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Vacaciones en otoño imperdibles a los pies de El Chaltén, en Argentina

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El Chalten. Foto GDA/ELMERCURIO Diego Spatafore
Baldomir, Lucia

TURISMO

Esta estación alcanza una de sus versiones más fotogénicas en los alrededores de El Chaltén, en la Patagonia argentina.

El Chalten. Foto GDA/ELMERCURIO Diego Spatafore
El Chalten. Foto GDA/ELMERCURIO Diego Spatafore

"Fíjate en esos colores. Es impactante. Alucinante", dice el fotógrafo Diego Spatafore al otro lado del teléfono desde El Chaltén, en la Patagonia argentina. Lo dice con genuina emoción. Hace unos días estuvo sobrevolando la zona del río de las Vueltas , que nace del conocido lago del Desierto (como le llaman los argentinos; en Chile se le conoce como laguna del Desierto), y los registros que tomó entonces lo dejaron más que satisfecho.

Spatafore es especialista en fotos aéreas. De hecho, que ahora se encuentre en El Chaltén tiene que ver con un proyecto que ejecuta hace años para documentar el impactante retroceso de los glaciares patagónicos a través de fotos comparativas. "Vi desde el aire el glaciar Viedma, el Torre, y todos están en franco retroceso. El Viedma retrocedió tanto que ya no se están haciendo excursiones de trekking sobre el hielo", lamenta Spatafore, que divide su tiempo entre La Araucanía y El Calafate, la localidad vecina a El Chaltén, que es más grande y desarrollada.

El Chalten. Foto GDA/ELMERCURIO Diego Spatafore
El Chalten. Foto GDA/ELMERCURIO Diego Spatafore
El Chalten. Foto GDA/ELMERCURIO Diego Spatafore
El Chalten. Foto GDA/ELMERCURIO Diego Spatafore

Como Diego Spatafore conoce bien la zona -este es su tercer otoño ahí-, y además es guía de tours fotográficos aéreos y terrestres ( contacto en su Instagram: @spataforediego ), conoce muy bien lo que esta temporada hace en esos paisajes.

"Acá el otoño siempre se adelanta. Este año comenzó a fines de marzo. Las especies más abundantes en esta zona son las lengas y ñirres, que se tiñeron de rojo, naranjo y amarillo, haciendo un gran contraste con los colores de los ríos y lagunas. Es extraordinario", dice Spatafore sobre una temporada que, si bien ya está muy avanzada (algunos hoteles, sobre todo los grandes, cierran en invierno y reabren en septiembre), todavía puede disfrutarse. Y con un dato significativo a tener en cuenta: a diferencia de Chile, en Argentina la llegada de turistas internacionales prácticamente no se detuvo. Las restricciones para viajar se levantaron el año pasado ("en el hotel donde estoy ahora debo ser uno de los pocos argentinos: hay franceses, rusos, daneses, italianos", dice Spatafore), no se exige pase de movilidad ni uso de mascarillas, ni menos la homologación de vacunas.

Además, las fronteras terrestres se reabrieron -es decir, ya se podría llegar incluso en auto o en bus desde Puerto Natales o Punta Arenas-, y el tipo de cambio nos favorece, sobre todo si se viaja con dólares y se cambia en el mercado informal, conocido como "dólar blue", que hace aumentar al doble el valor en pesos argentinos.

Primera locación: laguna Capri

Ubicada a los pies de uno de las cordones montañosos más lindos de la Patagonia -que tiene al monte Fitz Roy (o Chaltén en tehuelche) y al cerro Torre como grandes emblemas-, la localidad de El Chaltén ostenta el título de "capital argentina del trekking " con merecimientos. Aquí prácticamente todo se trata de caminatas, largas y cortas, por senderos bien señalizados principalmente dentro del Parque Nacional Los Glaciares .

Diego Spatafore recomienda uno de los más sencillos, pero espectaculares, para apreciar el otoño y este paisaje en general: el que conduce a laguna Capri . "Es una de las rutas más cortas y hermosas, ideal para alguien que no tenga demasiado estado físico. Se trata de un trekking de una hora y media que conduce a un mirador al borde la laguna, donde se ve el Fitz Roy reflejado en la laguna, rodeado de un bosque rojo y amarillo. En El Chaltén, los senderos comienzan en el pueblo mismo: en este caso, donde termina el pavimento".

El Chalten. Foto GDA/ELMERCURIO Diego Spatafore
El Chalten. Foto GDA/ELMERCURIO Diego Spatafore
El Chalten. Foto GDA/ELMERCURIO Diego Spatafore
El Chalten. Foto GDA/ELMERCURIO Diego Spatafore

Segunda locación: laguna de Los Tres

Esta es la continuación del sendero anterior y requiere más esfuerzo: son unos 20 kilómetros ida y vuelta. "La parte más alta del último tramo es un ascenso súper duro, pero tiene el premio de que llegas a esta laguna que está a los pies del Fitz Roy", dice Spatafore, quien suele hacer esta ruta con mirada de fotógrafo. "La idea es poder fotografiar el amanecer, y para eso lo que se hace es salir de noche con una linterna frontal. Yo he salido a la una de la madrugada para estar en la cumbre a eso de las cinco. Hacia el invierno el amanecer es más tarde, a eso de las 9 de la mañana".

