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Vuelos largos ponen a prueba al cuerpo humano

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Foto: Shutterstock

Salud

Deshidratación o trombosis son riesgos que se pueden sufrir.

Dieciocho horas y 45 minutos. Lo que en cualquier circunstancia es un período prolongado de tiempo, sentado en el interior de un avión en un vuelo sin escalas puede ser un complejo desafío para el organismo. Así lo vivieron los 161 pasajeros del trayecto que cubre la ruta entre Singapur y Nueva York, estrenado el mes pasado y que se ha convertido en la ruta comercial aérea más larga del mundo.

El interés por ofrecer viajes intercontinentales sin paradas sigue tomando vuelo —existen actualmente al menos cinco trayectos que superan las 17 horas—, y las preocupaciones por su efecto en la salud no se quedan en tierra.

"Aunque los problemas que pueden surgir son los mismos que se conocen hoy, con vuelos más largos y a mayor distancia el riesgo para la salud de los pasajeros aumenta", precisa el doctor Guillermo Acuña, especialista en Medicina del Viajero de la Clínica Las Condes, Chile.

"Las personas van en una cabina que tiene una humedad muy baja, por lo que en viajes superiores a doce horas se pierde más líquido por la respiración y hay mayor riesgo de deshidratación", cita como ejemplo. Por eso recomienda tomar líquido en forma constante.

Si se padece asma u otros problemas respiratorios, afecciones cardíacas, diabetes, hay antecedentes de un accidente cerebrovascular o epilepsia, es importante consultar antes del viaje y notificarlo a la aerolínea para llevar a mano los fármacos necesarios.

Una de las grandes amenazas es el llamado síndrome de la clase turista, es decir, el riesgo de padecer una trombosis en las venas de las piernas o una embolia de pulmón provocada por las condiciones de estrechez en el asiento de avión en vuelos de larga duración. En vuelos cortos (menos de 2.000 km), el riesgo de padecer este tipo de afección es nulo. Sobre los 7.000 km se multiplica por dos y, a partir de los 10.000, por cinco. De todas formas, el riesgo en personas sanas de sufrir el síndrome de la clase turista es bajo: 1 de cada 5 mil pasajeros.

Medidas.

Las aerolíneas han tomado en cuenta estos riesgos. De hecho, el vuelo de Singapore Airlines solo cuenta con clase Ejecutiva y Premium Economy, con más espacio entre asientos.

Según estudios realizados por investigadores del Institut dEducació Física de Catalunya, España, "la cuestión clave es la distancia entre los asientos; el resto es un disfraz de las compañías aéreas para hacer más soportable el vuelo".

La recomendación es la misma que para cualquier vuelo que supere las seis horas: pararse y moverse. "Hay vuelos que ya incluyen en sus monitores videos con ejercicios para realizar en el asiento o de pie", comenta el doctor Acuña.

Para volar con más comodidad y seguridad, varias aerolíneas ya han incorporado cambios al interior de la cabina, como techos más elevados o ventanillas más amplias.

Asimismo, se potencia un menú gastronómico "saludable". Lo ideal, dicen los especialistas, es evitar alimentos irritantes o que causan gases o hinchazón, así como el consumo excesivo de alcohol.

Otros efectos.

Los vuelos extra large también pueden potenciar el surgimiento de otros problemas, como hipoxia, que se produce cuando se reducen los niveles de oxígeno en la sangre, lo que causa somnolencia y confusión. A nivel de salud mental, hay que prevenir el estrés, la ansiedad o la claustrofobia.

Un aspecto no menor es el cambio de horario para quienes toman medicamentos, dice el doctor Pedreros. "Lo recomendable es mantener el ritmo biológico, aunque eso implique tomar algunas dosis más seguidas el primer día".

Para minimizar los efectos negativos de la falta de espacio y movimiento, es preciso equiparse con ropa poco ajustada y preferiblemente de fibra natural, con el fin de favorecer una menor presión sobre la piel y su mejor ventilación.

Consejos para viajes largos
Foto: AFP

Fármacos

Si se padece asma u otros problemas respiratorios, afecciones cardíacas o diabetes se debe notificarlo a la aerolínea para llevar a mano los fármacos necesarios.

Alimentos

Cada vez más las aerolíneas fomentan un menú saludable. De acuerdo a los expertos, lo mejor en los vuelos largos es evitar alimentos irritantes y el consumo de alcohol.

Vestimenta

Se recomienda usar ropa poco ajustada y preferiblemente de fibra natural, que favorece la circulación. Recomiendan también pararse y caminar cada cierto tiempo.

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