La Universidad John Hopkins desarrolló una prótesis que le permitió, a un hombre de 28 años, recuperar parcialmente el sentido del tacto usando una mano artificial. Las prótesis de manos han avanzado mucho pero es la primera vez que ofrecen esto.
Para poder tener una sensación similar al tacto —aunque no idéntica— el voluntario se sometió a una operación que ubicó electrodos en la corteza cerebral y estimuló las regiones relacionadas con el tacto.
Estos electrodos están conectados con la mano, que a su vez tiene sensores capaces de detectar presión en los dedos de la prótesis y convertir esa presión en una señal eléctrica que va directo al cerebro.
El voluntario fue capaz de sentir, sin mirar su mano, si tocaban los dedos de la prótesis y notar cuándo dos dedos estaban tocando algo al mismo tiempo.
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