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"Jobs hablaba como si fuera Dios"

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Steve Wozniak. Foto: Fernando Ponzetto

El cofundador de Apple visitó Uruguay y habló sobre el legado de su socio y sobre cómo los jóvenes pueden cambiar el mundo.

Es el padre de la computadora personal. Llevó las gigantescas computadoras que ocupaban grandes dormitorios a un aparato más pequeño que modificó la forma en que los usuarios trabajan y se comunican con el mundo. Steve Wozniak es el cofundador de Apple junto a Steve Jobs. Nacido el 11 de agosto de 1950, este visionario creó en California Apple I y Apple II a mediados de los setenta. Casi una década más tarde, abandonó Apple para avanzar en otros proyectos tecnológicos, centrándose principalmente en la capacidad de la computadora en las escuelas y sobre todo el fomento de la creatividad de los estudiantes. Sus inventos lo llevaron a ser reconocido en múltiples ocasiones por la academia estadounidense. En 1985, por ejemplo, recibió la Medalla Nacional de Tecnología. También ha sido doctor honoris causa en múltiples universidades del mundo.

Hoy recorre el mundo en donde cuenta cómo fue que desarrolló sus productos e intenta motivar a las nuevas generaciones que lo saludan con admiración. Ayer, tras visitar el Líbano, llegó por primera vez a Uruguay, desde donde viajará a otros países de latinoamérica para continuar transmitiendo las enseñanzas con las que logró cambiar el mundo.

Tras llegar al evento Move de Movistar en el LATU, donde una decenas de oradores uruguayos e internacionales disertaron sobre ciencia y tecnología, Steve Wozniak habló con El País durante 10 minutos en una sala especialmente acondicionada para él. Habló sobre el legado de Steve Jobs, su pasado como cofundador de la marca más valiosa del mundo, por qué elige estar desconectado y qué le sugiere a los jóvenes de hoy.

—¿Qué conocía antes de Uruguay como país y como lugar de desarrollo tecnológico?

—Realmente, nunca había venido hasta ahora. Que exista un interés en que yo venga es una señal positiva del interés por la tecnología que tiene Uruguay. Pero no le podría decir nada más porque tengo muy poco en lo que basarme.

—¿Existe alguien en el mundo como Steve Jobs?

—Steve Jobs tenía una manera de hablar y de mantener el control como si él fuera el Dios y el experto de todo y eso en gran parte fue lo que le permitió hacer lo que hizo. Algunos políticos son así, pero hay futuristas que salen de las conferencias, de las universidades, prácticamente como si fueran de una religión. Algunos pocos de ellos son pensadores sobresalientes.

—¿Por ejemplo?

—Peter Diamandis (considerado por la revista Fortune como uno de los 50 líderes más importantes del mundo), que pueden decir cómo hacer el futuro, y Elon Musk (cofundador de PayPal y creador del primer auto eléctrico viable para producción), que es un héroe porque piensa que hay ideas futuristas que son posibles de lograr, pero son muy pocos los que tratan de hacerlo.

—¿En qué invertiría en tecnología? ¿Lo haría en América Latina?

—Yo estoy más familiarizado con México, que con cualquier otra parte de América Latina. Pero no soy un inversor. No tengo mucha plata. Soy una persona que está en contra de las grandes riquezas, (el dinero que tengo) se lo doy a museos y a otro tipo de emprendimientos. No me gusta ese papel de ser alguien que ha tenido mucho éxito en tecnología. No lo lleno por mis principios que son muy fuertes. Por lo tanto, mi esposa y yo tenemos acciones de Apple y nada más. No invertimos en la bolsa. Estoy en contra de las preocupaciones. Pienso que para tener más felicidad hay que tener menos preocupaciones. Nunca he utilizado (la aplicación de) las acciones en mi iPhone.

—Si tuviera que apostar por una tecnología, ¿cuál sería?

