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Obesidad: enemiga silenciosa

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Foto: Shutterstock

SALUD

Estudio dice que la obesidad sostenida en el tiempo tiene consecuencias.

La obesidad es un factor reconocido de riesgo cardiovascular, pero la cantidad de tiempo que una persona vive con kilos de más es también un aspecto determinante que puede potenciar ese efecto dañino. Así lo advierte un estudio realizado por la Universidad John Hopkins (EE.UU.), que pone en evidencia la importancia de mantener un peso saludable a través de los años para aminorar el daño a medida que se envejece.

Por ejemplo, si una persona es obesa durante diez años, su riesgo de tener problemas cardiovasculares aumenta 1,25 veces en comparación con alguien con peso normal.

"Lo que indican nuestros hallazgos es que incluso en ausencia de factores de riesgo cardiovascular, como hipertensión, diabetes o enfermedad renal, el número de años que una persona vive con obesidad aumenta la probabilidad de sufrir daño al corazón", explicó a "El Mercurio" de Chile el doctor Chiadi Ndumele, autor principal del trabajo. Para el doctor Marcos Berry, cirujano digestivo del Centro de Nutrición y Cirugía Bariátrica de Clínica Las Condes, este trabajo ofrece "un enfoque distinto y muy interesante. Hay un daño silencioso que se va acumulando con los años que una persona pasa siendo obesa", precisa.

Hasta ahora se desconoce en qué medida se puede revertir el daño y cuántos años de obesidad ya causan un daño permanente. Eso sí, no todo está perdido: datos parciales sugieren que al adelgazar, incluso después de décadas con exceso de peso, se puede reducir el riesgo.

Kilos extra.

Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), de EE.UU., más de un tercio de los adultos en ese país son obesos.

En todos, su índice de masa corporal (IMC) es igual o superior a 30. El IMC es un marcador ampliamente usado para determinar la contextura de una persona a partir de una relación entre su peso y talla: se obtiene al dividir el peso en kilos por la altura en metros al cuadrado (IMC=kg/m2).

Ndumele analizó datos de 9.062 pacientes, de ambos sexos y sin antecedentes de enfermedad al corazón. Durante diez años, se evaluó en cuatro oportunidades su peso y la presencia de una proteína llamada troponina, un marcador químico de la presencia de daño cardíaco pero asintomático.

"Usando una prueba que mide las concentraciones de troponina, descubrimos que el peso de una persona a partir de los 25 años —desde esa edad fueron considerados en el estudio— está vinculado al riesgo de sufrir mayor o menor daño cardíaco más tarde en la vida", precisaóel investigador.

Casi el 23% de los participantes tuvo un aumento en el IMC desde la primera hasta la cuarta visita. Un IMC mayor o igual a 25 indica sobrepeso. Al final del estudio, 3.748 participantes tenían sobrepeso y 3.184 eran obesos. Alrededor del 5% mostró una disminución del IMC y el 72% se mantuvo igual a través de los años.

Al comparar esta información con sus niveles de troponina, quienes eran obesos tanto en la primera como en la cuarta visita tenían 1,25 veces más probabilidad de tener mayores concentraciones de esta proteína. Con estos datos, Ndumele y sus colegas crearon una escala para predecir el riesgo cardiovascular de quien ha vivido con obesidad hasta por 50 años (ver infografía).

Aunque no se consideró en el estudio, se puede inferir que si la obesidad comienza en la infancia o adolescencia, el riesgo es mayor, advierte Berry. "Muchos de ellos se vuelven adultos obesos, y a los 20 años ya tienen enfermedades y otros factores de riesgo cardiovascular, como diabetes, hipertensión o enfermedad renal".

Por ello, Ndumele enfatizó la necesidad de promover un peso saludable desde pequeños, para reducir el riesgo de enfermedad cardiovascular.

Qué eliminar.

Para quienes buscan eliminar los kilos de más, una dieta baja en hidratos de carbono puede ser igual de efectiva que reducir el consumo de grasas, según un estudio de la Universidad de Stanford publicado ayer en la revista JAMA. El doctor Gardner y sus colegas dividieron a 609 participantes en dos grupos: durante un año, unos comieron alimentos bajos en grasa y los otros alimentos bajos en carbohidratos. En promedio, cada persona bajó unos 5,9 kg en ambos grupos, pero algunos engordaron hasta 9 kg. "Todos hemos escuchado la historia de un amigo que hizo una dieta y funcionó muy bien, y de otro que intentó el mismo régimen pero no dio resultado. Es porque todos somos diferentes y recién empezamos a comprender las razones de esta diversidad", dice Gardner.

Multiplicado - Aumentan las probabildiades

Las personas que tienen obesidad sostenida en el tiempo tienen un 25% más de probabilidades de tener problemas cardiovasculares ocultos que quienes tienen un peso normal.

IMC - Los niveles para considerar obesidad

El Índice de Masa Corporal (IMC) se obtiene dividiendo el peso entre la altura. Las cifras menores de 18 indican bajo peso, las mayores a 18 y menores a 25 es el peso ideal y ,ás de 30 se considera obesidad.

Sabor - Menos capacidad para la percepción

Otro estudio, además, ha demostrado que las personas que son obsesas tienen menos capacidad de distinguir los sabores de acuerdo con un reciente estudio publicado en la revista PLOS Biology.

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