Llega el tiempo de reflexionar sobre los logros pasados y de planificar nuevos objetivos.

Llega el momento en que aparecen los recuentos y balances sobre todo y todos, por lo que es fácil comenzar a pensar en qué se hizo y qué se dejó por hacer a nivel personal. Como siempre, la balanza queda en el debe, es usual autoprometerse que durante el año que está por comenzar se va a comer menos, a hacer más ejercicio o a dejar de fumar. Intención propia de la época, pero que muchas veces no pasa de enero. O ni eso.

Un estudio de la Universidad de Vermont, en EE.UU., descubrió que a pesar de las promesas de comer menos, durante enero la gente sigue comprando comida más calórica. Así, si durante las fiestas la ingesta promedio aumenta en 15%, en enero sigue alta y llega al 9%. El problema es que si bien al carro de supermercado entran alimentos más saludables, estos no logran desplazar a los "gustitos" de las fiestas.

El recapitular y planear mejoras personales a futuro es propio de esta época, un rito que sirve para cerrar ciclos y renacer con nuevos planes. Un impulso que no hay que desaprovechar.

"Tener un espacio de recogimiento con la familia y los más cercanos nos permite conectarnos con lo que más nos importa y reorientar los recursos a lo que realmente queremos", explica Andrés Kaltwasser, psicólogo de la Universidad Diego Portales (Chile).

Si bien en cualquier momento se puede hacer esta revisión, el que sea a fin de año tiene una connotación más relacionada con un rito, lo que daría una motivación extra para fijarse aún más metas. "Hay un deseo de renovación, de sentirse mejor, lo que ayuda a tener un mayor impulso en lo que se decide".

Sin embargo, ese espíritu puede desaparecer pronto, por lo que es vital hacer un plan concreto para conseguir la meta deseada.

Si se quiere bajar de peso, por ejemplo, hay que pedir hora con un nutricionista, inscribirse en un gimnasio o tener un entrenador personal.

"Las metas deben establecerse luego de un proceso de reflexión y no al revés", dice Alejandro Koppmann, psiquiatra de Clínica Alemana.

Si la persona decide comenzar a ir al gimnasio para tener un estilo de vida más saludable, pero está estresada porque no tiene tiempo y el ejercicio se suma a lo anterior en vez de reemplazar algo, este no va a surtir el efecto buscado. También, es probable que se deje al poco tiempo.

Un estudio publicado en el Journal of Clinical Psychology determinó que si bien el 45% de los estadounidenses hacen promesas de fin de año, solo el 8% finalmente las cumple, el 49% lo hace a veces y el 24% nunca lo ha logrado.

Una forma de no caer en eso es plantearse metas flexibles. "Algo que ayude e impulse a conseguir el objetivo, pero que no atrape", dice Alejandro Koppmann.

Si la meta es muy rígida o no existen planes alternativos, es muy difícil que al final del próximo año el balance sea positivo. Lo mismo pasa si para cumplirla se depende de factores externos o de otras personas. Formular bien una meta es parte de que este ejercicio sea sano.

Otro factor importante a considerar en esta época es beneficiarse del momento que se comparte en familia para proponerse metas grupales. "En este caso es bueno aprovechar la motivación, pero también hay que planificar. Si se decide ir de vacaciones a algún lugar, por ejemplo, todos deben comprometerse a hacer algo concreto para lograrlo", agrega Andrés Kaltwasser.

Finalmente, revisar lo que se prometió antes y ver cuánto éxito se tuvo, servirá para que después del brindis las metas que se propongan sean realistas.

The New York Times elaboró una lista de aplicaciones que pueden ayudar a vigilar los pasos necesarios para conseguir las metas asumidas. Entre ellas están Strides (solo para iOS), Goal Tracker y Coach.me (para iOS y Android). Duolingo es ideal para quienes se proponen aprender un nuevo idioma (con versiones APRA iOS,Windows y Android) y Human app para mantenerse en forma (para iOS).

Utilizarperíodos como el fin de año o los cumpleaños permite establecer ciclos de evaluación de las metas y redirección de los recursos que se emplean para conseguirlas. Si bien esto ayuda a tener periodicidad en la revisión, el ánimo festivo puede llevar a querer más de lo que se puede.

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