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Renzo Rossello

-¿En Uruguay actúan grupos del crimen organizado?

-Lo que pasa es que cuando acá se habla de grupos organizados, yo siempre prefiero hablar de redes de crimen organizado. Es decir, acá no hay grupos estructurados como pueden ser los carteles mexicanos, los carteles colombianos, el yakuza japonés o las maras centroamericanas, las mafias sicilianas o napolitanas. La diferencia fundamental es que los grupos organizados son grupos rígidos, en general con un líder o un grupo de líderes fuertes, en posiciones establecidas, respondiendo todos al mismo mando. Y las redes son pequeños grupos que se van nucleando, que de repente son siempre los mismos, que se asocian y se desasocian, que hasta se traicionan en alguna oportunidad, pero que no es algo que sea permanente en el tiempo, algo que sea rígido. Entonces, acá no hay un capo di tutti capi, hay grupos de personas que, bueno, tienen actividades lícitas y actividades delictivas y que ocasionalmente se asocian para realizar alguna cosa.

-Han aparecido grupos de colombianos, mexicanos y en el caso que investiga ahora, venezolanos. ¿A qué atribuye la presencia de esos grupos?

-Uruguay, en este momento, es un puerto de pasaje de sustancias, sobre todo de cocaína, con destino a Europa. Entonces es evidente que nosotros tenemos, es gracioso decirlo, pero tenemos determinadas potencialidades como país para los delincuentes y que ellos quieren utilizar, que les permiten transportar esas sustancias con mayor facilidad. Es decir, ¿el crimen organizado qué es lo que busca? Busca como cualquier empresario, beneficio con su actividad ilícita. Entonces como cualquier empresario hace un análisis de costos y beneficios. ¿Cuáles son los costos? Los costos, obviamente son los costos económicos, pero también los riesgos. Evalúa qué riesgos tiene, cuáles son los costos que tiene, por qué país la puede sacar y el destino ha sido, en estos casos, siempre Europa por la sencillísima razón de que un kilo de cocaína que vale mil dólares en Bolivia, vale cincuenta mil euros en España. Entonces, esa relación hace un negocio redondo, por lo que los costos no son tan importantes, pero sí los riesgos. Evidentemente ellos han evaluado que determinados sectores de nuestra economía facilitan la exportación de la cocaína hacia Europa y el sector pesca ha sido uno que nosotros hemos detectado por lo menos en dos operaciones, que es un sector particularmente riesgoso.

-Y también aparece el puerto de Montevideo.

-Aparece como un problema, por lo menos se repite.

-¿Y qué piensa de eso?

-Yo soy un juez, no soy un gobernante, no me corresponde a mí tomar decisiones de lo que hay que hacer.

-¿Pero se vio forzado a prestarle más atención al puerto?

-El otro día me preguntaba un colega suyo sobre el tema del puerto y yo le dije con toda franqueza que en los procedimientos en los cuales a mí me ha tocado intervenir siempre le he dado la orden a la Policía de, en lo posible, evitar proceder en el puerto. Si hay que hacerlo se hace, no hay zonas restringidas, pero siempre hemos optado por proceder antes que la mercadería ingrese al puerto. Y, de hecho, las incautaciones han sido realizadas ingresando la sustancia al país para ser acondicionada, o al momento del egreso pero antes de llegar al puerto.

-Otro tema recurrente, y en el caso que investiga surge también, es el de figuras relacionadas con el fútbol.

-Lo que pasa que la persona que se dedica al tráfico ilícito de sustancias tiene ganancias importantes que necesita justificar de algún modo. En este momento, mi opinión personal, es que el fútbol es una actividad de riesgo. Las compraventas de los derechos federativos de los jugadores de fútbol, en este momento es una actividad de riesgo para el lavado de activos. Por la misma razón que lo es la compraventa de las obras de arte: ¿cuánto vale un Picasso? ¿Cuánto vale un jugador de fútbol?

-Generalmente, lo que estipula el mercado.

