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Vivir con "TOC"

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La asociación organiza charlas de formación sobre el trastorno y atiende 24 horas.

Las estimaciones internacionales indican que en Uruguay hay casi 100.000 personas que sufren de TOC, sigla que identifica al Trastorno Obsesivo Compulsivo.

Considerada una enfermedad como tal, es mucho más que un capricho de desear un orden específico en la casa. Se trata de un estado de ansiedad permanente en el que la persona realiza determinadas acciones para intentar quitar de su mente ideas que le resultan absurdas pero de las que no puede alejarse. Este año 400 personas se acercaron a pedir ayuda a la asociación que nuclea a los pacientes en Uruguay.

Daniel está casado y tiene dos hijos. Pero cuando era chico creía que era feo. Muy feo. A tal punto que sentía que no podía acercarse a las mujeres; ni siquiera podía hablar con otras chicas de su edad. Le daba miedo. En un momento empezó a pensar que ellas sabían que él quería acercarse y se sentía atraído. Empezó a fumar y a medida que fue aumentando su vicio otra idea comenzó a crecer en su mente: tenía cáncer.

Lo cierto es que no tenía esta enfermedad ni tampoco era tan feo como creía, y lo más posible es que las chicas con las que compartía distintas actividades no tuvieran en la mente los pensamientos que él imaginaba que tenían. Muchas de estas cosas las sospechaba pero de todas formas no podía quitarlas de su mente.

"Leía y me tranquilizaba pero rápidamente pensaba lo mismo", rememora en diálogo con El País. Daniel no es su verdadero nombre pero prefiere utilizar un seudónimo por temor a comentarios despreciativos que pueda despertar a nivel social.

Hoy ve la realidad a la distancia. Trabaja, estudia y forma parte de la Asociación de Trastorno Obsesivo Compulsivo del Uruguay. Creada hace 10 años, la asociación fue perdiendo integrantes con el paso del tiempo hasta que a fines de 2014 decidieron reimpulsarla para dar apoyo a todos los que tuvieran un trastorno de este tipo.

En 10 meses se acercaron más de 400 uruguayos con TOC, como se conoce popularmente a esta patología. En sí el TOC es un estado de gran ansiedad en el que la persona genera pensamientos que no puede dejar de repasar y analizar una y otra vez.

"Es lamentable para ellos porque las ideas que se les ocurren (las obsesiones), les resultan absolutamente censurables y estúpidas y no las ven como una enfermedad pero tampoco no las cuentan a otros", explica Álvaro Rodríguez, psiquiatra coordinador de la asociación uruguaya.

Para "sacárselo de la cabeza", cuenta el especialista, la persona hace cosas, acciones que le dan calma por un rato, hasta que vuelve el pensamiento y el círculo empieza una vez más. El resultado es un estado de confusión, con la sensación de que se está haciendo algo no debido; también puede sentirse una gran angustia.

Según Rodríguez, quien es docente grado 4 de la Universidad de la República, el 3% de la población uruguaya padece de TOC, porque esa es la prevalencia internacional y se estima que es la misma para este país.

Considerando los 3.251.526 ciudadanos registrados en el último censo, podría decirse que hay casi 100.000 (precisamente 97.546) sufriendo de esta enfermedad aunque no lo sepan, no lo hayan admitido, lo oculten o aún no hayan recibido el diagnóstico correcto de lo que les sucede.

Rodríguez es claro a la hora de diferenciar la enfermedad de TOC a los hábitos cotidianos que puede tener una persona en su vida cotidiana si es muy estricta con el orden. Por ejemplo, colocar todas las perchas para el mismo lado o sentir que no está a gusto si hay algo desordenado, por sí solo, no es tener un Trastorno Obsesivo Compulsivo.

"Esto es diferente. Es una idea molesta que se le mete en la cabeza y para sacarla hace determinadas conductas", indica el psiquiatra. Es decir, ordena absolutamente todo, por ejemplo, o se lava las manos decenas de veces para intentar desesperadamente que una determinada idea se disipe.

Los grupos.

Ser hombre y haber comenzado con el trastorno en la niñez o la adolescencia son condiciones que empeoran el pronóstico. Pero, en general, es una enfermedad que puede superarse con medicamentos psicofármacos y con terapia psicológica.

La participación en grupos de apoyo como los que se organizan en la asociación también suele ayudar a los pacientes, según Rodríguez. A Daniel al comienzo no lo convencía, pero lo distraía de sus pensamientos así que siguió yendo. Ya hace 10 años de esto. Hoy realiza tareas de organización y ayuda a otros grupos.

Por más información sobre el tema escribir a [email protected].

Lo que no hay que decir a alguien que lo sufre.

"Aún cuando creas que tu hábito de ordenar la ropa según su color es una obsesión, compararlo con este TOC que implica un diagnóstico médico es decirme que a todo el mundo le pasa y que no es tan grave. Gracias por el esfuerzo pero, para mi trastorno, equivale a decirme que entendés la muerte de mi mamá porque se te murió un pez", escribió la columnista Nile Cappello en The Huffington Post.

SABER MÁS

Tres aspectos prácticos

RECAÍDAS. SON COMUNES EN EL TRATAMIENTO

Usualmente los pacientes mejoran con el primer fármaco indicado pero recaen, aunque no como al comienzo. Se prueba con otro y así hasta completar cinco opciones. En casos extremos se opera.

DIAGNÓSTICO. LLAMAR A LAS COSAS POR SU NOMBRE

Los psiquiatras conocen mejor la patología, la identifican más y los fármacos son más efectivos. Son combinados con terapias psicológicas. La más recomendada es la llamada “cognitivo comportamental”.

FÁRMACOS. QUÉ APUNTAN A CONTROLAR

En el TOC hay una excitación desmedida en una zona del cerebro donde está el sistema límbico, que anida la capacidad de reflexión y el pensamiento moral. Los fármacos buscan controlar la alteración.

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La asociación organiza charlas de formación sobre el trastorno y atiende 24 horas.

En un año más de 400 uruguayos buscaron apoyoLETICIA COSTA DELGADO

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