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Muralla en la red

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Controles y censura en China.

Algunos analistas aseguran que en los últimos años, en tiempos donde ha crecido con una fuerte virulencia la irrupción de las redes sociales, se han endurecido las medidas y el control es "más fuerte que nunca".

El gobierno chino ha estado pendiente sobre cómo controlar a sus ciudadanos (y también extranjeros) sobre los usos que le dan a Internet. Muchos usuarios confiesan que la "Cibermuralla" que se impone enlentece su permanencia en la red, ya sea a la hora de cargar determinados sitios o de verificar algunas notificaciones de su teléfono inteligente. Para cumplir este objetivo de control, el Ministerio de Defensa del país asiático bloquea el acceso a determinados sitios web y elimina comentarios que se hacen en las redes sociales.

Por otra parte, hay muchos ciudadanos que logran sortear los obstáculos que impone el gobierno chino y pueden navegar en un sinfín de páginas, ya sea con un objetivo profesional, científico o como mero entretenimiento.

Las autoridades chinas aseguran que China "salvaguardará su seguridad cibernética" y que cualquier empresa puede ir al país "si cumplen con la ley".

Las jóvenes Cheng Hong y Yang Xiao residen en el mismo país, China, pero cuando se conectan a Internet viven realidades con muchas diferencias.

Cheng navega dentro de los límites permitidos por la denominada "Cibermuralla", el estricto sistema de control gubernamental; Yang busca la manera de saltársela. La primera tarda unos 10 minutos en ponerse al día de las notificaciones en su celular. La segunda se desespera por no poder hacer lo mismo hasta que llegue a la oficina, donde con la ayuda del VPN —un servicio de pago que ofrece conexiones a servidores de otros países— conseguirá acceder a todas aquellas páginas web y aplicaciones que Pekín bloquea a sus ciudadanos.

La gran mayoría de los 649 millones de internautas chinos navegan como lo hace Cheng. La República Popular es ya el país con más usuarios de Internet del mundo, y un 85% se conecta a través de dispositivos móviles, según datos del Centro de Información de Redes e Internet de China. En menos de una década, la sociedad china ha mutado hacia un entorno más digital y tanto jóvenes como mayores abrazan las redes sociales.

Chen justifica su adicción al teléfono en que gran parte de su trabajo —es empleada de una agencia de viajes— lo realiza a través de las redes. "Tengo que estar permanentemente conectada con los clientes", explica la joven, que cuenta con 500 contactos en su perfil de WeChat, el principal servicio de mensajería instantánea.

Yang vive un poco más apartada de esta realidad. Estudió en Estados Unidos y trabaja en una ONG en Pekín que lucha contra la contaminación del aire y del agua. En su caso, las redes sociales son necesarias para dar a conocer sus proyectos y para contactar con expertos en el extranjero. En este sentido, el "Gran Cortafuegos chino", el sistema de censura y control de la red del Gobierno, es uno de sus mayores quebraderos de cabeza, como lo es para la comunidad extranjera, investigadores o académicos.

Desde inicios de año, el Gobierno chino ha hecho aún más difícil el acceso a sitios web prohibidos intensificando los ataques contra los VPN.

La Oficina Estatal de Información e Internet, encargada de sostener el sistema de bloqueo, censura resultados en los buscadores y elimina comentarios en las redes sociales. Según datos publicados en 2013 por medios estatales, el sistema cuenta con dos millones de censores.

Las autoridades obligan a los usuarios a registrarse con su nombre real y advierten de que, si un mensaje se comparte más de 500 veces, el autor debe asumir la responsabilidad legal.

El bloguero Qin Zhihui fue el año pasado el primer condenado a tres años de prisión por sus comentarios en Weibo, el Twitter chino. "La campaña de censura es ahora más fuerte que nunca", apunta Jeremy Goldkorn, analista de Internet y medios de comunicación con más de 20 años de experiencia en China. En su opinión, el endurecimiento de los controles en las redes "se ha intensificado al mismo ritmo que lo ha hecho su uso". El director del Centro de Investigación de Internet, Liu Xinglian, defiende en cambio que las redes sociales han canalizado las quejas ciudadanas y contribuido a la lucha contra la corrupción.

El máximo responsable del organismo que controla Internet, Lu Wei, aseguró recientemente que el país "salvaguardará su soberanía cibernética" y que las empresas extranjeras pueden ir "a China si obedecen la ley". Google decidió no someterse a la censura y desde 2010 redirige las búsquedas a Hong Kong, donde no hay controles. Sus plataformas reciben envites del cortafuegos chino y la última víctima fue Gmail, inaccesible desde diciembre.

15.000 detenidos por delitos.

La Policía de China detuvo en agosto a unas 15.000 personas por poner en peligro "la seguridad de Internet", informó la agencia Europa Press. Desde que asumió en el poder en 2013, el presidente Xi Jinping ha llevado a cabo una represión cada vez más dura en la red.

La Policía ha investigado unos 7.400 casos de delitos cibernéticos, informó el Ministerio de Seguridad Pública en un comunicado en su web. En julio, China lanzó un programa cuyo nombre es "Limpieza de Internet", cuyo objetivo es disolver bandas criminales en Internet. Hasta el momento, se ha investigado 66.000 sitios web.

Por otra parte, un coronel del Ejército Popular de Liberación de China advirtió que una Internet dominada por Estados Unidos amenazaba la permanencia del Partido Comunista en el poder, según publicó The Wall Street Journal.

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Controles y censura en China.

China refuerza la censura a internautas que intentan eludir los controles

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