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Proyecto Migrantes: contención para no ser extraños en Montevideo

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Proyecto Migrantes

UN PROGRAMA DE KOLPING URUGUAY

La propuesta ofrece apoyo a jóvenes que se mudan a la ciudad para estudiar o trabajar.

¿A qué estudiante que pasa de secundaria a la universidad no le ha ocurrido experimentar un sacudón? Y si a eso le sumamos mudarse de ciudad, el golpe puede ser doble. El Proyecto Migrantes, de la organización sin fines de lucro Kolping Uruguay, está enfocado a esos jóvenes que llegan del interior a estudiar a Montevideo y no conocen a nadie. Están solos.

“La idea es apoyarlos y generar una contención, una orientación para sostener a estos gurises en este proceso de aterrizaje a la capital”, explicó la psicóloga Inés Marzaroli, especialista en temas de educación y coordinadora de esta iniciativa que ya lleva tres años funcionando en nuestro país, dirigida a jóvenes de entre 18 y 23 años de edad.

“Algunos vienen con una estructura más armada porque ya tienen contacto con la gran ciudad, sea porque tienen familiares o por la cercanía del lugar de origen, pero hay otros que llegan en condiciones muy precarias, con una ilusión y poco más. Una ilusión que es de ellos y de su familia. Cuando llegan, las dificultades son importantes; muchos se vuelven y otros quedan como perdidos, sin haber cumplido sus objetivos. La idea de este programa es justamente sostenerlos, ayudarlos a que cumplan con sus metas”, dijo la especialista.

El Proyecto Migrantes se desarrolla en tres líneas de trabajo. La primera es grupal y consiste en reuniones quincenales donde los jóvenes comparten en que está cada uno. “Es una instancia para ir fortaleciendo los vínculos. Cuentan en qué están en el estudio o en el trabajo, cómo se están bancando en la residencia o en su apartamento, si tienen dificultades… Es interesante porque entre ellos mismos van surgiendo las soluciones, por ejemplo, para saber dónde inscribirse o dónde sacar boletos”, detalló Marzaroli sobre una instancia en la que se pretende que lo grupal comience a reponer, de alguna manera, lo que perdieron en la mudanza.

Hasta el momento los resultados han sido positivos, ya que desde los propios chicos ha surgido la iniciativa para juntarse fuera de estas reuniones, sea para ir a tomar mate a la rambla o comer unas pizzas en la casa de alguno de ellos. “Eso es lo que queremos lograr, que tengan a quién llamar para compartir también el tiempo libre”, apuntó la psicóloga.

La segunda línea de trabajo es individual y es directamente con Marzaroli, quien se ocupa de atender requerimientos más específicos. “Unos están extrañando mucho y vemos si eso les complica para concentrarse para estudiar; otros no entienden bien cómo organizarse para la vida universitaria y hay quienes tienen un problema más de adaptación. También están los que buscan trabajo y los ayudamos a elaborar el currículum. La búsqueda laboral es otro gran desafío, ya que con lo que les manda la familia no les alcanza”, explicó. Marzaroli aclaró que no se les consigue trabajo. “Siempre es una tarea de apoyo, contención y orientación. Los ayudamos a ordenar sus sentimientos y emociones”, afirmó.

La tercera línea es recreativa y tiene que ver con buscarles actividades para realizar en el tiempo libre. En tal sentido, han viajado a Colonia por el día, han salido a comer o se han juntado en la casa de alguno de los miembros para cocinar y jugar a las cartas. “Se pasa un rato más familiar. Si bien es algo recreativo, también se trata de apropiarse de la ciudad, conocerla desde otra perspectiva”, acotó la profesional.

Convocar.

En estos momentos, el Proyecto Migrantes atiende a unos 20 chicos. En un principio se comenzó a trabajar con jóvenes ya relacionados con Kolping, pero la idea es ampliar el programa a todos aquellos que estén interesados.

Las vías de contacto son las siguientes: migrantes@kolping,org.uy, el teléfono 24860060 interno 503 y el WhatsApp 098 772193.

Si bien Kolping es una organización internacional de origen católico, no se exige profesar la religión para sumarse al proyecto. Cabe destacar que el 90% de la estructura es llevada adelante por laicos. Lo que sí se pretende es que se respeten una serie de valores que tienen que ver con el relacionamiento, el compañerismo y el respeto.

Tampoco es necesario poner dinero ya que todo está financiado por esta comunidad creada por el Padre Adolfo Kolping en Alemania, en la época de la revolución industrial. El Proyecto Migrantes usa la infraestructura que tiene Kolping.

La especialista señaló que lo que más caracteriza a estos jóvenes es la dificultad de inserción en los primeros años, en los que se mezcla la mudanza con el comienzo de una nueva etapa en sus estudios. “Todos tienen la cuestión, en mayor o menor grado, de que están muy solos. El tiempo libre, por ejemplo, es una dificultad. Muchas veces se quedan en el cuarto de la residencia viendo series, porque no tienen la familia que los llame a almorzar y las barras de amigos se van rompiendo. A veces pasa que vienen varios de una generación, pero estudian cosas distintas, viven lejos unos de otros o tienen horarios distintos”, detalló.

Otro punto en común es que la mayoría tiene algún tipo de beca que sostener, están muy justos en lo económico y deben aprender a autogestionarse la vida personal y las finanzas. “Tienen la presión de que si no salvan determinado porcentaje de materias, pierden la beca. A veces la pierden en el primer año, que es el más difícil y el que les lleva más tiempo adaptarse”, agregó. Hasta el momento, los que se han vuelto al interior ha sido por temas personales o familiares, no los que aborda Proyecto Migrantes.

Para Marzaroli es muy importante dejar en claro que atravesar el traslado del interior a la capital es una experiencia de vida muy interesante. “No hay que asustarse; se puede. Yo soy del interior, pasé por eso, y hoy lo miro a la luz de los años y es una vivencia muy valiosa. Lo volvería a hacer”, dijo. E invitó a quienes tengan la posibilidad, que se animen a transitar la experiencia y que no lo hagan solos. Proyecto Migrantes es una posibilidad de ayuda que está a su disposición.

Comunidad internacional

Kolping Uruguay es una asociación católica creada en 1985. Integra la Obra Kolping Internacional, fundada a mediados del siglo XIX por el Padre Adolfo Kolping en Alemania, presente hoy en 60 países de los cinco continentes. Uno de sus programas es Proyecto Migrantes, que tiene como objetivo el acompañamiento a jóvenes del interior que vienen a Montevideo a estudiar o a trabajar. Se trata de un espacio de referencia y apoyo.

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