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Juegan a ser un personaje

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Internet masifica la actividad en todo el mundo.

Uruguayos se visten como en los videojuegos y participan en torneos.

El fanatismo por los videojuegos, los cómics y el animé hace que cientos de jóvenes uruguayos le rindan un tributo. La forma de hacerlo es a través del "cosplay", una actividad que consiste en vestirse e interpretar en la realidad a un personaje virtual. La actividad, que para muchos es un hobby, crece en el país con fuerza.

Cuenta con un torneo clasificatorio a un certamen que se disputa anualmente en Brasil. Sus fanáticos confiesan que desarrollan técnicas de diseño de indumentaria, aprenden tecnología y se relacionan con personas de todo el mundo. El éxito, en algunos casos, los lleva a ser contratados para hacer la promoción de videojuegos.

Los personajes de los videojuegos no son sólo virtuales. Los protagonistas de sus historias cobran realidad gracias a la personificación que realizan de ellos miles de personas en todo el mundo, incluido Uruguay.

La práctica se llama Cosplay, una combinación de las palabras inglesas costume (disfraz) y play (juego). "Es un hobby. Quienes lo practicamos nos disfrazamos de un personaje de ficción que nos gusta; puede ser una película, un cómic, un videojuego o una serie", explicó a El País Laia Eguren, una de las uruguayas que lo realiza desde hace nueve años (foto).

La práctica comenzó cuando, en 1939, el escritor estadounidense de ciencia ficción, James Ackerman, fue a una convención vestido con un traje futurista. En 1984, un periodista japonés creó el término Cosplay para referirse al hobby y, a partir de entonces, empezó a propagarse por todo el planeta.

Una pasión.

Laia se crió jugando a videojuegos, leyendo cómics y mirando dibujos. Como siempre quiso ser diseñadora de modas, esta actividad reunía todo lo que le gustaba. "Me di cuenta que este hobby me ofrecía desafíos constantes", rememoró.

En 2006, concurrió a una convención y se interesó en comenzar a diseñar sus trajes. Desde entonces, ha confeccionado 25, en su mayoría de videojuegos y animaciones.

Los trajes.

El proceso de elaboración es arduo. Nace con la elección de un personaje y sigue con la investigación de las técnicas posibles para llevarlo a la realidad. Laia aprendió a hacer piezas de fibra de vidrio y madera; a coser y hasta realizar piezas termoformadas. "Son cosas que nunca pensé hacer en mi vida", admitió la uruguaya.

Uno de los últimos trajes que fabricó, con el que representó a Atena de la serie de Caballeros del Zodíaco, le demandó 11 meses de trabajo.

A través del Cosplay, Laia pudo también acercarse a la tecnología ya que hubo vestidos que requirieron técnicas muy complejas. "Por ejemplo, hice un circuito desde cero de ledes y resistencias para iluminar trajes y accesorios", comentó. En el mundo, hay cosplayers que se dedican profesionalmente a la actividad y cuentan con impresoras 3D con las que imprimen piezas y las suman a sus proyectos personales.

El trabajo continúa hasta el mismo momento en que el fanático se coloca el traje cuyo costo puede ascender hasta los 150 dólares.

"Esta armadura en particular no me la puedo poner sola. Conté con ayuda de mi novio y un amigo. Haciendo todo lo más rápido posible tardamos 45 minutos en vestirme", contó.

Torneos.

En Uruguay, se hacen algunos concursos donde premian el mejor traje. El más importante es el que organiza Montevideo Comics, el cual cobró trascendencia internacional tras asociarse con Yamato, un certamen que reúne a los cosplayers de todo el mundo.

Laia ganó la edición de 2012 y viajó a Brasil en 2013 para representar al país.

"Ha crecido, siempre hay generaciones que se suman. Es algo constante", comentó a El País Emilio Silva, organizador del certamen entre 2012 y 2014.

En el certamen hay dos modalidades: grupales e individuales. Allí los protagonistas presentan una "miniobra", la cual es calificada por un jurado.

Ellos puntúan sobre distintos rubros: uno es sobre el traje, y el otro es la actuación e imitación escénica del personaje que interpretan."Es una forma de reconocerlos", concluyen.

Internet masifica la actividad en todo el mundo.

Laia Eguren tiene un canal de YouTube en el que ofrece tutoriales para armar un traje y convertirse en un cosplayer. El canal cuenta con 20.000 suscriptores y más de 1 millón de reproducciones.

La comunidad de cosplayers de todo el mundo se reúne en una suerte de red social y da a conocer fotografías de sus trajes. Los más populares son Worldcosplay.net y Cosplay.com.

Algunos cobran fama internacional y llegan a trabajar en Hollywood. Allí hacen material promocional para videojuegos y películas de renombre, según contó Laia Eguren a El País.

Año a año se disputa la Yamato Cosplay Cup International, un certamen que reúne a las personas que crearon el mejor traje de cada país del mundo. Uruguay está afiliado a la competición.

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Internet masifica la actividad en todo el mundo.

TecnologíaJ. DE MARCO

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