-Claro, pero no es un mercado de copas, o de vasos, o de leche donde hay una gran oferta y una gran demanda. Acá hay una demanda reducida y hay una oferta reducida, entonces los costos, los precios yo creo que se pueden, en mi opinión, manejar con relativa facilidad. Entonces ahí es muy fácil justificar el ingreso de determinada cantidad de dinero importante, a través de la venta de un jugador de fútbol. Ojo, yo no digo y que quede claro, no estoy diciendo que todos los contratistas de fútbol laven plata, digo es una actividad de riesgo, así como el sistema financiero es un sector de riesgo, el sector inmobiliario es un sector de riesgo. De hecho el GAFI (Grupo de Acción Financiera Internacional) acaba de incluir dentro de las operaciones en las cuales hay que prestarle particular atención a la compraventa de derechos federativos de jugadores. Ahora, qué vinculación hay y por qué se da, no lo sé, y si lo sé no se lo puedo decir.

-Y el antiguo contrabando, ¿se recicló?

-En la Operación Cancerbero nosotros detectamos que un procedimiento que aparentemente se utilizaba para llevar carne de contrabando a Europa dentro de contenedores de pescado -digo aparentemente porque nunca se pudo probar fehacientemente- fue modificado para llevar cocaína. Obviamente la cocaína da mucha más ganancia que la carne de contrabando. Grupos de Paysandú o de Colonia identificados claramente con el contrabando entre Argentina y Uruguay, aparecen vinculados a la importación de sustancias y de cocaína. También se asocian en el egreso con el proxenetismo: a la misma mujer que llevan a España a prostituirse, la utilizan como mula para llevar cocaína, o como mula para traer plata cuando vuelve. Nosotros recién estamos entrando a sacar algunas de esas caretas y empezamos a meternos en un mundo que nadie había incursionado.

-¿Qué riesgos advierte en el futuro inmediato?

-El riesgo fundamental es que se instale en el país algún tipo de organización de éstas. La violencia que maneja este tipo de organización, como las mexicanas, las colombianas e incluso las peruanas, no son niveles de violencia a los que estemos acostumbrados acá. Nosotros hasta ahora hemos hecho muchos procedimientos exitosísimos, prácticamente sin disparar un solo tiro. Donde ese tipo de organizaciones se instale en el país, vamos a tener que olvidarnos de este tipo de procedimientos tipo quirúrgicos. En la medida que grupos mexicanos, o grupos colombianos puedan llegar a instalarse en el país, ahí nosotros vamos a empezar a vivir en otra dimensión de violencia que hasta ahora no conocemos, como lo que está pasando en Argentina ahora.

Nombre: Jorge Díaz

Nació: Fraile Muerto, (Cerro Largo)

Edad: 41 años

Profesión: Juez letrado en lo Penal de 4° Turno, Montevideo.

El juez Jorge Díaz proviene de una familia humilde en Cerro Largo. Para completar sus estudios de Derecho, Díaz debió repartir el tiempo entre su trabajo y los exámenes. En su época de estudiante trabajaba en la fotocopiadora de la Facultad. Díaz está casado y es padre de dos hijos. Antes de llegar a ejercer la magistratura en la capital recorrió medio país desde los primeros escalones de la judicatura, hasta llegar a la rama penal. Primero como juez de Paz, y más adelante como juez Letrado, se desempeñó en varias localidades de Canelones: San Ramón, Barros Blancos, Lagomar, Ciudad de la Costa. También fue juez en la ciudad de Mercedes (Soriano), en la de Paso de los Toros (Tacuarembó), en Paysandú y en Maldonado. Lleva 15 años en la profesión y al poco tiempo de comenzar a ejercer la magistratura en lo penal en Montevideo, Díaz comenzó a dirigir varias investigaciones ligadas al crimen organizado, particularmente grupos conectados al narcotráfico. Participó en varios seminarios internacionales de especialización en lavado de activos. Junto a la jueza Graciela Gatti es uno de los candidatos a juez del crimen organizado.