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Tan lejos y tan cerca

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Cercanía física. Foto: Shutterstock

Estudio en 42 países analiza la distancia a la que se acepta un extraño.

Si visita Rumania, lo más aconsejable es mantenerse distante 140 centímetros de un desconocido al que quiera hablarle, mientras que en Argentina (o Uruguay) puede acercarse hasta 75 centímetros sin causar ninguna incomodidad.

En Arabia Saudita no verá a los miembros de una pareja acercarse a menos de un metro de distancia para hablar, pero una pareja noruega mantendrá sin problemas una cercanía de 40 centímetros.

La tolerancia a la distancia a la que se encuentra otra persona no solo varía si se trata de un extraño, un conocido o una persona con la que hay intimidad. También depende de características personales y ambientales.

Así lo plantea un equipo internacional de investigadores en un estudio publicado en la revista Journal of Cross-Cultural Psychology luego de entrevistar a cerca de 9 mil personas de 42 países para detectar a qué distancia toleran que esté una persona durante una conversación.

Países latinoamericanos.

El estudio incluyó cinco países latinoamericanos: Argentina, Brasil, Colombia, Perú y México. Mientras argentinos y peruanos se ubican entre los que aceptan mayor cercanía física con cualquier persona, los colombianos ocupan el octavo lugar entre los que prefieren mantener a mayor distancia a los extraños (110 cm). Su tolerancia incluso es menor que la de habitantes de Hong Kong, China e Irán.

Si se trata de un conocido, colombianos, mexicanos y brasileños aceptan estar a prudentes 80 cm, mientras que peruanos y argentinos pueden estar cómodamente a 60 cm de su interlocutor, distancia que para los tres primeros países se considera aceptable solo para alguien con quien se tiene una relación cercana.

Para Jaime Silva, director del doctorado en Ciencias del Desarrollo y Psicopatología de la Universidad del Desarrollo, estas conclusiones son bastante generales, porque "en la proxémica influyen factores culturales, de la historia nacional y variables personales".

Sin embargo, lo que sí es válido en todo contexto es que las personas aprenden rápidamente las reglas tácitas de la distancia social. "Hay una regulación mutua incluso en personas que se ven por primera vez. Si alguien transgrede el espacio de otro, lo advierte rápidamente".

Según el estudio, la distancia aceptable respecto de otro no solo difiere entre países.

Entre sus conclusiones, los autores destacan que a nivel personal, las mujeres y las personas de países más fríos prefieren mantenerse más lejos de los extraños, mientras que los individuos de mayor edad y los habitantes de países más cálidos se sienten más cómodos guardando menor cercanía física con personas que consideran cercanas.

Finalmente, señalan los autores, "las personas más jóvenes suelen establecer contacto físico más cercano con otros, lo que podría explicarse por cambios en las normas sociales entre generaciones".

Negocios.

Este tipo de aspectos son importantes al momento de relacionarse con personas de otras culturas por ejemplo al hacer negocios o definir proyectos laborales con especialistas de uno u otro país.

Según el sitio de noticias 20minutos.es, el antropólogo norteamericano Edward T. Hall Podemos indica que estas variables de relacionamiento podrían distinguir entre culturas de "alto contexto" y culturas de "bajo contexto" a nivel mundial.

Este autor define a las culturas de bajo contexto como aquellas donde los mensajes se transmiten verbalmente de forma clara y directa, es decir, se dice lo que se quiere decir.

Por el contrario, en las culturas de alto contexto es más importante el ambiente y los mensajes no verbales; prima la ambigüedad e incertidumbre.

Alemanes, holandeses o estadounidenses , subraya el sitio, son ejemplos de "bajo contexto", mientras que chinos, japoneses, o árabes, conforman culturas de "alto contexto". Los países de América Latina y los del sur de Europa (España, Italia, Grecia) se sitúan más cerca del "alto contexto".

La ciencia que estudia el espacio al comunicarse.

La proxémica es la parte de la semiótica dedicada al estudio de la organización del espacio en la comunicación lingüística; más concretamente, la proxémica estudia las relaciones —de proximidad, de alejamiento, etc.— entre las personas y los objetos durante la interacción, las posturas adoptadas y la existencia o ausencia de contacto. Uno de sus mayores exponentes fue el antropólogo Edward Hall.

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Cercanía física. Foto: Shutterstock

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