INN CONTENT PATA INSTITUTO ONCOLÓGICO FALP

El cáncer es una enfermedad que todos los años afecta a miles de uruguayos. Sin embargo, gracias el avance de la medicina, muchas patologías que antes eran consideradas mortales hoy tienen cura, o al menos posibilidades optimistas de sobrevida. Con esta expectativa, el Instituto Oncológico Fundación Arturo López Pérez (FALP), abrió una representación en Uruguay, para que los pacientes puedan solicitar una segunda opinión a distancia, recibir asesoramiento e incluso viajar a Chile para tratarse en uno de los centros más avanzados de América Latina.

La fundación nació en 1954 por la iniciativa de Ana Ross, viuda de Arturo López Pérez. Este fue un empresario chileno que luego de hacer fortuna en Europa falleció en París de un cáncer gástrico. El proyecto creció, y en las últimas décadas realizó una inversión gigante en formación y tecnología que lo llevó a ser el primer centro del continente reconocido por la Organización Europea de Institutos de Cáncer.

Es un instituto especializado de la región dedicado exclusivamente al tratamiento contra el cáncer. Más de 180 médicos especialistas trabajan y aprenden en este lugar, divididos en las tres grandes áreas que involucra un tratamiento oncológico: cirugía, radioterapia y quimioterapia. Según explica el Dr. Hugo Marsiglia, director médico del Instituto Oncológico FALP, su atención se basa en un modelo integral, que incluye todos los aspectos, desde el diagnóstico y tratamiento hasta cirugía, hospitalización y cuidados.

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Cada uno de los casos es analizado por uno de los comités oncológicos. Estos son 14 en total, y están divididos por patologías: cáncer de cabeza y cuello, piel, ginecología, mama, sistema digestivo y urología, entre otras. Cada uno de ellos está integrado por un equipo que incluye cirujanos, enfermeras, quimioterapeutas, radioterapeutas, kinesiólogos, nutricionistas, psiquiatras y psicólogos.

Al ingresar un paciente, el médico tratante presenta los antecedentes a sus colegas y todos juntos evalúan las mejores opciones de tratamiento. u201cEste enfoque colegiado y multidisciplinario permite un abordaje óptimo de la enfermedad, cuidados continuos y al mismo tiempo, una mayor transparencia para el pacienteu201d, explica Marsiglia.

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El Instituto Oncológico FALPrealizó en 2018 más de 6.500 cirugías, siendo la mitad de alta complejidad. Estos procedimientos son extremadamente delicados e involucran a múltiples especialidades, que por su dificultad y riesgo pocas veces se realizan en hospitales generales.

En esta categoría se encuentran, por ejemplo, la extracción de tumores en cráneo, colon y peritoneo, resecciones en el intestino, reconstrucciones microvasculares en el tratamiento de tumores en mama o las vías aero-digestivas, y sarcomas en músculos y huesos.

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El instituto está formado en las técnicas más avanzadas del mundo, como la cirugía HIPEC (quimioterapia intraperitoneal hipertérmica) y RIO (Radioterapia Intraoperatoria), que aplica radioterapia en pabellón durante la cirugía para destruir las células malignas. Gracias a la última generación de robots Da Vinci se realizan microcirugías de altísima precisión que resultan en menor invasión para el paciente.

Otro pilar es el Centro de Radioterapia Avanzada y Radiocirugía Robótica. Según Marsiglia, la Radiocirugía Robótica aplica haces de radiación en tumores para atacar las células cancerosas. Gracias al avance de la tecnología, hoy estos haces se pueden controlar con un margen de menos de 1mm de precisión, concentrándolos en la zonas malignas y preservando los tejidos sanos adyacentes.

Mientras que la radioterapia convencional permite aplicar de 8 a 12 haces por sesión, la radiocirugía con tomoterapia y con el robot Cyberknife M6, aplica unos 1.400. Esto resulta en una mayor efectividad y un menor número de sesiones. FALP ha tratado más de 400 pacientes con estas tecnologías, y para el año que viene espera superar los 1.100.

A estas áreas especializadas se suma un Centro de Medicina Nuclear (el primero de América Latina con un ciclotrón propio para la producción de radiofármacos), un área de Oncología Médica que realizó más de 19.000 sesiones de quimioterapia el año pasado, y una Unidad de Investigación de Drogas Oncológicas.

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También todos los servicios clínicos que cubren el espectro médico-asistencial: laboratorios de anatomía patológica, bancos de sangre, laboratorios moleculares, medicina interna, hospitalización, unidades para pacientes críticos, y medicina paliativa para aliviar el dolor del paciente.

Este enfoque completo se cierra con la Unidad de Medicina Integrativa, que brinda apoyo al paciente desde un punto de vista psicológico y emocional, y que recurre a terapias complementarias como arte-terapia, acupuntura y yoga.

u201cEl paciente con cáncer está muy asustado, por el diagnóstico, pero también por el gasto económico que implica esta enfermedad. Hoy gracias al avance de la tecnología, sacando las patologías que requieren cirugía, la mayoría de los tratamientos tienden a ser ambulatorios y eso se traduce en menores costosu201d, asegura el director médico.

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Como parte de su proceso de expansión, desde 2016 el Instituto Oncológico FALP cuenta con una Unidad Comercial Internacional, que ofrece su tecnología y expertise a los países de la región. Este cuenta con representación en Bolivia, Perú y ahora también en Uruguay. Según Alfonso Alcalde, director de esta área, los uruguayos pueden solicitar una segunda opinión sobre su diagnóstico, y una vez estudiado el caso, el centro emitirá una primera evaluación. De acuerdo a la complejidad del caso se analizará si conviene realizar el tratamiento en Uruguay asesorado desde Chile o si es necesario viajar a ese país.

u201cNo queremos competir con los tratamientos que existen en cada país y que son muy efectivos, sino que buscamos ser un complemento. Nos enfocamos en los casos de alta complejidad, que son los que las instituciones locales muchas veces no pueden trataru201d, explica Alcalde. Lutoterapia, operaciones complejas, trasplantes de médula ósea o radiocirugía milimétrica para determinados tumores, requieren de un centro altamente especializado.

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La ventaja del centro chileno, además de su alto nivel de especialización, es que al ser una fundación sin fines de lucro permite ofrecer un tratamiento más económico que en otros centros de referencia del exterior. En caso de tener que viajar, la Unidad Comercial Internacional pone toda su logística al servicio del paciente. Lo acompaña desde el aeropuerto y lo orienta en términos de alojamiento y en la gestión de atenciones.

u201cEn la actualidad el cáncer ya no es sinónimo de muerte. Si es detectado a tiempo tiene altas probabilidades de ser tratado. El progreso científico y tecnológico de los últimos tiempos alienta mejores cifras de curaciónu201d, concluye Alcalde.