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Una pausa naturista para toda la familia

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Pausa se inauguró en marzo. Está ubicado en la calle Rivera y Miami. Foto: Gerardo Pérez

UN MERCADO EN UNA CASA

Alimentación, yoga, artes y la atención de niños y bebés se conjugan en un solo proyecto.

Romina Vasconi es madre de dos pequeñas de 4 y 6 años, profesora de inglés y yoga, en los últimos siete años se mudó siete veces, vivió en tres países fuera de su natal Argentina, desde Estados Unidos hasta Puerto Rico y Uruguay, en donde comenzó dando clases en colegios privados y un día, no hace mucho, decidió que debía hacer una pausa para disfrutar los afectos y desarrollarse sin abandonar sus pasiones.

Es decir, no podía pensar en no trabajar pero sí en generar una propuesta oxigenante. A los 21 años, en Buenos Aires, manejaba todas las operaciones de IBM en Latinoamérica, pero al casarse dos años después comenzó para ella y su esposo un periplo por el mundo más hamacado que un tren.

Entre cursos de organización de eventos, de fotografía, de cerámica y otros que hacía en busca de no sentirse expatriada, llegó a ser docente titular en el colegio Areté de Solymar, que le encantó por el grupo humano, pero sentía que otro proyecto la esperaba.

Pausa se inauguró en marzo. Está ubicado en la calle Rivera y Miami. Foto: Gerardo Pérez
Pausa se inauguró en marzo. Está ubicado en la calle Rivera y Miami. Foto: Gerardo Pérez

Eso se concretó con la inauguración de Pausa, en marzo, en Carrasco, en la calle Rivera y Miami. Es un espacio innovador en tanto conjuga el restorán para adultos con el espacio para niños y bastante más.

Pausa, una idea que Romina terminó de moldear junto a Marcos Iramendi en Sinergia de Palermo, en un proyecto con Brother Del Futuro, cuenta con una apuesta fuerte en el área de alimentación, con un take away orgánico, inclusivo y personalizado para crudiveganos, vegetarianos, celiacos o diabéticos, sin excluir algunas opciones de proteínas para los carnívoros, por ejemplo la hamburguesa.

El propio chef principal, Ramón, un brasileño joven, un carioca que en los ratos libres estudia medicina, apuesta a un servicio a la mesa, creando conciencia en los comensales, compartiendo sus conocimientos y recetas.

Pausa se inauguró en marzo. Está ubicado en la calle Rivera y Miami. Foto: Gerardo Pérez
Pausa se inauguró en marzo. Está ubicado en la calle Rivera y Miami. Foto: Gerardo Pérez

En el espacio para niños se aplica la metodologia Montessori, auspiciando el juego creativo y la experimentación con materiales de emprendedores uruguayos. En la planta alta de la casona de más de 200 metros cuadrados hay un espacio de arte libre, una zona exclusiva de bebés y se organizan diversos talleres que incluyen desde robótica y realidad virtual hasta carpintería, arte, caricatura, huerta y cocina.

Tampoco falta en Pausa, el área de yoga, con una gran variedad de estilos para todas las edades y en varios idiomas, ni la boutique de platillos especiales, ni los ventanales para leer en paz algunos de los libros que están en las bibliotecas y se vinculan a todas las esferas de interés de Romina, partiendo de la alimentación y el juego. También hay libros para niños, un sector de juegos en madera y tela y, en el fondo del jardín, una huerta que nació por la intervención de los primeros chicos que llegaron al lugar.

Pausa está abierto de 8:00 a 20:00 de lunes a sábado, y en las noches incorpora cenas exclusivas. Para cumplir sus servicios, por ejemplo el de “guardería”, tiene talleristas de arte y profesoras. Y todo el equipo goza de una particularidad, los jóvenes son multifacéticos: la recepcionista es nutricionista, una de las cajeras es cantante, y la licenciada en arte es aficionada a la pastelería. Para la primavera ya hay planes, entre otros, las tardes de cine a cielo abierto dedicadas a los niños.

Pausa se inauguró en marzo. Está ubicado en la calle Rivera y Miami. Foto: Gerardo Pérez
Pausa se inauguró en marzo. Está ubicado en la calle Rivera y Miami. Foto: Gerardo Pérez

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