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Ideas para alimentarse bien en Halloween: Dulce, travesura y comida sana

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Bocadillo Halloween

GASTRONOMÍA

Qué bocadillos se pueden preparar de Noche de Brujas sin caer en un consumo excesivo de azúcar.

La noche de Halloween, también conocida como Noche de Brujas, se celebra cada 31 de octubre en todo el mundo. Aunque Uruguay está muy lejos geográficamente de los países que tradicionalmente festejan esta fecha, en los últimos años se ha vuelto una costumbre que los niños salgan a pedir dulces, que haya fiestas de disfraces y decoren hogares y comercios.

Los que más se divierten son los niños: la clave es disfrazarse lo más terroríficamente posible –sino, vale igual cualquier atuendo– y salir a recorrer el barrio en busca de golosinas. La típica frase “dulce o travesura” es pronunciada a los gritos en cada puerta.

Caramelos, chicles, chupetines… lo recaudado llega a casa y, por lo general, los padres deben racionar lo conseguido para que los niños no lo coman todo junto. Sin ánimo de aguar la fiesta a los pequeños, hay que recordar que a nivel mundial es alarmante el crecimiento de los casos de sobrepeso y obesidad.

Según datos del Ministerio de Salud Pública (MSP), esta problemática afecta casi al 40% de los niños en Uruguay. Nuestro país, además, presenta las cifras más altas del continente en sobrepeso infantil. Tres de cada 10 adolescentes de entre 13 y 15 años presentan sobrepeso y obesidad. Además, dos de cada tres uruguayos están en riesgo a causa de sobrepeso, obesidad o hipertensión.

El consumo de alimentos ultraprocesados, con altos contenidos de sal, azúcar y grasas, es uno de los hábitos que se busca contrarrestar con diferentes acciones promovidas por el MSP como, por ejemplo, la Canasta Inteligente (cada 15 días publican una lista de frutas y verduras recomendadas por su precio y calidad, según la época) o la publicación de la Guía Alimentaria para la Población Uruguaya.

Equlilibrio.

¿Se puede celebrar Halloween junto a los más chicos sin consumir golosinas? Se puede, pero es difícil, por lo que al menos se pueden buscar diferentes maneras de equilibrar la balanza respecto al consumo de azúcar de estos días.

Una de ellas: preparar meriendas o mesas que se basen en frutas y verduras, sin dejar la diversión de lado. Con un poco de creatividad se pueden usar mandarinas para hacer las clásicas calabazas de la Noche de Brujas: con un marcador se le puede dibujar la cara, o sino se las puede pelar y ponerle un trocito de kiwi que simule ser el tallito. Se puede hacer lo mismo con morrones: una cara terrorífica tallada y rellenos de queso y verduras.

También se puede usar chocolate blanco para bañar frutillas y con tres chips de chocolate oscuro hacerle ojos y boca para lograr unos “fantasmas”.
Otra idea es hacer fantasmas pero con bananas: se las corta al medio y usando chocolate cobertura se le hacen los ojos y la boca.

A una naranja se le puede cortar una tapita, hacerle los ojos y boca de la típica calabaza y vaciarlas para rellenarlas con pedacitos de fruta o alguna chiquita como arándanos, uvas o frutillas.

En cuanto a opciones saladas: en la cáscara de una media palta colocamos el guacamole que hacemos con el puré de la fruta, sal y un poquito de jugo de limón y con distintos vegetales le hacemos una cara monstruosa. O se cortan zanahorias a la mitad y se le colocan semillas de zapallo como uñas. Así se las pone en un bols de hummus, listas para atrapar a una mano.
Solo algunas ideas, de las muchas que con creatividad y ganas de apostar por lo sano se pueden hacer en casa.

Dedos sangrientos: Receta de Diego Ruete

Ingredientes:
1/2 kg de harina
15 gr de levadura
1 chorrito de aceite de oliva
1/2 cucharada de sal
1 pizca de azúcar
Agua tibia C/N

Preparación:
Mezclar la levadura, el azúcar y el agua tibia. Dejar reposar hasta que la mezcla haga burbujas. Agregar el aceite, harina y sal. Amasar y dejar leudar por al menos 45 minutos.
Se parar la masa en bollos pequeños y amasarlos. Estirar cada uno de ellos en forma de dedos y dejar reposar. Con un cuchillo hacer pequeños cortes que simulen las arrugas de los dedos. Y en la punta de cada dedo colocar una semilla como si fuera la uña. Ponerlos en una placa para horno y pintar con aceite. Cocinar en horno bien caliente entre 7 y 15 minutos. Para servirlos agregar kétchup en el extremo que no tiene la uña.

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