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Empresarios muestran mayor predisposición a vender firmas

Razones. Problemas de sucesión y competencia de extranjeras lo explican

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LUCÍA BALDOMIR

Piense en una empresa que le gustaría comprar. Póngale un precio. Ahora concéntrese en el negocio que tiene o en el que trabaja. ¿A cuánto se podría vender? En los últimos años varias firmas se plantearon estas preguntas y, algunas, vendieron.

"Los empresarios uruguayos tenemos el timbre muy aceitado", admitió a El País esta semana el presidente de la Cámara de Industrias, Diego Balestra.

Desde que se intensificó la adquisición de empresas locales en 2006, varias empresas comenzaron a cuestionarse cuánto se pagaría por la suya y solicitaron a las empresas de auditorías poner el monto. En general, admiten estar más predispuestas a vender.

Pero, la pregunta que surge es ¿cuánto valen las empresas uruguayas? Algunos ejemplos resurgieron la semana pasada cuando Marfrig firmó un compromiso para adquirir el 51% de Zenda, y pagará US$ 48,5 millones. La firma cuenta con una planta en Uruguay y con instalaciones en Estados Unidos, Europa y África.

Pero las cifras han llegado a multiplicarse. Los ejecutivos que participan de las transacciones coinciden que la compra que hizo Stora Enso y Arauco de áreas plantadas, terminal portuaria y zona franca, terminal de barcazas y vivero de la española Ence, por la que pagaron US$ 343 millones es la compraventa de mayor volumen que se hizo en Uruguay.

De todas formas casos como ese o similares no abundan.

La mayor parte de las pequeñas y medianas empresas en Uruguay pueden valuarse entre US$ 1 millón y US$ 10 millones, coinciden los expertos.

Martín Lombardi, de GAP Consultores, dijo a El País que lo que percibe es que "existe predisposición de las empresas a querer vender" pero en algunos casos las "expectativas son demasiado optimistas y no son realistas". Esto es, porque hay empresarios locales, dice, que la empresa es lo principal que tienen y pretenden obtener un precio a cambio de la venta que está fuera de la realidad de lo que esa firma es. O sea, no cuentan con un mercado diferencial, sus marcas no son casi conocidas, no son grandes ni líderes en el mercado.

"Cuando sos líder podés poner un monto elevado", dice Lombardi que afirma haber rechazado participar en ciertas intenciones de venta por considerar que las expectativas de quien vendía iban a hacer más difícil la operación y que, en los hechos, han pasado cuatro años y no se han vendido.

Para el ejecutivo que participa de las negociaciones de fusiones y adquisiciones, ante un buen negocio "cualquier problema de contar con balances auditados se corrige".

Para Nicolás Piaggio, socio de Guyer & Regules, el punto clave está en la gestión de la empresa y en que exista "buena información" para poder presentar al inversor.

En ese sentido, Piaggio dijo a El País que "hay empresarios que muestran interés en tener la empresa lo más prolija posible para estar prontos en caso de vender" ya sea definiendo "que ciertas condiciones no van a ser aceptadas" como "variando la forma de estructurarse".

Piaggio sostuvo que uno de los motivos que lleva a la venta de empresas o a plantearse la opción son los problemas de sucesión. "Hay situaciones en que prefieren vender en lugar de tener que definir quién continuará con la dirección de la empresa", explicó.

Otro de los motivos que ha llevado a vender o a consultar cuál es el precio de la empresa son la competencia que enfrentan las firmas.

"Hay mayor disposición a vender porque hay empresarios nacionales que vieron de un día para el otro que la competencia se les intensificó porque hay firmas que vienen de afuera", dijo a El País Rodrigo Ribeiro, socio de KPMG.

A este punto agregó que "hay determinadas resoluciones de gobierno que marcaron una tendencia de presión a favor de los gremios que incentivó a otros a querer vender".

Según Ribeiro, las medianas empresas en general rondan entre los US$ 1 millón y los US$ 10 millones.

"Vemos que hay una valuación relativamente menor que en otros países por el potencial del mercado. O sea, en igualdad de condiciones una empresa uruguaya tiene un precio relativamente inferior al de una brasileña porque el tamaño del mercado y las posibilidades de desarrollo son inferiores", dijo.

De todas formas aclaró que esto no ocurre en el caso de empresas que cuentan con fortalezas evidentes tales como sectores que lideran el mercado, o industrias que acceden a determinado nicho en donde "se puede dar una valorización mayor", por ejemplo, los frigoríficos uruguayos. En estos casos, el valor de venta es donde puede superar los US$ 20 millones.

Dijo que los precios de las empresas están por debajo de los niveles de los 90, pero sus dueños tienen mayor disposición a vender.

LAS CLAVES AL DEFINIR LA CIFRA

Los expertos sostienen que la mayor parte de los empresarios define el valor de su empresa por las ganancias que obtiene de ésta. En este sentido calcula cuánto tiempo podría resignar de dichas ganancias y el potencial para incrementarlas y fija su precio. La idea es que cuanto mayores sean las ganancias mayor será el precio de la empresa. Inversamente cuanto mayores sean las pérdidas menor será el valor de venta. Para definir el precio también se toma en cuenta los activos que tiene la firma empezando por los físicos como maquinaria, equipamiento de oficinas, computadoras, inventario, a lo que debe sumarse propiedad intelectual, el personal, cantidad de clientes, ventas. También deben tenerse en cuenta las deudas.

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