Si bien la exigencia de esta ruta es mayor, existe una alternativa que la hace algo más sencilla: "Si vas de día, para ahorrarse unos kilómetros de caminata, hay un transfer que te deja en la Estancia El Pilar y que te ahorra la subida hacia la laguna Capri. El regreso sí tendrás que hacerlo por el sendero completo".

Tercera locación: laguna Torre

Hito mundial de la escalada, el cerro Torre es eso: una torre puntiaguda de granito que conforma una de las postales más hermosas de la Patagonia. A sus pies hay una laguna que suele tener témpanos flotantes. Spatafore la ha fotografiado en la llamada "hora azul". Es decir, justo antes del amanecer. "Para eso, nuevamente hay que salir de noche. Son unos 18 kilómetros ida y vuelta: cuando he salido a las 2 de la mañana, he estado de regreso en El Chaltén a eso de las cuatro de la tarde", dice.

Otra opción sería quedarse a acampar, pero eso implicaría llevar todo el equipo necesario y la comida. "Yo prefiero caminar de noche. Llevo mi cafetera para calentar el cuerpo al amanecer, porque te pueden tocar fácilmente 10 grados bajo cero, con mucho viento. Ahora a mí me tocó un día despejado, hermoso, y pude hacerme un autorretrato con la linterna frontal.

Cuarta locación: lago del Desierto

Si se trata de fotografiar el otoño, esta puede ser la guinda de la torta: "Después de haber conocido y fotografiado el Parque Nacional Conguillío y la zona de Puesco, cerca de Curarrehue, desde mi punto de vista el bosque que está en torno al lago del Desierto es el más espectacular. Es increíble. Ahora pude hacer unas fotos aéreas, y el contraste que se producía entre el río de las Vueltas, que nace del lago, y el bosque de tonos rojos, naranjos, amarillos y verdes era espectacular", dice Spatafore.

Desde el pueblo de El Chaltén es fácil llegar: basta tomar un transfer que en hora y media deja en la orilla este del lago. Desde allí se puede hacer una subida a la laguna y glaciar Huemul , que solo toma una media hora de caminata. Otra opción es subir a un barquito que navega por la laguna hacia el oeste, pero como se acabó la temporada alta, ya no está funcionando. "Con equipamiento de montaña se puede cruzar todo el lago por el sendero que va por la ribera norte y llega hasta el puesto de Gendarmería argentina. Desde allí se puede continuar hacia la frontera con Chile hasta la localidad de Candelario Mancilla. Yo hice ese cruce en 2017 y es una de las rutas más espectaculares que se pueden hacer en la Patagonia".

El Chalten. Foto GDA/ELMERCURIO Diego Spatafore
El Chalten. Foto GDA/ELMERCURIO Diego Spatafore

Bonus: mirador de Cóndores

Además de fotografiar bosques, lagunas y montañas, El Chaltén también permite observar con relativa facilidad a diversas aves emblemáticas. "Lo que se ve mucho, sobre todo en la zona de laguna Capri, son pájaros carpinteros. Además, por lo general es posible fotografiarlos a corta distancia", dice Spatafore.

Los cóndores también tienen gran protagonismo. "A la salida del pueblo mismo está el llamado Mirador de los Cóndores , donde siempre andan estas aves sobrevolando. La cumbre está a solo media hora de caminata y desde allí puedes ver el pueblo de El Chaltén y el cerro Fitz Roy. Yo los he visto incluso volando de a tres".

Dormir y comer

Hay variedad de hoteles y restaurantes en El Chaltén. Basado en su experiencia, el fotógrafo Diego Spatafore recomienda algunos: "Suelo quedarme en La Guanaca Lodge (GuanacaLodge.com ), pero como ya terminó la temporada, cerró y reabrirá en septiembre. Otros permanecen abiertos, como el hostel Rancho Grande (RanchoGrandeHostel.com.ar ), que está a pocos metros del inicio del sendero al Fitz Roy pleno centro y tiene un restaurante que abre las 24 horas del día. Más alejado del pueblo, pero con un concepto interesante de casa de campo, está la Estancia Bonanza ( EstanciaBonanza.com )".

Para comer, "está el restaurante Rancho Grande , con comida típica, y buenos precios, pero también destaca La Tapera y El Parador . Este último es muy pequeño y pasa lleno. Para parrilla, La Oveja Negra es buena opción".

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