—Es fácil de hacer, simplemente al leer los diarios, como todo el mundo. La realidad virtual, por ejemplo. Creo que va a ir más lejos que las televisiones 3D. La conversión a los vehículos eléctricos es algo que ya comenzó. También los vehículos sin conductor que permitirían evitar muchos accidentes y le quitaría las manos al volante a los seres humanos porque el auto pararía en la luz roja a pesar de que no la vieras.

—¿Le gusta estar todo el tiempo conectado?

—Me gusta poder optar por estar siempre conectado. Una vez me pasé tres semanas sin computadora y sin celular. Lo que más descubrí es que uno no tiene por qué estar al tanto de los eventos de cada día. No importan tanto. Yo era tímido, prácticamente no tenía amigos cuando era chico, me daba miedo interactuar con la gente. Ahora, de hecho me gusta lo que ha traído Internet. Y puedo hacer amigos y pienso que es más fácil para ciertos tipos de amistad cuando uno no conoce a la gente personalmente.

—¿Considera que Apple es la mejor compañía de tecnología del mercado?

—Compañía, no. Marca. Apple es reconocida como la marca número uno. Quiere decir que la gente tiene una opinión favorable. Y que se relaciona con la confianza. La gente confía en las compañías con marcas. Pagan un poco más por una marca como Coca Cola. Apple y Microsoft podrían presentar los mismos productos con las mismas características y Apple va a poder cobrar más por la marca. Steve Jobs siempre se concentró mucho en los negocios y en las ganancias. Como resultado, Apple es una compañía muy lucrativa. De todas maneras, debe tener buenos productos porque, de lo contrario, no sería una buena marca.

—A usted le gusta dar consejos a jóvenes, ¿cuáles son las sugerencias principales que les daría en el mundo de hoy?

—Los principales consejos es que si son suficientemente jóvenes, tal vez menores de 23 años, y sus personalidades todavía no se han asentado, yo les aconsejo que la honestidad y la verdad son lo más importante en la vida. Siempre uno tiene que decir lo que siente y no tratar de cambiarlo o inventar historias, para engañar a la gente. También les digo que, para hacer una diferencia, uno tiene que ser creativo. Uno tiene que aprender que las ideas que tiene en la mente se pueden transformar en dispositivos o programas informáticos reales.

—¿Qué más?

—Uno debería darse cuenta que lo más que uno puede hacer es ser independiente y definir el futuro propio. Está muy bien ir a la escuela, a la facultad, tener un empleo, trabajar en una empresa grande y ser leal a la empresa. Pero en el tiempo propio, cuando uno es joven, tiene más energía mental y física y más horas en el día como para poder trabajar en las ideas de cada uno. Lo importante es no desperdiciar ese tiempo. No creer que todo tu futuro lo definen los estudios, porque la manera cómo se define la inteligencia en la escuela, no es lo que define a la gente que cambió el mundo.

EL AUTÓGRAFO.

Finalizada esa charla, Wozniak fue rápidamente abordado por un fanático de Apple que estaba en la entrevista. "Woz, could you sign me the picture? (¿podrías firmarme esta fotografía?"). El cofundador de Apple accedió al pedido, abrió la carpeta en la que estaba la imagen, en la que se veía a un joven Wozniak posando con uno de sus primeros inventos en la empresa, y firmó sorprendido al verse retratado. "And, could we take a photo? (¿Y podríamos sacarnos una foto?), insistió el joven. Wozniak volvió a acceder para luego dejar que otros medios lo entrevisten.

UNA CHARLA DE PURO RECONOCIMIENTO

Cientos de personas visitaron ayer el LATU para ver a uno de los gurúes más escuchados sobre la tecnología mundial. Poco antes de la hora del evento, decenas de personas se agolparon en la puerta para escucharlo. Y volvió a referirse a Jobs: "Las películas hacen parecer que él era un líder, cuando en realidad era un joven intentando aprender de nuestro inversor, quien fue realmente el que nos ayudó a vender la compañía", señaló. "Cuando empezamos la compañía, (Jobs) ni siquiera sabía que existían las computadoras de Apple".

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Steve Wozniak. Foto: Fernando Ponzetto

STEVE WOZNIAKJUAN PABLO DE MARCO

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