Al igual que los argentinos, miles de uruguayos han pasado por sus mesas, el anuncio del cierre del Palacio de la Papa Frita generó en Buenos Aires protestas y reclamos de sus empleados.
"Está cerrado, ya es tarde", responde un empleado de El Palacio de la Papa Frita según la crónica del diario argentino La Nación cuando el periodista se presenta a las tres de la madrugada para consultar sobre la situación del tradicional restaurante del centro porteño.
Las luces están prendidas como si fuese hora pico, pero hay poco movimiento de gente a esta hora. El local está con llave, no abierto al público. El encargado del local y otros empleados toman café en el interior con cara de preocupados sin saber qué puede llegar a pasar durante hoy, día designado para un desalojo, según les comunicaron a los socios el 11 de mayo pasado.
Es un día largo para ellos. A la habitual jornada laboral le sumaron una convocatoria a actores, gente relacionada al teatro, políticos, medios de comunicación, para potenciar una manifestación de repudio a lo que podría ocurrir hoy: el cierre de este local de más de 60 años para darle lugar a una pizzería de una reconocida cadena.
Hoy se espera la presencia de Miguel Paz Ceminara, propietario actual del local y socio minoritario del Palacio, que amenazó con mandar a la policía para concretar el desalojo hoy, cuenta a La Nación Carina Ini, jefa de prensa del lugar. Explica que Paz Ceminara forma parte de la sociedad, participa en las decisiones del directorio, asiste a las asambleas pero no está conforme con el restaurante y pretende alquilarlo a una pizzería.
El posible cierre del Palacio dejaría a 51 familias en la calle, ya que los empleados no serían tenidos en cuenta en el nuevo emprendimiento que se realizaría en la calle Corrientes 1612, típica zona de teatros y cines de la Ciudad de Buenos Aires.
Para evitar un desenlace que los deje sin trabajo, muchos de ellos pasan la noche en el lugar a la espera de una resolución. "Mañana podrían reunirse Ricardo Maidana, socio mayoritario y el Sindicato Gastronómico para ver cómo continúan", informa Ini. Y agrega: "Hoy Paz no apareció, esperemos que no caiga mañana con la policía". Durante la madrugada, el clima es tenso, pero con la ilusión de poder revertir la situación luego del impacto que generó la concentración de ayer por la tarde.
La historia del Palacio de la Papa Frita.
El Palacio de la Papa Frita nació en 1952 y hoy cuenta con otras tres sedes: una en la Costanera, avenida Rafael Obligado 6710; otra en Barrio Norte, Laprida 1339 y una tercera, también en el Centro, Lavalle 735. Es un lugar típico donde los elencos de las obras de teatro de la calle Corrientes eligen para comer milanesas con papas soufflé, el plato característico del restaurante.
Hace un año y medio, el Palacio entró en crisis, con deudas a los empleados y estuvo cerca de ser cerrado. Maidana, empresario gastronómico, se convirtió en socio mayoritario para poder revertir la situación de este lugar emblemático de la avenida porteña. "Nosotros tomamos la cadena hace un año y medio en una difícil situación económica, la revalorizamos, recuperamos las fuentes de trabajo y la oferta gastronómica y estamos contentos con el resultado...el negocio va bien, pero hay acciones que no le hacen bien a la cadena", sostuvo.
"La querida calle Corrientes no puede privarse de los símbolos que hicieron historia, el Palacio es protagonista de nuestra cultura", concluye.

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