En el Día Mundial contra el Cáncer de Mama medios, comunicadores y líderes de opinión colaboran con la motivación de concientizar sobre esta enfermedad. La Fundación Clarita Berenbaues un en el que las mujeres pueden encontrartiempo y oídos para hablar sin estigmas.

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"Cuando llegue a la sala velatoria me encontré con cientos de personas que yo no conocía, y dos amigas que iban a mi lado  intentaban hacerme pasar. Pero yo les pedí que me dejaran abrazarlos, porque cada uno de esos abrazos era como uno de Clarita. Fue en ese camino, que duró una hora y media, fue esa gente que me transmitió la fuerza para seguir adelante. De ahí sale la fundación". Así relata Cristina Giuria de Berenbau cómo vivió el velorio de su hija. Así es cómo una madre, al igual que el Fénix, tomó de esas cenizas el aliento para darle vida a una fundación. 

Bajo el nombre de Clarita, esta organización se dedica a brindar apoyo a aquellas personas afectadas por el cáncer, ya sean pacientes o no. Realizan un proyecto de contención a través de la línea telefónica 0800 8857. En ella reciben llamadas de quienes necesiten evacuar dudas, consejos, o simplemente contar lo que están viviendo. Rocío Salaberry, voluntaria, explica que no tienen un lineamiento de qué decir o que no decir, pero que siempre detrás de todas la conversaciones hay un mismo objetivo: "hay un lema común, que tu sientas del otro lado que el cáncer no es un cuco, que no tengas miedo al cáncer."

Asimismo, la fundación brinda apoyo a través de locomoción para pacientes, acompañamiento durante los tratamientos, grupos de apoyo y un proyecto que se denomina "El Club del Gato".

Este último es un banco de pelucas que se prestan para aquellas mujeres que están pasando por quimioterapia y no pueden acceder a una. Las pelucas se obtienen a través de donaciones de personas que, según ciertos requerimientos, cortan su cabello y lo donan para armar pelucas, o ex pacientes que donan sus pelucas. Para acceder a las donaciones se puede ingresar a la página de Facebook del proyecto, donde hay un catálogo para elegir y un instructivo. 

Actualmente, reúnen a 50 voluntarios y atienden aproximadamente a 200 personas. Noel Sorhuet, voluntaria, padeció cáncer tres veces. Vive en Las Piedras y viene hasta Montevideo sólo para ayudar a la fundación. Noel explica "no me cuesta para nada. Padeci la enfermedad, no una tres veces, y a mi me paso que cuando estaba enferma no tenía con quién hablar. Porque cuando uno padece cáncer, hay todo un estigma. Hablás con tu familia y lastimas, hablás con tus amigas y lastimas. Si yo puedo transmitirle a una persona lo que yo sentí, con una sola persona que lo haga, yo ya soy feliz."

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