Publicidad

Simulan en desierto la vida humana en Marte

Compartir esta noticia
Se estima que las primeras misiones tripuladas a Marte podrían desarrollarse a lo largo de la década de 2030.

CÓMO SERÁ LA VIDA EN OTRO PLANETA

El fin es experimentar cómo vivir con recursos limitados.

Natalia Larrea, una ingeniera española de 33 años, fue la comandante en una misión simulada a Marte llevada a cabo en el desierto de Utah (Estados Unidos) y, aunque admite que es “un momento apasionante” para la exploración espacial, aún quedan “desafíos que superar” para que los humanos pisen el planeta rojo.

Larrea permaneció dos semanas en una base de ensayos que Mars Society, una asociación dedicada a promover la exploración y el asentamiento humano en Marte, tiene en esa zona por su parecido geológico con el planeta marciano.

La misión se llevó a cabo el pasado mes de febrero y, tal y como relata ahora a Efe esta ingeniera de Telecomunicaciones, estuvo al mando de una tripulación de siete miembros.

Larrea fue elegida el año pasado como “International Emerging Space Leader” por parte de la Mars Society y el reciente entrenamiento tuvo lugar en la base Mars Desert Research Station.

Durante la misión, el equipo estuvo aislado del exterior: solo se comunicaron con la base de control y salieron en actividades planeadas con un “traje espacial simulado”, que “no está presurizado como los que usan los astronautas en la realidad, pero sí que forma parte de la simulación”, explicó Larrea.

Lo más difícil de este entrenamiento fue acostumbrarse a vivir con recursos limitados, como el agua o la comida, que es enlatada y deshidratada, aunque ha subrayado que no tuvo que enfrentarse a “ningún desafío extremo”.

En el proyecto, el equipo tomó muestras geológicas del desierto, realizó observaciones astronómicas e incluso intentó cultivar plantas en un invernadero que existe en la base. Y es que, “la idea es que, si un día llegamos a Marte, utilicemos los recursos de su superficie”.

Además, este tipo de simulaciones sirven para la creación de guías y protocolos de operaciones para ser usadas en futuras misiones, aunque la ingeniera puntualizó que aún se tienen que producir desarrollos tecnológicos para que estas misiones sean una realidad.

“El enfoque de todas las agencias espaciales, y también en el sector privado, es volver a la Luna para establecer allí una presencia estable en la próxima década como paso intermedio a las misiones tripuladas a Marte, que se planean para la década de 2030”, dijo Larrea, que cursó en Canadá un máster en ingeniería aeroespacial, en el cual se unió a NASA Academy.

Chinos quieren ir

En el medio de estos estudios sobre el planeta rojo, China no quiere quedarse afuera. Ingenieros de ese país están trabajando en el desarrollo de los motores que se usarán en las próximas misiones espaciales que la llevarán por primera vez al planeta rojo.

La fecha estimada de arribo es en el 2020. El presidente de la Academia de Tecnología de Propulsión Aerospacial de China, Liu Zhirang, apuntó que los motores deberán ser aún más compactos que los destinados a las misiones a la Luna, dadas las peculiaridades de la atmósfera marciana, y dotados de mayor autonomía, ya que la distancia a la Tierra puede que retrase las señales desde los centros de control.

“El control de temperatura será el factor más importante para determinar si los motores funcionan bien”, apuntó el experto, quien agregó que éstos deberán ser no solo resistentes, sino ligeros y lo más pequeños posible.

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

Martevida actual

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad