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Termitas en Brasil construyen una ciudad subterránea del tamaño de Gran Bretaña

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Toda esta obra de ingeniería animal se extiende en una superficie de 230.000 km2. Foto: AFP
Handout video grab released by US scientist Roy Funch taken in January, 2018 showing termite colonies found in the northeast of Brazil near Palmeiras, a small town in the state of Bahia. For thousands of years two hundred million mounds were linked together by tunnels, on a surface equivalent to that of Great Britain, creating a lunar landscape which was now made visible through deforestation. - RESTRICTED TO EDITORIAL USE - MANDATORY CREDIT "AFP PHOTO / SCIENTIST ROY FUNCH / JAIME SAMPAIO" - NO MARKETING NO ADVERTISING CAMPAIGNS - DISTRIBUTED AS A SERVICE TO CLIENTS / AFP / SCIENTIST ROY FUNCH / Jaime Sampaio / RESTRICTED TO EDITORIAL USE - MANDATORY CREDIT "AFP PHOTO / SCIENTIST ROY FUNCH / JAIME SAMPAIO" - NO MARKETING NO ADVERTISING CAMPAIGNS - DISTRIBUTED AS A SERVICE TO CLIENTS BRAZIL-NATURE-TERMITES-MOUNDS-DEFORESTATION
JAIME SAMPAIO/AFP

Ingeniería animal

Las termitas Syntermes dirus miden un centímetro, pero durante casi cuatro milenios en Brasil han creado una red subterránea de túneles y cuyas excavaciones han dejado 200 millones de montículos de tierra sobre una superficie del tamaño de Gran Bretaña.

"Es el mayor ejemplo conocido de bioingeniería y construcción en la superficie de la tierra por una sola especie -fuera del ser humano- y todo hecho por un insecto de más o menos un centímetro de longitud", explica a la AFP Roy Funch, biólogo estadounidense naturalizado brasileño.

Toda esta obra de ingeniería animal se extiende en una superficie de 230.000 km2, en el noreste de Brasil. Funch y otros tres investigadores, dos estadounidenses y un británico, publicaron su hallazgo la semana pasada en la revista científica Current Biology.

Según detallan, la tierra excavada por estos pacientes insectos para crear semejante estructura equivale a "4.000 pirámides de Giza", en Egipto, también milenarias.

Los habitantes del lugar conocen desde siempre como "murundus" a estos montículos de 2,5 metros de alto y unos 9 metros de diámetro, cubiertos por la vegetación de la "caatinga", el bioma semiárido del pobre noreste brasileño.

Pero la deforestación por la acción humana dejó más visibles los termiteros, y el uso de imágenes satelitales permitió concluir el área que cubren. Más del 90% pertenece al estado de Bahía. "Entonces quedó clara su extensión, y la importancia científica del fenómeno", agrega Funch.

Toda esta obra de ingeniería animal se extiende en una superficie de 230.000 km2. Foto: AFP
Toda esta obra de ingeniería animal se extiende en una superficie de 230.000 km2. Foto: AFP

Las imágenes divulgadas en el estudio muestran vastas extensiones de tierra punteada por estos montículos cónicos, prácticamente idénticos y con una distribución regular, separados por unos 20 metros uno de otro.

El diseño de la ciudad.

Para determinar la antigüedad de la obra, los científicos recogieron muestras del suelo de once montículos y verificaron cuándo fue la última vez que estuvieron expuestas al sol. La muestra más antigua arrojó 3.820 años. Esas edades son comparables a las de las termitas más antiguas del mundo en África, dice la publicación.

Ahora que se ha determinado que estos termiteros son parte de una gran "ciudad" subterránea, la idea de los científicos es seguir investigando su distribución y funcionamiento. Se sabe, por ejemplo, que los termiteros tienen un túnel vertical que conecta los túneles subterráneos con la superficie.

En cambio, los montículos de tierra que quedan en la superficie son simplemente la tierra removida por las termitas para su obra. "Los montículos aparentemente no tienen función de albergar los nidos de las termitas. Sirven solamente para retirar la tierra que cavan las termitas, continuamente por debajo del suelo", explica Funch.

Se sabe también que estas estructuras subterráneas les sirven a estos insectos para protegerse del "medio inhóspito (y peligroso) de la superficie". Según el estudio publicado, los túneles nunca quedan abiertos al ambiente, así que no se trata de un sistema de ventilación sino de una vía de comunicación.

Por la noche, cuando hay comida disponible, grupos de 10 a 50 "trabajadores" y "soldados" emergen desde los montículos a través de tubos temporales de un diámetro de 8 milímetros, excavados desde abajo.

Toda esta obra de ingeniería animal se extiende en una superficie de 230.000 km2. Foto: AFP
Foto: AFP

Después de usados, los túneles temporales se cierran herméticamente. "No tenemos idea de la arquitectura de estas 'ciudades' de los insectos. Deben tener una habitación para la reina, guardería, espacios para guardar comida..., y muchos túneles conectándolo todo, pero todo es desconocido para la ciencia", agrega el biólogo.

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