La irrupción de esta nueva tecnología tiene impacto en el mundo artístico y político.

Grabar videos, filmarlos, subirlos a YouTube y publicarlos. Hasta ahora, así era la relación de los internautas con la difusión de contenidos audiovisuales en la red. Pero una nueva herramienta se ha popularizado que saltea todos estos eslabones de producción: filmar en vivo y ser visto al instante por, tal vez, miles de personas en todo el mundo.

Esto es posible gracias a Periscope, una aplicación que puede utilizarse en teléfonos inteligentes y que ha sido, hasta ahora, la estrella del rubro. El hecho de haber sido adquirida por Twitter el año pasado provocó una explosión de descargas en las tiendas de apps: en agosto de 2015 ya la habían descargado 10 millones de personas. Según sus propias estadísticas, tienen dos millones de usuarios activos por día.

Meerkat es su principal competidor, que salió antes que Periscope a la cancha, pero no tenía la "vidriera" de Twitter para potenciar su popularidad. De todas formas, en las primeras semanas cautivó a 700.000 usuarios.

Facebook, la red social más usada en el mundo, no quiere quedarse afuera de este mercado tentador. Por eso, ayer anunció que el mes próximo incorporará en todo el mununa función para transmitir videos en directo. Hoy en día, está en fase de prueba y solo algunos usuarios específicos pueden hacerlo.

"El objetivo no es que unos pocos puedan transmitir en directo. Queremos que todo el mundo tenga ese poder en su bolsillo", dijo Mark Zuckerberg, fundador de la red social.

Vaticinó que este tipo de contenido "funcionará muy bien" ya que no puede ser editado. "Es algo crudo, visceral y emocional", puntualizó.

Periscope es muy utilizada en conciertos y recitales. Por ejemplo, en el concierto de los Rolling Stones en Uruguay cientos de usuarios transmitieron en vivo desde el Estadio Centenario y otros cientos los siguieron por la aplicación.

También es muy común que se realicen en "episodios ciudadanos". En la masacre de noviembre pasado en París, un ciudadano filmó en vivo cómo decenas de personas fugaban de la sala Le Bataclan, donde terroristas asesinaron a 80 personas en un recital.

La política, que abraza con entusiasmo estas nuevas tecnologías, ha encontrado una nueva forma de comunicación. En Uruguay, los candidatos presidenciales no la han utilizado tanto en la última campaña electoral, aunque es probable que su masificación les llame la atención, sobre todo porque Facebook (la red preferida por los uruguayos con 2.100.000 usuarios) lanzará su propia función.

En Venezuela es muy elegida por los integrantes de la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD). "Como tenemos tantas barreras de comunicación, no nos queda otra opción", contó a El País Tomás Guanipa, un diputado electo de esta fuerza, en diciembre pasado.

La creciente compra de medios de comunicación por parte del Estado condujo a que la oposición busque nuevas formas de transmitir sus mensajes a los ciudadanos.

Henrique Capriles, excandidato presidencial y una de las figuras más sobresalientes del bloque, transmite mitines políticos todas las semanas a través de Periscope.

Con probabilidad, la irrupción de esta tecnología revolucione el negocio tradicional y enoje a más de uno, tal como ha sucedido —y sucede— con Uber en todo el mundo.

En México, funcionarios de la municipalidad de Miguel Hidalgo filman en esta aplicación a personas que violan la ley (ejemplo: a un conductor que estacionó su auto en un lugar prohibido). La Comisión de Derechos Humanos ha alertado que filmarlos podría vulnerar el derecho a la privacidad. El debate crece.

Pero la mayor amenaza parece estar en las transmisiones televisivas. En la "pelea del siglo" que protagonizaron Floyd Mayweather y Manny Pacquiao en mayo del año pasado, decenas de personas transmitieron en vivo el evento en Periscope, desde lugares en los que habían pagado miles de dólares. Las cadenas dueñas de la pelea HBO y Showtime pidieron que se den de baja 66 cuentas de Periscope y la aplicación acató el pedido.

El futuro televisivo parece estar en el streaming (la observación en continuo y por Internet de un contenido, en general, audiovisual). Ericsson, la empresa sueca de telecomunicaciones, aseguró que en cinco años se consumirán más horas de contenido en streaming que de forma convencional, según cita la BBC. Netflix y YouTube parecen ser las estrellas, pero Periscope y Meerkat acechan.

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