El Fjord III, un emblemático velero uruguayo, participa en la Semana de Clásicos que comenzó en Punta del Este.

La proa de peteribí del Fjord III, uno de los veleros más emblemáticos del Río de la Plata, atravesaba ayer el oleaje de Punta del Este con la misma sutileza que un bailarín del Bolshoi atraviesa el escenario.

El viento soplaba con fuerza después del mediodía. Grandes chorros de agua caían sobra la proa del Fjord III, una embarcación clásica construida hace 69 años por el mítico diseñador argentino Germán Frers (p).

El agua salobre corría por la regala y la teka de Birmania de la cubierta, refaccionada hace dos años en el astillero de Federico García ubicado en Piriápolis.

Nada en el Fjord III es producto del azar. Subir al velero de madera barnizada significa viajar en el tiempo y echar un vistazo a la "época dorada" de la vela rioplatense. En las primeras décadas del siglo pasado, Frers fue uno de los diseñadores argentinos que popularizó la vela de océano construyendo barcos regateros que aún navegan.

El Fjord III fue botado en 1947 con el propósito de que corriera la regata Buenos Aires-Río de Janeiro. Esa disputa comenzó con una serie de bromas entre veleristas argentinos y brasileños hasta que la rivalidad se transformó en una competencia.

La primera regata se largó el 4 de enero de 1947. Frers y el Fjord III partieron 24 horas tarde. El Fjord III empleó el menor tiempo real de todos los participantes. Ganó la Copa Horizonte. La segunda regata Buenos Aires-Río de Janeiro, que se corrió en 1950, la ganó el Fjord III. La embarcación también obtuvo un importante premio en la mítica carrera Newport-Bermudas. Como un verdadero pura sangre de los mares, el velero ganó la mayoría de las carreras en que participó.

Ayer el Fjord III fue el único barco uruguayo que corrió el "Circuito La Barra", primera prueba de la "Semana de Clásicos 2016". Compitió contra ocho embarcaciones argentinas de primer nivel y una vistosa goleta brasileña de 1923, la más antigua de las participantes (ver resultados aparte).

"El Fjord III lanzó a la fama a Frers. Para nosotros es un placer que el velero esté otra vez corriendo en aguas del Río de la Plata", dijo su dueño, Scott Perry.

El navegante, quien posee un establecimiento agropecuario en Soriano, no es un recién llegado a la náutica. El Fjord es el undécimo velero de Perry, quien corrió regatas en los últimos 30 años en varias partes del mundo.

Scott es uno de los siete vicepresidentes de la Federación Internacional de Vela. Su actual misión es organizar los próximos JJ.OO. y paraolímpicos de vela en Río de Janeiro.

Frers diseñó cuatro veleros muy similares: el Fjord III, el Joanne, el Cippino y el Angelus. Los tres primeros también participan en la Semana de Clásicos.

Perry había navegado en varias ocasiones en el Joanne, propiedad de una prima de su esposa. "Él siempre se bajó del Joanne riéndose por las buenas cualidades marineras de la embarcación. En una oportunidad le dije que debíamos comprar un barco gemelo y le gustó la idea", recordó el capitán del Fjord III, Billy Torres.

Torres supo que el Fjord III había pasado de mano en mano después que Frers lo vendiera al empresario y velerista argentino, Raúl G. Decker en 1953. Este, a su vez, lo transfirió a un velerista norteamericano. En los últimos 30 años, el Fjord fue propiedad de unos hippies, de un jugador de fútbol americano y de un cirujano plástico que lo refaccionaron y lo transformaron en un crucero.

En 2012, Perry envió a Torres a Estados Unidos con la misión de inspeccionar el estado del velero. Luego que Torres dio su visto bueno, Perry lo compró a su entonces dueño, quien estaba embarga- do por el fisco norteamericano. "Traerlo al Río de la Plata fue una odisea. El casco y el mástil fueron transportados por dos camiones de una costa a otra de Estados Unidos. De allí fue llevado en barco de carga hasta el Río de la Plata", dijo Perry.

El velero estuvo ocho meses en el astillero de García. Fue llevado a su estado original: García le sacó el plastificado de la cubierta y le colocó teka de Birmania, una madera imputrescible. También barnizó la bañera (lugar donde se ubica el timonel), la cabina y el mástil con 12 manos de barniz.

Los 11 tripulantes del velero Fjord III se preparan para la largada de la primera regata de la "Semana de Clásicos de Punta del Este". Su propietario, Scott Perry, llevó el timón del emblemático velero de 50 pies de eslora (15 metros de largo); 3.90 metros de manga (ancho) y 2.30 metros de calado (profundidad). El casco, el mástil y la botavara del Fjord III son de madera peteribí.

El velero Delphis (ARG) de Daniel Sielecki resultó ganador ayer de la primera etapa de "Semana de los Clásicos Punta del Este 2016", según los resultados provisorios publicados por el Yacht Club Argentino. En segundo lugar llegó el Cippino (ARG) y en tercer lugar, el Horizonte (ARG).

El velero uruguayo Fjord III arribó en séptima posición entre 10 competidores de la categoría "Vintage". El recorrido realizado por las embarcaciones fue de 15,8 millas (alrededor de 25 kilómetros). Restan otras tres etapas.

El capitán del Fjord III, Billy Torres, está atento hasta los últimos detalles de la embarcación. Ideó un "sistema" con tapas de madera que oculta todos los implementos tecnológicos que facilitan la navegación. GPS, ecosondas, anemómetros y plotter quedan fuera de la vista del visitante. El barco está pensado para regatear. Su anterior dueño lo había transformado en un crucero con un cómodo baño que incluía hasta un calefón. Apenas lo adquirió, Scott Perry le quitó esos implementos.

VERANO 2016EDUARDO BARRENECHE