En Montevideo, uno de cada diez jóvenes sufren de bulimia o anorexia. Para las autoridades de la Asociación de Lucha contra la Bulimia y Anorexia (Aluba) la proximidad del verano es la época de "rebrote" de la patología porque la gente comienza a exhibir su cuerpo.

El sábado pasado la Asociación cumplió 13 años en Uruguay y lo celebró con una conferencia sobre los trastornos alimentarios y dando de alta a dos de sus pacientes.

Actualmente en Aluba hay 100 personas que realizan el tratamiento.

PATOLOGIA. Para la doctora, Mabel Bello, fundadora y asesora técnica de la Institución se debe dirigir la prevención a todos aquellos que rodean a quienes sufren alguna de estas patologías.

"Los padres deben entender que son ellos quienes deben estar alerta ante determinados síntomas", indicó la especialista.

Bajo el título de "Trastornos alimentarios: saber para proteger", los técnicos de la Asociación explicaron los avances en el tratamiento de este mal que aqueja, principalmente, a jóvenes.

La exposición estuvo dirigida a todos aquellos interesados en informarse sobre una enfermedad, que abarca a personas cada vez más jóvenes.

Las personas que padecen anorexia tienen hambre pero lo niegan y se restringen.

El bulímico, en cambio, se caracteriza por la gran ansiedad que lo lleva a comer en forma compulsiva, por lo que luego siente culpa por su conducta. A veces vomita y otras veces recurre a los ayunos o al exceso de ejercicio.

Como ocurre con toda adicción, generalmente el enfermo no es capaz de darse cuenta de lo que ocurre, por lo que la responsabilidad y la toma de conciencia debe venir de parte de la familia y de los amigos del paciente.

ALTA. Durante el encuentro dos pacientes fueron dadas de alta.

Para Verónica, que realizó el tratamiento por bulimina durante cinco años, al principio le fue difícil asumir que tenía un problema.

"Fue mi novio quien se decidió a hablar con mi madre, y así me dieron el empujón para consultar en Aluba", comentó.

Cuando un joven está en tratamiento, en Aluba trabajan sobre tres puntos básicos vitales para su recuperación: aprender a comunicarse, ordenar sus hábitos alimentarios, y realizar un proyecto de vida.

Cada vez son más jóvenes, y cada vez hay más varones que consultan en forma voluntaria sobre alguna de estas patologías. Este cambio no es menor, ya que cuando estas patologías comenzaron a ser tratadas por especialistas, la enorme mayoría de los pacientes eran del sexo femenino.

La tendencia se ha revertido en los últimos años y actualmente asisten a la consulta muchos varones.

"La prevención consiste en hablar sobre los sentimientos. Queremos resaltar la trascendencia del ser humano como tal, sacar el miedo a vivir y a crecer que tienen muchos jóvenes", afirmó Bello.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud, entre el 15 y 20% de las personas que sufren trastornos alimentarios, fallecen.

La institución recibe más de 30 consultas mensuales. Inmediatamente, estas personas son derivadas con un psicólogo, quien realiza la primera entrevista y el diagnóstico.

En este último año, aumentaron un 20% las consultas espontáneas de padres que llevan a sus hijos. Incluso hubo consultas sobre niños de 4 años.

Las consultas de varones se incrementaron un 14% con respecto a años anteriores.