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Los grandes desafíos para vivir en marte

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Lo volcanes marcianos muestran una estructura similar a los de la Tierra. Foto: Pixabay

EXPLORACIÓN ESPACIAL

La partida del Falcon Heavy al planeta reabre la discusión sobre cómo se aplicará el plan de colonización.

Si el hombre desea expandir su dominio sobre el espacio, el paso natural es colonizar otros planetas.

El lugar más cercano para empezar es Marte. Ya hay diversos planes para iniciar este proyecto, pero ¿Cómo sería realmente trasladarse a Marte? Asapscience, un canal de YouTube especializado tiene las respuestas.

El bonito viaje.

El primer desafío es poner en marcha el viaje. Imaginemos que ya se cuenta con la tecnología para concretar el viaje, el problema sería contrarrestar los altos niveles de la fuerza gravitacional que pueden dañar el cuerpo. Con una fuerza 9 veces mayor a la que existe en la Tierra ya es mortal para el hombre porque la sangre no llegaría al cerebro, por eso las misiones de los astronautas se limitan a alrededor de una fuerza de 3 veces o 3gs.

Si podés sobrevivir los primeros minutos sin fallos en el sistema de cohetes o problemas de despresurización y estás igual de capacitado que los astronautas para soportar una fuera de 3g, entonces solo te quedaría preocuparte en la radiación del sol durante tu viaje. En el espacio, sin la protección de la Tierra, los riesgos de cáncer y daños en el sistema nervioso central aumentan por el astro.

Sigamos armando el escenario: tu viaje se programa para cuando la Tierra y Marte están más estrechamente alineados, lo que ocurre cada dos años y te permite un traslado de 150 días. Por el tiempo tan largo lo más recomendable es que antes se realice una extirpación de vesícula biliar y apéndice ya que los cambios de presión podrían romper la protección de estos órganos.

Mientras que la transición del cuerpo a un estado donde la gravedad no existe, el cuerpo experimentará efectos por la ingravidez como que los fluidos corporales se desplazarán hacia arriba por todo el cuerpo provocando dolores de cabeza y ceguera temporal. También es posible que el sistema digestivo reduzca su velocidad hasta que el cuerpo se adapte.

Por otra parte, el espacio reducido obligaría a utilizar la misma ropa por largos periodos de tiempo. Los astronautas, por ejemplo, utilizan la misma ropa interior por una semana durante misiones a la Estación Espacial Internacional, razón por la cual mujeres astronautas son más propensas a contraer infecciones urinarias en el espacio.

Investigaciones de la NASA concluyen que los astronautas pueden perder hasta el 1% del mineral óseo y la densidad por mes. Para contrarrestar esto es necesario realizar trabajos físicos al menos dos horas al día.

La nueva casa.

Si lográs soportar todo lo anterior y llegás a Marte, empezarás a notar las diferencias. Marte está más lejos del Sol, por lo que su temperatura oscila entre los 30 grados y 140 grados bajo cero. Pero ni en los días más calurosos se podría caminar libremente: la atmósfera de la Tierra es 100 veces más densa, por lo que Marte no te protegería en absoluto de la radiación solar. Esto haría que tu nueva casa sea subterránea.

Lo más probable es que igual siempre sientas calor. No solo tu casa es subterránea, sino que también todo tu hábitat, donde siempre tendría que utilizar un traje espacial de unos 22 kilos de peso para proteger que tu sangre no se hierva y tus órganos no exploten por la falta de presión atmosférica. Además, siempre estaría sudado.

La comida con los nutrientes necesarios serían de alimentos deshidratados, de una textura blanda hasta que se consiga hacer crecer frutas frescas, verduras y hortalizas. También te tendrás que acostumbrar a ver ninguna vegetación creciendo fuera de forma natural.

La colonia.

Según una investigación de la NASA de simulación en Marte, es probable que vivas en este hábitat en un departamento de unos 275 metros cuadrados en la compañía de otros colonos terrícolas. Allí el problema sería llevarse bien con los compañeros de habitación y a la vez formar relaciones y hacer crecer la colonia con el nacimiento de humanos marcianos.

La diversidad genética es necesaria para mantener grupos grandes y saludables. No tener suficientes personas para engendrar hijos con frecuencia conduce a la endogamia, relaciones entre personas de una misma casta, raza o condición social. Investigaciones demuestran que esto llevaría a la pérdida del más del 80 por ciento de la diversidad dentro de un gen y que con el tiempo sean vulnerables a una única enfermedad que los extinga.

Se creía que una nueva colonia necesitaría alrededor de 150 personas para conservar la variedad genética, pero estudios recientes indican que en realidad es necesario una población de entre 10 y 40 mil personas. Pasarían muchos meses para que lleguen nuevos colonos a Marte.

Para concluir: tendrías que ser capaz de superar todas las pruebas de los astronautas. ¿Te gustaría viajar?

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