Bajo las condiciones extremas de los glaciares de la Antártida habitan unas bacterias capaces de sintetizar en su interior nanopartículas fluorescentes que podrían ser utilizadas para marcar células tumorales y rastrear la metástasis de diferentes tipos de cáncer.
Estas nanopartículas se generan en el interior de microorganismos muy resistentes a condiciones extremas, como la alta exposición a la luz ultravioleta, la falta de nutrientes y las bajas temperaturas que se dan en el Glaciar Unión, ubicado en la Antártida profunda, según el investigador Luis Saona, del Centro de Bioinformática y Biología integrativa (Chile).
Hasta ahora, las nanopartículas se fabricaban a través de procesos químicos que involucraban a metales pesados como cadmio, teluro o mercurio y que aumentaban su toxicidad y desfavorecían sus aplicaciones biológicas.
Ciencia