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El tigre de Tasmania era un marsupial y se transformaba en un perro al salir del vientre

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Tigre de Tasmania
This undated handout photo received on May 20, 2008 from the University of Melbourne shows two Tasmanian Tigers before their extinction in the 1930s. Scientists said on May 20, 2008 they had "resurrected" a gene from the extinct Tasmanian tiger by implanting it in a mouse, raising the long-term possibility of bringing animals such as dinosaurs back to life. In what they describe as a world first, researchers from Australian and US universities extracted a gene from a preserved specimen of the doglike marsupial -- formally known as a thylacine -- and revived it in a mouse embryo. RESTRICTED TO EDITORIAL USE GETTY OUT AFP PHOTO/UNIVERSITY OF MELBOURNE (Photo credit should read AFP/AFP/Getty Images)
AFP/AFP/Getty Images

Animales

El hoy extinto tigre de Tasmania abandonaba en la bolsa de su madre su apariencia de marsupial, el linaje al que pertenecía, para adquirir la de un perro, según un estudio publicado este miércoles en la revista británica Royal Society Open Science.

Tigre de Tasmania
Tigre de Tasmania. Foto: Wikimedia Commons

"El tigre de Tasmania empezaba su viaje en la vida como cualquier otro marsupial, con antebrazos fuertes para poder escalar a la bolsa de su madre", explica Christy Hipsley, coautora del estudio, en un comunicado de Museums Victoria, organización que gestiona varios museos en el sur de Australia.
"Pero cuando salía, 12 semanas después, de este espacio protegido para hacer su vida, parecía más un perro o un lobo, con miembros posteriores más largos que los anteriores", añade.

El tigre de Tasmania, también conocido como tilacino, era nativo de Australia, donde llegó a estar muy extendido. Era un marsupial, por lo que las crías nacían con un desarrollo incompleto que terminaban en la bolsa de su madre.

Se cree que se extinguió en 1936, con la muerte del último ejemplar conocido.

A falta de animales vivos, los investigadores de Museums Victoria y de la Universidad de Melbourne escanearon y crearon modelos digitales en 3D de los 13 especímenes conocidos de tigre de Tasmania dispersado por colecciones en todo el mundo.

Estos ejemplares permitieron a los expertos reconstituir las diferentes etapas de su crecimiento posnatal.

Esta metamorfosis precoz representa uno de los mejores ejemplos de "evolución convergente", el fenómeno que hace que animales genéticamente muy diferentes acaben pareciéndose al adaptarse al mismo entorno.

En el caso del tigre de Tasmania y del dingo (un perro salvaje australiano), que compartieron por última vez ancestros hace unos 160 millones de años, su cabeza y su cuerpo se habrían desarrollado de forma similar debido a técnicas de cacería y dietas de carne comunes.

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