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Berlusconi cierra las calles a las prostitutas

| Italia. Multas y penas de cárcel a quienes vendan y compren servicios sexuales

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ROMA | AGENCIAS Y SERVICIOS

En Italia, las prostitutas tienen en las calles su ámbito laboral. Pero pronto, mediante una ley del gobierno de Silvio Berlusconi, esta práctica quedará prohibida. Se busca combatir el tráfico de mujeres. Pero se duda de la real eficacia de la medida.

Una norma de 1958, la "Ley Merlin", prohíbe en Italia los burdeles y las "zonas rojas". La prostitución, en cambio, está tolerada. Buena prueba de ello son las aproximadamente 100 mil meretrices -una tercera parte de ellas extranjeras, un 20% menores de edad- que ofrecen sus servicios en las calles de las principales ciudades, a veces a plena luz del día. Justamente, el ejercicio en las aceras o en casas particulares, siempre y cuando no se detectara explotación, entraba dentro de lo tolerable para la legislación de la península.

Desde que asumió, el gobierno de Berlusconi ha emprendido una serie de iniciativas para combatir la delincuencia y generar más seguridad en las calles. Limpiar las calles de prostitutas forma parte de ese objetivo. La ministra de Igualdad de Oportunidades, Mara Carfagna, impulsó un proyecto de ley que impone penas de cárcel de entre 5 y 15 días, además de multas que van desde los 200 a los 3.000 euros (de casi 300 dólares a poco más de US$ 4.400) a quienes compren o vendan sexo en público. Hay agravantes: si la meretriz es menor de edad, el período en prisión puede llegar a los cuatro años y la multa a seis mil euros. Los proxenetas enfrentan un castigo superior: doce años de cárcel y 150 mil euros (más de US$ 220 mil) de multa. Es considerado un agravante si la prostitución la ejercen menores de edad.

El gobierno de Berlusconi también ha endurecido las leyes contra los inmigrantes y esta prohibición a la "prostitución a la vista" es otra de sus aristas. La Universidad de Trento calcula que entre 18.000 y 36.000 mujeres llegan por año a Italia en redes de tratas de blanca. La mayoría de las extranjeras proviene de China, Nigeria, Europa del Este o América del Sur, muchas de ellas ilegales. En octubre del año pasado, El País publicó que la Justicia intervino en cuatro casos que involucraron a 28 uruguayas llevadas a Italia a prostituirse entre 2000 y 2006.

COMBATIR. El proyecto de ley ya fue aprobado este mes por el Consejo de Ministros y debe ser ratificado por el Parlamento. Berlusconi cuenta con una mayoría sólida, por lo que prácticamente se descuenta su aprobación.

"En Italia, como en la gran mayoría de los países occidentales, la prostitución en sí no es un delito. Como mujer me horroriza. No entiendo como alguien puede vender su cuerpo en la calle por dinero. Pero me doy cuenta que existe y, como las drogas, no va a ser eliminada", dijo Carfagna, ex modelo televisiva, a la prensa. De inmediato enfatizó en el objetivo de su iniciativa: "Intentamos hacerlo más difícil y combatir las organizaciones criminales que sacan un beneficio obsceno reduciendo a estas mujeres a la esclavitud".

La misma Universidad de Trento estimó que la prostitución rinde un "beneficio" anual de entre 3.200 y 8.200 millones de dólares. Nada extraño si se piensa que es un país donde este servicio cuenta con cinco millones de clientes habituales.

Pero más allá de las buenas intenciones, pensar en acabar con la prostitución en Italia es una quimera. Y el objetivo publicitado, acabar con el abuso y la trata de blancas, puede tener un efecto colateral no deseado. El mismo sometimiento de las mujeres a las mafias puede ocurrir -y recrudecer- a puertas cerradas, denuncian los críticos a la ley.

Se calcula que hoy el 65% de las trabajadoras (y trabajadores) sexuales de Italia, ejercen en la calle.

"El prohibicionismo total a la italiana es una novedad absoluta", dice Andrea di Nicola, criminólogo de la Universidad de Trento y especialista en tráfico y trata de personas.

"Aunque es mejor intervenir para tratar de regular el problema que no hacer nada, porque el abstencionismo tiene costos sociales más altos, las medidas propuestas por Carfagna traerán más costes que beneficios", sostiene Di Nicola.

El concepto sostenido por este experto se resume a que la explotación seguirá existiendo, solo que no estará a la vista. "La ley implicará serios problemas de derechos humanos, porque castiga doblemente a las mujeres, víctimas de tráfico y trata, y su único beneficio será aparente: aumentará la percepción de seguridad en la calle, pero no resolverá el problema".

Las cifras

8.200 Millones de dólares genera como máximo al año el negocio de la prostitución en Italia, según la Universidad de Trento.

20% Porcentaje de trabajadoras y trabajadores sexuales menores de edad en Italia; del extranjero proviene un tercio del total.

"No los vuelvo a votar nunca más"

La ley nacional contra la prostitución callejera aún deberá ser aprobada por el Parlamento, pero en los hechos el proyecto ya está vigente. La capital Roma la semana pasada se convirtió en el mascarón de proa de esta iniciativa.

Concretamente, un decreto del alcalde Gianni Alemanno (de derecha, igual que el primer ministro Silvio Berlusconi) puso la norma en vigencia en la ciudad, decreto mediante, hasta el 31 de enero de 2009. En esa fecha se supone que entraría en vigor la ley a nivel en todo el territorio nacional, cuando tenga el visto bueno del Legislativo.

La primera "víctima" fue una prostituta rumana que ofrecía de manera inconfundible sus servicios en una de las avenidas más transitadas a las afueras de Roma. "Yo no tengo 200 euros (la multa que se le impuso) y no los pienso pagar", afirmó.

Por su parte, un mecánico de 23 años tuvo el "honor" de ser el primer cliente sancionado en Italia por esta medida. Fue capturado "in fraganti" negociando los favores de un travesti brasileño. "No sabía que existía un decreto, pero lo que sí sé es que no voy a votar nunca más por Alemanno", protestó el infractor.

Es que los primeros días transcurrieron entre protestas y excusas variopintas -"Me acerqué porque creí que era mi prima", dijo el pasado martes un romano en inequívoca acción-, dejando más de un centenar de multas diarias en varios barrios de la ciudad.

También ha habido críticas que apuntan a lo "inútil" de aplicar sanciones. El sindicato de policías, SULPM, afirmó que es muy difícil obligar a una prostituta a pagar la multa ya que es común que no tengan domicilio fijo. AFP y EL PAÍS DE MADRID

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