Suena en los boliches y en las emisoras radiales donde la música tropical tiene fuerte influencia en la programación. Es el fenómeno de la cumbia plancha que, al igual que la cumbia villera argentina, expande su terreno en la música comercial mientras expone una problemática social en la letra de las canciones.

En la jerga uruguaya los planchas son personas con determinados comportamientos y una apariencia exterior estereotipada. Son una tribu urbana compuesta por miembros de los sectores marginados de la sociedad que provocan temor y rechazo en los otros sectores de la población.

La palabra "plancha" tiene sus orígenes en el lenguaje carcelario. Es la manera que tenían los presos de llamar a las fotos de los prontuarios policiales. Ser "un plancha" significaba ser un criminal o tener antecedentes penales.

A cantar. Entre los grupos de cumbia plancha está La Plebe, que se compone por nueve chicos de entre 18 y 25 años. Según Juan Carlos Cáceres, manager de la banda, ninguno de los integrantes es un plancha. Afirma que todos son músicos de estudio que no pertenecen a esa tribu urbana, pero que hacen de la cumbia plancha su trabajo y su medio de vida.

Cáceres dice que comercialmente la cumbia plancha rinde frutos económicos. Los integrantes de la banda toman el lenguaje utilizado por los planchas y su manera de vestir mientras están en el escenario. Según él, en las letras de las canciones pueden encontrarse dos componentes: reivindicaciones sociales y hechos de la vida cotidiana. Admite que en algunas canciones hay lenguaje fuerte y "zarpado", pero que justamente eso gusta a los jóvenes.

El empresario rechaza la asociación que algunos hacen entre la cumbia villera argentina y la cumbia plancha uruguaya. Confiesa que hay similitudes, pero enfatiza que el origen es distinto: una nace en las villas miseria de Argentina y la otra es producto de una moda iniciada en los sectores de bajos recursos del Uruguay.

Una identidad. Los grupos de cumbia plancha no titubean en cantar acerca del consumo de droga y alcohol, y también sobre la discriminación y los prejuicios que un plancha recibe del resto de la sociedad. A través de las letras de las canciones buscan reafirmar la identidad del plancha y demostrar que no son los culpables de los males que aquejan a la sociedad, sino las víctimas.

En la canción llamada A vos, La Plebe canta "Te digo a vos que me mandás en cana porque en la esquina tomo vino de mañana. Te digo a vos, dejáte de joder y mandá en cana a los que abusan del poder". En esa canción repiten varias veces: "Yo soy plancha y soy como soy, y no me refugio. En el mismo mundo estamos los dos, te guste o no".

Al cantar en nombre de los planchas intentan liberarlos de un estigma que la sociedad les ha otorgado y que consideran injusto. A su vez, atacan a los sectores sociales más ricos que constituyen el principal enemigo del plancha: el cheto. La Plebe les dedica la siguiente estrofa en esa misma canción: "Te digo a vos que me mirás de arriba porque tus pilchas son más caras que las mías. Te digo a vos, dejate de joder que al otro mundo vamo’ en bolas y lo sabés".

Cáceres confiesa que las letras de las canciones de La Plebe deben ser razonadas y comprendidas. Agrega que la gente en un comienzo no captaba el mensaje que se pretendía trasmitir y que la intención es "contarle al Uruguay lo que nos pasa a todos en la calle".

El plancha es una persona discriminada por el resto de la sociedad, dijo Cáceres. La vestimenta es una de las principales razones, así como también su manera de hablar y comportarse. Este empresario entiende que La Plebe toma ese sentimiento del plancha y lo transforma en una canción comercial.

Basta con caminar por la calle y escuchar a la gente hablando. Los comentarios hacia los planchas nunca son positivos y tienden a convertirse en discriminatorios. La sociedad margina a quien se viste o actúa como ellos, y las bandas tropicales como La Plebe denuncian en algunas canciones esa marginación, a la vez que expresan cómo reacciona esta tribu urbana ante los desplantes del resto.