La forma de tratar esta dolencia ha cambiado con los años. Antes el reposo era lo indicado; ahora se prioriza la actividad física.
Ya sea que aparezca de manera súbita, dejando a la persona sin posibilidad de moverse, o que se instale de forma progresiva, el dolor de espalda es uno de los problemas de salud más frecuentes que existen. De hecho, se estima que afectará a ocho de cada 10 personas en algún momento de su vida.
El dolor de espalda, cuya causa más frecuente es el lumbago, es el principal responsable de ausentismo laboral en el mundo occidental. En países como Estados Unidos, representa la segunda causa de consulta médica, solo superada por el resfrío y la gripe.
Como puede esperarse de un problema de salud tan común, muchos mitos se han tejido en torno a él con el tiempo. Por ejemplo, antes se pensaba que el reposo era la mejor forma de aliviar este dolor, pero hoy se sabe que la inactividad es lo peor. Por esto, aunque con ciertas limitaciones, es esencial mantenerse activo y ejercitarse de manera creciente.
Limitación pasajera.
"En la fase aguda del dolor se limita la actividad física, aunque en forma pasajera", dice el doctor Martín Hidalgo, traumatólogo de la Clínica MEDS La Dehesa. Lo que sí sugiere es no hacer reposo en cama, ya que es perjudicial.
Lo habitual es que al producirse el dolor, en un primer momento se indiquen analgésicos y antiinflamatorios. Pero lo fundamental es la rehabilitación. En ella se usa la llamada fisioterapia para combatir el dolor, con medidas como los masajes, el calor local y el uso de electricidad. Además, se suman los ejercicios, sobre todo de fortalecimiento del "core", es decir, de la parte central del cuerpo, que es el abdomen y la zona lumbar. "Esto es lo que permite evitar las recaídas más adelante, ya que el 60% de quienes han tenido un episodio de dolor lumbar van a recaer dentro de un año", advierte el doctor Hidalgo.
"En general, lo que el dolor hace es inactivar los músculos, que no funcionen. Por eso el tratamiento consiste en hacer ejercicio para que vuelvan a funcionar", explica el kinesiólogo Edgardo Opazo, profesor del Departamento de Kinesiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile. Entre los ejercicios que se recomiendan está la natación, la bicicleta y Pilates, pero en ningún caso trote, ya que es de alto impacto y puede aumentar el dolor.
Para el kinesiólogo Claudio Oyarzo, jefe de la Unidad de Columna de Clínica MEDS, es importante hacer un estudio caso a caso, "para dar un tratamiento ajustado a cada paciente". Hay que ver, por ejemplo, cuán activa es la persona, las posturas habituales que tiene -como se sienta o se agacha- y el tipo de trabajo que realiza. "Son importantes las condiciones ergonómicas que tiene en su ambiente laboral, ver cómo se mueve para tomar los objetos, si utiliza bien las piernas para no abusar de la columna", explica Oyarzo.
En cuanto a la postura para dormir, este profesional advierte que, en general, se recomienda dormir de lado y con una almohada entre las piernas. Lo peor es dormir de guata. Y algunas personas pueden beneficiarse de dormir de espalda.
Otro mito que existe es más bien tecnológico, y es el convencimiento de que contar con una imagen radiológica va a aclarar la causa del dolor. "Pedir radiografías, escáner o resonancia habitualmente no es necesario. Si se pide, lo frecuente es observar el desgaste natural de los tejidos que se ve en los adultos y las personas mayores", dice el doctor Hidalgo. (Fuente: El Mercurio/GDA).
TRES FORMAS DE ALIVIAR EL DOLOR SIN COMPRAR MEDICAMENTOS
Rodillo
El masaje miofascial es empleada para reducir los dolores de espalda. El instrumento es un rodillo de espuma, que debe ser empleado con la persona tumbada en el piso, las piernas estiradas y las manos a los costados. Se debe mover hacia adelante y hacia atrás.
Aplicar frío
Aplicar paños fríos o calientes en la espalda puede provocar alivios temporales. Mientras el frío del hielo puede disminuir la inflamación, el calor puede reducir los síntomas de dolor y provocar una mayor circulación de la sangre, según estudios científicos.
Postura
Una mala postura frente a la computadora puede provocar dolores en los hombros y en la espalda. Los expertos sugieren que los brazos y antebrazos estén a 90 grados, que el borde superior del monitor esté a la altura de los ojos y que los pies estén pegados al suelo.

SALUD