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Una nueva sala donde aprender y sanar para los niños del Hospital Pereira Rossell

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En marzo el Pereira Rossell tendrá una nueva sala para los niños. Foto: Casa Ronals McDonald´s Uruguay

MONTEVIDEO

La Casa Ronald McDonald´s construye un nuevo espacio que estará en el quinto piso del hospital y se destinará para que los niños internados y sus familias puedan distenderse y aprender.

Este mes comenzó la construcción de una sala familiar educativa que la Casa Ronald McDonald´s Uruguay añadirá a sus servicios en el Hospital Pereira Rossell de Montevideo. Las autoridades esperan que el proyecto esté finalizado y en marcha para marzo de 2020 y está pensado para que los niños aprendan y se diviertan mientras están internados.

La sala se está acondicionando en un espacio del quinto piso del hospital y contará con unos 125 metros cuadrados. Contará con un living, una cocina, un comedor, una biblioteca, una zona de descanso, otra de juegos y un aula, así como un lavadero, baños y duchas.

Natalia Cristoforone, directora del Hospital Pediátrico, dijo a El País que es la primera vez que se realiza un proyecto de este tipo en Uruguay.

“Es innovador pensar la internación más allá de las necesidades asistenciales y poder dar acompañamiento, comodidades, calidez, cosas que el niño y la familia necesitan. Porque hasta ahora el hospital se planificó siempre desde el lado asistencial, pero no se contempló la necesidad del momento en que no se está estrictamente en lo asistencial”, comentó.

La directora ejecutiva de la Casa Ronald McDonald´s Uruguay, Sandra Marcos, agregó que “cuando los niños están internados, sea por la patología que sea, pierden su rutina, su espacio de juegos, el poder compartir momentos con otros niños y socializar. Y aunque la prioridad obviamente es que salgan adelante de la situación que los llevó al hospital, es importante tratar de darles un poquito de esa normalidad del día a día durante el tiempo de la internación”. Es una gran ayuda para el pequeño y su familia contar con un espacio que “parece una casa” y no un hospital, coincidieron Marcos y Cristoforone.

Los niños que están internados en el Pereira Rossell que sean autorizados por sus médicos a hacerlo podrán ir a la sala y asistir a las clases a cargo de docentes de ANEP-CEIP.

La idea es que jueguen, socialicen y también tengan acceso a instancias de educación formal para que en ese tiempo que no van a la escuela “no pierdan el hilo de las clases”, dijo Marcos.

También habrá actividades de educación no formal como, por ejemplo, talleres de música, manualidades, clubes de lectura, computación, expresión, ente otras cosas, para que puedan distraerse y aprender.

Espacio iluminado con vista al parque.

Cristoforone contó detalles de cómo es el lugar en el que se está construyendo la sala: “Tiene unos ventanales que dan al parque, son espacios bien iluminados con una vista preciosa. Tratamos de aprovechar lo más posible la luz natural porque es un lugar que dará un respiro a los pacientes y sus familias de lo que es el interior del hospital”.

La doctora dijo que se calcula que serán entre 25 y 30 los niños que podrán hacer uso de la sala al mismo tiempo: “En promedio tenemos ingresado un pico de 186 camas en invierno y unas 145 a esta altura del año. Pero hay muchos pacientes que tienen, por ejemplo, alguna patología aguda y no van a poder ir”, explicó. Y añadió que el espacio está pensado para que con ese número de asistentes todos estén cómodos.

Marcos resaltó que el proyecto dará lugar a las personas que quieran ayudar como voluntarias en diversas tareas como para la enseñanza de manualidades o quieran hacer un club de lectura. “Vamos a estar abiertos muchas horas al día y la idea es tener muchas actividades”, afirmó. La sala funcionará todos los días de 8 a 20 horas.

Marcos resaltó que existe “un triángulo bastante saludable ente lo que es la gestión pública por parte del hospital, la organización sin fines de lucro que es la Casa Ronald McDonald´s y varias empresas”, ya que en conjunto pudieron hacer posible la construcción de este nuevo espacio.

Pequeños detalles importantes en la internación.

En la sala, los niños siempre deben estar acompañados por un adulto y las familias también tendrán un espacio para distenderse.

Cristoforone contó que “el objetivo es que haya un lugar para que descansen, se tomen un café, estén fuera de la habitación. Porque son muchas horas las que pasan ahí adentro y en la sala no hay espacio como para desayunar, almorzar, sentarse un rato a conversar”.

Marcos añadió que el proyecto es muy valioso porque responde a algo que el hospital necesita. Destacó la importancia que tiene en el proceso de recuperación que el niño pueda levantarse de la cama e ir a almorzar con sus padres en un lugar que sea similar a su casa, donde haya una mesa y sillas.

“Estar en un entorno agradable, poder salir y comer con la familia, hacer pequeñas cosas, son bien importantes para una internación”, concluyó Cristoforone.

Una mirada que va más allá de lo asistencial.

Los médicos son los que darán la autorización a los pacientes que puedan concurrir: “La idea es que funcione como hacemos con la Casa Ronald McDonald´s, que ya todo el hospital sabe que este espacio existe”, señaló Sandra Marcos, directora de la organización.

Es así que el personal médico informa a la familia de que está disponible esta posibilidad de moverse dentro del hospital y el niño puede concurrir a la sala educativa, siempre acompañado por un adulto.

Paralelamente, la casa que funciona en el predio del hospital alberga de forma gratuita a padres y madres con hijos internados. También recibe a niños que asisten por tratamientos y consultas: se pueden quedar, por ejemplo, mientras esperan su turno o desde que les dan el alta y llega la hora del traslado.

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