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La joven que superó el cáncer gracias a su fuerte voluntad

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María Victoria Charlo tiene que reunir al menos US$ 50 mil para operarse en Los Ángeles. Foto: El País

SALUD

María Victoria Charlo busca apoyo para mejorar su calidad de vida.

"Hola soy Mavi, soy de Uruguay y quiero contarles mi historia", así comienza el video que protagoniza María Victoria Charlo- o Mavi como todos la conocen-, una mujer de 32 años que fue desahuciada por lo médicos y se curó.

La historia de Mavi y el cáncer comenzó en 2011 en Nueva Zelanda, país a donde se había ido a vivir como muchos otros jóvenes uruguayos, y donde se quedó: “Me diagnosticaron cáncer, me traté y tuve una recidiva del tumor al año. Cuando me volvieron a tratar tenía metástasis”, contó.

“Probé con todo lo que había, quimioterapia, radioterapia, radioterapia interna, cirugía y no me sirvió. Entonces los médicos me desahuciaron”, narró. “En ese momento vivía en Nueva Zelanda y decidí volver a Uruguay.

En el camino pasé por Argentina pero nadie me daba esperanzas, tenía seis meses de vida”, explicó.

Mavi no se quedó con los brazos cruzados: “Empecé con medicinas alternativas e hice un cambio de vida”, sostuvo.

Sobre el cambio aseguró: “Creo que fue la mezcla de todas las terapias alternativas que probé, estoy convencida. Hice una dieta muy estricta que es muy difícil de sobrellevar, combiné una antidieta que es la mezcla de los alimentos y la dieta alcalina, que es anticáncer porque alcaliniza la sangre. También hice el método Hansi, que es homeopático Activador Natural del Sistema Inmunológico. Además, me conecté con la espiritualidad, empecé a hacer yoga, meditación”, detalló.

“Iba probando cosas y sintiendo si mi cuerpo se sentía bien. Lo que no me hacía sentir bien lo dejaba”, sostuvo.

“Fui a una señora, que no se qué me hacía pero me limpiaba el cuerpo, me pasaba energía y eso me hacía sentir muy bien”, subrayó.

“Tomé homeopatía y nunca tomé un analgésico, porque mi idea era limpiar, no quería tener ningún químico en mi cuerpo. Cuando me daba dolor en el cuerpo que no soportaba, mi mamá me pasaba reiki y era lo único que me calmaba. Es como creer o reventar”, subrayó.“Pasaron los seis meses y pedí un pet scan y una resonancia; marcaba que había alterado algo porque el cáncer se había reducido”, afirmó.

“Me volví más hincha que nunca de lo alternativo y con ese panorama mi oncólogo me dijo: ahora sí podemos planear algo más y ahí seguimos con la quimioterapia. Lo hice más que nada por miedo, me estaba funcionando bien lo alternativo pero como era un adenocarcinoma -un tipo de cáncer muy agresivo- cuando el oncólogo me dijo “hay opción”, acepté. Me hicieron más quimio, me hicieron más cirugías y me sané. Me sacaron todo el cáncer y estoy curada porque pasaron cinco años y no volvió”, detalló.

Después del cáncer

Mavi retornó a Nueva Zelanda a seguir su vida normal pero dos años después aparecieron las consecuencias del tratamiento. La radiación interna fue muy pesada y quemó órganos y tejidos provocándole fístulas.

En Uruguay, Mavi se sometió a trece operaciones para intentar reconstruir su vejiga en poco más de un año. Cuando los médicos se dieron por vencidos y le dijeron que la solución era vivir con una bolsita decidió investigar.

“Encontré un especialista en Estados Unidos que es la única chance de que pueda vivir sin bolsita, entonces voy a tomar esa oportunidad”, explicó y agregó que la operación le costará alrededor de US$ 50 mil.

Aunque aún no tiene la cifra exacta de lo que debe pagar piensa que la operación podrá realizarse a mediados de abril y luego permanecerá una semana internada y otras tres en reposo. Cuando reciba el alta regresará a Uruguay.

“La operación sería solo en la vejiga, una reconstrucción. Después hay que volver a esperar tres meses y acá mismo me revierten el intestino y el riñón sin problema, por lo menos lo vamos a intentar”.

“Les tengo cariño a mis cirujanos y sé que son excelentes y le ponen todo, pero a veces acá no todo se puede. La otra operación quiero hacérmela con ellos, espero no necesitar viajar otra vez”, concluyó.

La campaña

El rostro de María Victoria se viralizó a principios de febrero gracias a un video y campaña en las redes titulado “HelpMavi”. La mujer confesó que no quería hacerlo pero que no le quedó otra solución.

“No recibo nada del Estado, no tengo ningún beneficio, hace dos años que no trabajo y que no aporto. Solo trabajé un año mientras vivía en Uruguay”, explicó. No obstante, Mavi pidió asistencia estatal que no prosperó: “Solicité ayuda del Estado, pero no hiceron lugar a mi pedido porque mi problema no implicaba un riesgo de vida. Suena medio irónico porque no tengo riesgo de vida pero estoy muy expuesta a infecciones y cada cambio en las bolsitas va dañando mis órganos”, agregó.

“En Uruguay vivo gracias a mis padres, que me mantienen, pero ellos son personas comunes. Mi papá hace Uber y mi mamá es jubilada, entonces tampoco tienen muchas posibilidades de ayudarme”, sostuvo.

La campaña ha ayudado a que Mavi recaudara a estas alturas gran parte del dinero que necesita, pero aún falta un último empujón.

“Hace unos días contamos la plata y tenía US$ 33 mil. Venimos súper bien”, concluyó, con gran optimismo.

Colaboración

María Victoria Charlo tiene que reunir al menos US$ 50 mil para poder operarse en Los Ángeles a mediados de abril, su objetivo es poder reconstruir su vejiga para no depender de “las bolsitas” a causa de las fístulas que afectan sus órganos. La operación le permitirá reconectar su riñón y su intestino. Aún le falta buena parte del dinero para llegar al objetivo. Se puede colaborar con ella depositando a la cédula: 4.358.528-1 en Red Pagos y a través de https://givealittle.co.nz/cause/helpmavi.

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