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Un grupo de investigadores analizó un grupo de genes que sufren modificaciones a lo largo de la vida y descubrió que las experiencias de la infancia están íntimamente relacionadas con nuestra salud adulta.

Un equipo de investigadores de la Universidad Northwestern, Estados Unidos, descubrió que ciertas experiencias de nuestra infancia modifica nuestros genes y afectan nuestra salud durante la vida adulta.

Nuestro genes están prácticamente definidos desde el momento que somos concebidos. Sin embargo existen algunos, que sufren cabios epigenéticos, lo que quiere decir que se modifican con el paso del tiempo.

En torno a esos genes investigó el equipo de Thom McDade, a alrededor de 500 personas en Filipinas, de los que incluyó datos obtenidos a principios de los años 80. Los análisis arrojaron que los procesos inmunes que regulan la inflamación estaban íntimamente relacionados con las experiencias de la infancia como la clase social, el abandono o el momento estacional del nacimiento de una persona, informó Muy Interesante.

Esto quiere decir que al conocer ciertos datos de la infancia de las personas se puede predecir si ciertos grupos de genes se han modificado. Desde el punto de vista práctico, esto podría ayudar a explicar la aparición enfermedades cardíacas o inflamatorias.

Además, los cambios podrían afectar al sistema inmune y de esa manera cambiar la forma en que los cuerpos adultos se comportan ante las enfermedades.