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Las redes sociales, los filtros, el estar inmersos en el mundo digital, y la presión que estas herramientas pueden generar en las personas son de interés para Dove Uruguay. Y es que es las aplicaciones como Instagram, Snaptchat, entre otras, influyen significativamente en el deterioro del autoestima. La pandemia, a su vez, no hizo más que profundizarlos.

Por eso, es momento de revertir el daño. Y, a 15 años de la icónica película “Evolution” en la que Dove abordó la manipulación de imágenes en la publicidad, la marca mantiene su compromiso con el problema de la distorsión digital a través de la campaña "Detrás de la Selfie". Esta iniciativa apunta a sensibilizar a adultos, niñas y adolescentes sobre el impacto de las herramientas de edición en su autoestima y percepción de la imagen corporal.

En este sentido, promovió una investigación local realizada por Id Retail sobre una muestra de niñas y adolescentes de entre 10 y 17 años.

El estudio señala que a los 13 años el 80% ya utilizó alguno de los filtros que las redes sociales ponen a disposición para modificar su imagen.
 
El uso de estas herramientas está generando un debilitamiento de la seguridad y el cariño propio: un 47% de ellas desearía estar más conforme de quién es y de su aspecto y al 56% le gustaría estar más orgullosa de su cuerpo y de lo que es capaz.

Por otra parte, el 51% de las chicas dijo que los filtros pasaron a ser parte de su vida cotidiana y declararon haberse descargado un programa de edición de fotos para realizar estos retoques. Además, el 71% afirmó que los usa para lograr una mejor selfie, porcentaje que asciende a 76% entre los 14 y los 17 años.

Mostrarse espléndidas en estas fotos para las redes es una presión impuesta sobre más del 60% de las encuestadas, quienes afirmaron que eliminarían una foto que hayan subido y se tomarían otra si no se encontraran conformes con el resultado o también le pedirían a un amigo su opinión sobre si la selfie es la correcta. 
 
Para lograr los estándares de belleza que impone la sociedad y que se replican en las redes sociales, el filtro resulta una herramienta fundamental. En este sentido, el 43% de las chicas declaró haberlo utilizado para emparejarse la piel al menos una vez y un 29% lo hizo para disminuir su abdomen.
 
A pesar de que el uso de estos filtros es una realidad instaurada entre las jóvenes y son conscientes de ello, la disociación entre la imagen real y aquella modificada continúa generando inseguridades entre ellas.
 
El 25% de las chicas declaró sentirse molesta por no poder verse en la vida real como lo hace online, mientras un 20% afirma preferir su imagen retocada. Y este daño puede afectarlas, ya que se encuentran en una etapa de la vida que resulta clave en la construcción de su identidad y aceptación. 

Incluso el 58% desearía poder compartir en las redes sociales lo que sea sin preocuparse acerca de las reacciones de otros y al 78% de las chicas le gustaría que en la escuela les enseñaran a sentirse bien con su propio cuerpo.

Por los porcentajes antes expuestos es que Dove creó la campaña “Detrás de la Selfie”, que forma parte de su misión social por la belleza real y la aspiración de liberar a las nuevas generaciones de estereotipos de belleza. La marca promueve la autoestima e invita unirse al compromiso #SinDistorsiónDigital para hacer de la belleza una fuente de confianza y no de ansiedad. 

Para construir entre todos esta aspiración, facilita a madres, padres y docentes el acceso a una Guía para la Confianza, donde invita y ayuda a valorar el propio cuerpo, ayudar a los jóvenes a desenvolverse en el mundo online y apoyarlos para vencer el bullying. También contiene sugerencias para mejorar la comunicación intergeneracional, descubrir la funcionalidad del cuerpo y celebrar la individualidad.
 
Para conocer más sobre la propuesta, visite www.dove.com/confianza, donde se podrán descargar estas guías con tips para generar y construir autoconfianza entre todos.