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Los síntomas cada vez más alarmantes del cambio climático

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"El cambio climático llegó para quedarse", indicó el gobernador Alckmin. Foto: Reuters.
A bottle is seen on cracked ground as men fish at the Atibainha dam, as the lake dries up due to a prolonged drought in Nazare Paulista, Sao Paulo state, in this October 17, 2014 file photo. A severe drought is accelerating Brazil's expected descent into recession, adding to President Dilma Rousseff's woes as she takes unpopular austerity measures and faces economic fallout from a corruption scandal at state-run oil company Petrobras. Sao Paulo, Brazil's largest city, has nearly run out of water and the whole country faces power rationing as the worst drought in more than 80 years dries up hydroelectric reservoirs. The water and energy shortages are hitting just as the government moves to cut spending and raise taxes to restore business confidence shaken by her interventionist policies and revelations of a massive kickback scheme at Petrobras. Picture taken October 17, 2014. REUTERS/Nacho Doce/Files (BRAZIL - Tags: POLITICS CRIME LAW ENVIRONMENT)
NACHO DOCE/REUTERS

MEDIO AMBIENTE

Concentraciones récord de CO2, elevación del nivel de las aguas, retroceso de los hielos: cada vez más alarmantes, los principales indicadores del cambio climático ponen en evidencia la urgencia de actuar, en momentos en que se abre en Bonn la 23ª conferencia de la ONU sobre cambio climático.

Récords de calor. El planeta batió en 2016 su tercer récord anual consecutivo de calor, con una temperatura superior de alrededor de 1,1ºC respecto a la media de la era preindustrial, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

El siglo XXI cuenta ya con 16 de los 17 años más calurosos desde que empezara el registro de temperaturas, en 1880.

En el Ártico, la extensión del hielo estival de 2016 fue la segunda más reducida jamás registrada (4,14 millones de km2, por detrás de la de 2012). En algunas regiones de Rusia, la temperatura fue 6ºC o 7ºC superior a lo normal.

En el otro extremo de la Tierra, en la Antártida, la banquisa perdió en la primavera austral (noviembre) casi 2 millones de km2 respecto a la media de los 30 últimos años: era de 14,5 millones de km2 en 2016, y de 16,35 millones entre 1981 y 2010.

El deshielo de los glaciares en los macizos alpinos continuó por 36º año consecutivo.

Las grandes ciudades, por el efecto de las "islas de calor" generadas por el hormigón y el asfalto, podrían ganar hasta 8°C adicionales de aquí a 2100.
Y aunque se limite el alza a 2ºC --la meta del acuerdo de París-- ciudades como Yakarta, Lagos, Caracas o Manila superarán el umbral de "calor letal" durante la mitad del año.

400 partes por millón. La concentración de los tres principales gases de efecto invernadero -dióxido de carbono (CO2), metano y oxido nitroso- alcanzó nuevos máximos en 2016.

"Mientras que en 2015 era de 400 partes por millón (ppm), la proporción de dióxido de carbono en la atmósfera (...) alcanzó 403,3 ppm en 2016" y "representa ahora 145% con relación a la era preindustrial", según la OMM. Se trata del nivel más alto en 800.000 años.

Las emisiones de gases de efecto invernadero fruto de la energía fósil deberían estabilizarse en 2016 por tercer año consecutivo, un avance inédito ligado a los esfuerzos de China, pero aún así insuficiente, según el balance de los científicos de Global Carbon Project.

Los investigadores han alertado además sobre un auge repentino e inexplicado del metano, que tiene un efecto invernadero mayor que el del CO2.

+3,3 mm al año. El nivel de los océanos sigue subiendo. Según un estudio reciente, el fenómeno, que se pensaba que era gradual hasta la fecha, parece acelerarse: el nivel de los mares ha crecido entre un 25 y un 30% más rápido de 2004 a 2015, que durante el periodo 1993-2004.
Este incremento podría intensificarse a medida que los glaciares y casquetes glaciares se deshielan (Antártida, Groenlandia).
El alza es más rápida en algunos puntos, como el Pacífico y el océano Índico.

Catástrofes naturales.
El calentamiento favorece los episodios meteorológicos extremos, en particular las sequías y las olas de calor, señala un estudio de la OMM.

Según algunos climatólogos, el volumen de sequías, incendios forestales, inundaciones y huracanes debidos a las alteraciones del clima se ha duplicado desde 1990.

La violencia de los tifones en China, Taiwán, Japón y las dos Coreas debería aumentar, según un estudioque indica que en los 35 últimos años, los tifones que han golpeado el este y el sureste asiático han ganado entre un 12 y un 15% de intensidad".

Al mismo tiempo, la frecuencia de las tormentas extremas se ha triplicado en el Sahel por culpa del calentamiento global, advierto otro estudio.
Aunque el alza de temperaturas mundiales se limite a 2ºC, las mortíferas olas de calor se volverán más frecuentes, especialmente en las zonas tropicales.

Según el Banco Mundial, las pérdidas vinculadas con los desastres naturales ascenderán a 520.000 millones de dólares al año y arrastrarán a 26 millones de personas a la pobreza anualmente.

1.688 especies afectadas. De las 8.688 especies amenazadas o casi amenazadas, el 19% (1.688) se ven afectadas por el cambio climático, tanto por las temperaturas como por los fenómenos extremos que éste entraña.
La Gran Barrera de coral ha registrado su peor episodio de blanqueo por segundo año consecutivo. Además, los corales que se hayan visto afectados dos años seguidos no podrán recuperarse, según científicos australianos.

Un aumento de las temperaturas superior a 1,5ºC, un ambicioso límite incluido en el acuerdo de París junto con el de 2ºC, traería consigo además una alteración de los ecosistemas de la cuenca mediterránea inédita en 10.000 años.

Singapur abre una "sala de furia" para luchar contra el estrés
(AFP) Singapur ha puesto en marcha desde hace unos meses una "sala de furia" donde trabajadores y estudiantes pueden romper objetos con un bate de béisbol y evacuar así el estrés.

La llamada "sala de fragmentación" ("Fragment room"), con gruesas paredes de hormigón, permite al que quiera, tras el pago de una entrada, a ponerse una bata blanca, un casco, guantes y zapatos de protección para destrozar platos, vasos o impresoras con un bate de béisbol.
La sala, abierta desde hace seis meses, atrae a muchos habitante esta ciudad-estado del sureste de Asia, un país ultramoderno y rico pero conocido también por el nivel de estrés de sus ciudadanos, provocado por el espíritu de competición.

"En Singapur todo el mundo está estresado, da igual cual sea su origen o su pasado", dice a la AFP Royce Tan, el creador de la sala. "En la escuela, en el trabajo o en las relaciones personales todo es estresante", asegura.
El lugar, parecido a los que ya existen en otras ciudades del mundo, ofrece dos opciones, cada una de media hora de duración: o bien romper un número limitado de objetos por 38 dólares de Singapur (24 euros) o bien el "pack de aniquilación", que cuesta 350 dólares (220 euros).

La sala, instalada en una antigua fábrica de fideos, proporciona los objetos a sus clientes aunque también los pueden traer de casa.

Entre los clientes hay dos estudiantes de 18 y 19 años que tras terminar sus exámenes vinieron a destrozar varias objetos, entre ellos una impresora.
"Cuando estamos en clase imprimimos muchas cosas, por eso poder romper una impresora es increíble", explica Kylie Low, una estudiante de derecho

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