De la Punta a José Ignacio: una travesía de 5 estrellas

10/01/2016, 06:02

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L´Auberge: el estilo con la arquitectura normanda caracteriza al 1948.

Hoteles modernos, clásicos, apart y boutique están colmados y tienen reservas hasta el mes de febrero.

Acaba de cumplir un año. The Grand Hotel, en la Brava, tiene 119 habitaciones, el 90% de ellas con vista al océano. La superficie estándar de cada una es de 36 metros, y la tarifa promedio oscila entre US$ 700 y US$ 800 por día. La suite presidencial, de 160 metros cuadrados, cuesta US$ 10.000 a diario. La estadía promedio de los huéspedes ronda los 4 días. Sirvió de escenario al desfile del diseñador Di Domenico.

En LAuberge, en el barrio Parque de Golf, los turistas se quedan 5 días en promedio. A esta altura, como en toda la hotelería, predominan los argentinos. Entre 36 habitaciones, la tarifa más baja es de US$ 300 para suites que se encuentran en la famosa torre de 14 pisos. La más cara vale US$ 900.

Una especialidad de la cocina son los waffles, con salsas y mermeladas caseras, a $ 350. Otro atractivo son los jardines y la propia edificación, obra del arquitecto argentino Arturo Dubourg, que surgió con solo 10 habitaciones, en 1948.

Casa Suaya, de José Ignacio, ofrece 19 habitaciones y se caracteriza por las figuras famosas que hospedó: desde Paris Hilton hasta Pampita, que está ahora allí. Los precios de las habitaciones, que van desde 50 a 70 metros cuadrados, varían entre US$ 800 y US$ 1.200, para dos personas.

Las Cumbres no solo luce cinco estrellas sino que ha sido considerado entre los mejores 100 hoteles del mundo. Arte y rélax están entre sus propuestas, a 250 metros sobre el nivel del mar, a orillas de la Laguna del Sauce y a 5 minutos de Punta Ballena. Posee 28 suites sofisticadas, con vistas a bosques y lagos. Los precios en esta época varían entre US$ 235 y US$ 675. La cama extra, US$ 60 por día.

A orillas de la Laguna Garzón, el Laguna Lodge propone 12 habitaciones flotantes, sobre palafitos en el agua, un turismo ecológico con avistamiento de aves y deportes náuticos.

Por US$ 350 al día es posible disfrutar allí la reserva de biosfera entre campo y mar, que es Patrimonio de la Humanidad, aunque ya se comprueban cambios en el paisaje natural debido al puente circular.