a nosotros nos queda desearle lo mejor al próximo gobierno", dijo Pérez Yoma, en declaraciones a la prensa desde La Moneda.

En la primera reacción del comando de Piñera, su vocero, Rodrigo Hinzpeter, señaló que "estamos muy contentos, muy satisfechos", y comprometió al nuevo gobierno a un trabajo para un Chile "más justo y más alegre".

Con la victoria de Piñera -un empresario millonario de 60 años- la derecha vuelve al poder en Chile por primera vez desde el final de la dictadura de Augusto Pinochet en 1990 y concreta su primer triunfo en las urnas desde 1958 cuando ganó Jorge Alessandri.

Además significa el fin de 20 años en el poder de la Concertación Democrática, la coalición de cuatro partidos de centro izquierda.

Juan Carlos Latorre, presidente de la Democracia Cristiana -uno de los cuatro partidos- también reconoció la victoria de Piñera.

De manera paradójica la derrota de la Concertación se da cuando la presidenta en ejercicio, Michelle Bachelet, tiene una popularidad del 80%, que no pudo endosarle a su candidato, el ex presidente Frei, quien gobernó el país entre 1994 y 2000.

Los chilenos elegían sobre la continuidad propugnada por Frei, o el cambio que pretende Piñera. "Es bueno el cambio para Chile: es como abrir la ventana para que entre el aire fresco", dijo ayer Piñera. E insistió: "Es bueno un cambio tras 20 años, vamos a hacer las cosas mucho mejor".

Piñera, quien había sido derrotado hace cuatro años por la actual presidenta, logró dar a la derecha un aire nuevo, alejándolo de esa cercanía con la dictadura de Pinochet, que tanto acompañó a esa tendencia política y que le llevó a cuatro derrotas electorales consecutivas.

De cualquier manera, Piñera anunció que no descartará llevar a su gobierno a funcionarios que trabajaron en la dictadura militar.

"La verdad es que el hecho de haber trabajado para un gobierno, incluyendo el gobierno militar, no es pecado, ni es delito; lo que es pecado son los que cometieron delitos, por ejemplo los que atropellaron los derechos humanos", dijo en una entrevista reciente.

Las preocupaciones que se generan entorno suyo se refieren a que sus intereses económicos -muchos de ellos en sectores estratégicos como la aeronáutica o la televisión- generen incompatibilidades para desenvolverse en su cargo presidencial.

Una jornada de cambio. En total de 8,28 millones de ciudadanos estaban habilitados para sufragar en la segunda vuelta, entre el derechista Piñera y el oficialista Frei.

En todo el país no se registró ningún tipo de incidente, según un informe entregado por el subsecretario del ministerio del Interior, Patricio Rosende.

El funcionario agregó que a las nueve de la mañana se encontraban constituidas el 97,8% de las 34.348 mesas de votación de todo el país.

"Chile se encuentra en completa normalidad", informó Rosende. La constitución de las mesas se inició a las 7 de la mañana y debieron estar abiertas durante al menos nueve horas.

La afluencia de votantes, sin embargo, era lenta y en la mayoría de ellos la concurrencia era escasa. No se veían largas filas como suele ocurrir en horas de la tarde.

Los dos candidatos presidenciales que sortearon la primera vuelta del 13 de diciembre iniciaron también temprano sus actividades.

El candidato derechista, ahora presidente electo, comenzó con una actividad deportiva, montando bicicleta con sus dos hijos varones y un yerno. Posteriormente, acompañado de su familia, acudió a votar en un colegio céntrico.

En ese lugar Piñera mostró su voto a las cámaras y su dedo pulgar entintado. Luego saludó a cada uno de los integrantes de la mesa receptora -uno de ellos vestía una camiseta con el rostro del Che Guevara-.

Luego, en medio de gritos de adherentes y de algunos detractores declaró: "Quiero decirle a todos los chilenos y chilenas: arriba los corazones, porque vienen tiempos mejores para Chile".

A la misma hora, la presidenta Bachelet sufragó en medio de vítores en un establecimiento en la zona alta de Santiago. La mandataria destacó la tranquilidad del proceso.

Más tarde, en la ciudad de La Unión, a 890 kilómetros al Sur, concurrió a votar el candidato oficialista, quien es senador por esa región.

El ex mandatario demócrata cristiano, estuvo acompañado también de su esposa. En medio de un tumulto de centenares de partidarios, este llamó a los chilenos a votar "con el corazón y también con la razón", porque si lo respaldan y es electo "Chile va a ser un país para todos y no para algunos".

Frei aludió también a los cambios que su contrincante dice representar, y señaló que representa a los que gobernaron en la pasada dictadura del general Pinochet.

Piñera: "Es bueno el cambio para Chile: es como abrir la ventana para que entre aire".

Frei: "Espero que prevalezca el diálogo (...) y se mantengan las conquistas sociales".

La gobernabilidad será un problema

Santiago | Dificultades políticas por carecer de una mayoría parlamentaria, pero un alentador panorama económico tendrá el nuevo presidente. En el Congreso elegido el 13 de diciembre junto con la primera vuelta presidencial ninguno de los dos bloques logró la mayoría y dependerán del apoyo circunstancial de unos pocos independientes para alcanzar mayorías necesarias para la aprobación de las iniciativas legislativas.

"El nuevo Presidente tendrá que continuar con la política de los acuerdos como ha sido hasta ahora. Creo que se va a encontrar con un Congreso en que ninguna de las fuerzas es mayoría y, por lo tanto, va a estar obligado a negociar", comentó Claudio Fuentes, licenciado en ciencias políticas de la Universidad Diego Portales.

Aunque el oficialismo mantuvo leves mayoría hasta hace dos años en ambas cámaras estuvo obligado a negociar con la oposición e incluso a compartir las presidencias del Senado y Cámara Baja, sobre todo en proyectos que, según la Constitución heredada de la dictadura de Augusto Pinochet, requieren alto quórum de aprobación.

En el Senado el oficialismo quedó con 19 senadores contra 17 derechistas y 2 independientes. En Diputados la coalición actual en el poder contará con 54 legisladores contra 58 derechistas. El desequilibro lo aportarán los 3 comunistas, 3 ex demócratas cristianos oficialistas y 2 independientes.

En el terreno económico el camino a recorrer por el nuevo gobernante chileno parece auspicioso. El país se está recuperando de la recesión en que por un año lo sumió la crisis internacional. Y el principal generador de recursos, el cobre, registra altos niveles de precios, gracias a lo cual se cuenta con un fondo de 12.000 millones de dólares creado por el gobierno de Bachelet. AP

Un hombre rico en la moneda

El derechista Sebastián Piñera, un empresario millonario de 60 años que cuenta con un helicóptero, canal de televisión y un club de fútbol, al que se consideraba como frío y poco afectuoso, alcanzó esa meta que tanto se le resistía: la presidencia de Chile. Piñera, ya había intentado llegar a la presidencia en 2006 -cuando fue derrotado por Bachelet-. Pero ahora vio coronado su esfuerzo tras una campaña en que buscó desmarcarse de la derecha cercana a la dictadura de Augusto Pinochet, y más bien logró imponer su mensaje de cambio y de futuro. Sus aliados lo consideran una persona hábil en los negocios, aunque sus adversarios dicen que es calculador e indolente, tanto que en la campaña surgió el apelativo de Sebastián "Piraña". Como empresario, logró amasar una fortuna de 1.200 millones de dólares, con intereses, en casi todas las áreas de la economía chilena.

Esto llevó a la presidenta Bachelet a criticarlo, por considerar que el interés público se lesiona cuando una persona tiene intereses en los negocios y en la política. Accionista mayoritario de la aerolínea LAN, propietario del popular club Colo Colo y dueño del canal Chilevisión, entre otras propiedades, se hizo acreedor al apelativo de "el Berlusconi chileno". Para acallar críticas, Piñera delegó en abril de 2009 la administración de gran parte de su fortuna en una figura de fideicomiso ciego, donde no interviene en las decisiones de negocios. No obstante, mantiene su propiedad sobre LAN, la que, dijo, vendería antes de asumir su mandato el 11 de marzo. "Si Piñera es capaz de crear riqueza para él, muchos pueden pensar que también puede hacerlo para todos", explicó la directora de la Encuestadora Mori, Marta Lagos. El futuro dirá.

Brasil da la espalda al nuevo líder

Brasilia | El Partido de los Trabajadores (PT), del mandatario brasileño Luiz Lula da Silva, considera que no habrá "sintonía" diplomática entre Brasil y Chile.

"Las relaciones personales de Lula (con otros mandatarios) en general son muy armónicas, pero, en términos políticos, habría sintonía sólo con Frei, con Sebastián Piñera no habrá sintonía", declaró Valter Pomar, secretario de Relaciones Internacionales del PT horas antes de que se dieran a conocer los resultados.

El dirigente petista Valter Pomar estimó la victoria de Piñera puede influir en el escenario político suramericano pero no al punto de marcar el retorno de fuerzas conservadoras en la región.

"No creo que una victoria de Piñera marque el inicio de un ciclo de restauración conservadora en América del Sur", aseveró. Y agregó: "La batalla decisiva para hablar de una reversión o continuidad del ciclo progresista será la elección de Brasil en octubre". ANSA

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