Tranquilos, tranquilos!", pide el técnico de la selección. El reloj marca 50 minutos de juego en un partido que la celeste termina ganando 3 a 1 ante Argentina, lo que le otorga el pasaporte a la final de la Copa América.

Ese torneo no es real y el director técnico de la selección no es Óscar Washington Tabárez. Se trata de un grupo de 11 uruguayos que juegan, cada uno en su casa, al FIFA 15, el videojuego de fútbol más popular del mundo.

Hay un modo, llamado Team Pro, en el que cada persona puede crearse a sí misma dentro del videojuego virtual. Tan real puede ser que hasta el sistema digitaliza una fotografía de su rostro. Luego, puede definir cuál es su pierna hábil y jugar en un equipo de un amigo o un conocido. Es una especie de Liga Universitaria, pero virtual e internacional.

En su equipo, el jugador va evolucionando conforme pasan los partidos. "Demorás en desarrollarte", cuenta uno de los jugadores a El País. Al llegar a cierto nivel, se puede llegar a ser convocado para la selección uruguaya.

Para esta edición de la Copa América, hubo 50 jugadores uruguayos que estaban disponibles para ser convocados, contó Jesús Ripoll, el mánager de la selección celeste en modalidad virtual. La tarea fue estresante, aseguró, porque debió recolectar a los mejores entre todos. Algunos le toman el pelo y lo llaman "Maestro".

La selección entrena y juega torneos online de viernes a domingo, cubriendo unas cuatro horas por día.

Ripoll, quien además de dirigirla es el volante por derecha del equipo, trabaja y estudia enfermería. Llega a las diez de la noche y se queda hasta las dos de la madrugada dedicándose al juego, una de sus pasiones.

Ni los juegos ni los entrenamientos son personales. Son verdaderos futbolistas virtuales. No obstante, Ripoll conoce a otro jugador de la selección porque participó de un torneo presencial el año pasado. "Hablamos mucho por WhatsApp y Facebook para coordinar los partidos", manifestó.

El entrenador parece tener la misma forma de hablar que los técnicos de "la vida real". En la semifinal, que se juega al mejor de tres, tuvieron distintos rendimientos. "El primer partido contra Argentina jugamos mal y no nos salió nada. Jugamos muy nerviosos. En el segundo, mejoramos", confiesa.

Todos los torneos están debidamente "regulados". Existe un organismo internacional encargado de organizarlos, llamado Asociación Americana de FIFA Pro Virtual (IFVPA, por su sigla en inglés). "Es como la Conmebol real (organismo que regula el fútbol sudamericano)", explica el mánager de la selección uruguaya online.

El paralelismo con la realidad se experimenta desde antes del juego. Previo al comienzo del partido, los jugadores se conectan a una plataforma llamada Team Speak, una suerte de Skype, donde hablan sobre la estrategia a seguir.

El juego se transmite por todo el mundo a través de Hitbox, un servicio de streaming especial para transmitir videojuegos en vivo. Allí se pueden escuchar los comentarios de cada uno de los jugadores.

En el encuentro, cuya duración es de unos 18 minutos, suelen acontecer algunos inconvenientes de conexión a Internet. En la jerga se llaman "lag" (retraso, en español). "Es cuando apretás el botón de tirar al arco y la acción se concreta unos cinco segundos más tarde", describió Ripoll.

Esto fue lo que los afectó, asegura el mánager, en el mundial que jugaron el año pasado. Perdieron los ocho partidos disputados.

A veces, el "lag" es tan intenso que tranca la conexión a Internet y saca a algunos jugadores de la cancha. Pero estas adversidades desatan la rebeldía del equipo. "En un torneo amistoso antes de la Copa América, perdimos a seis jugadores por culpa del "lag" en un partido contra Brasil, pero igual ganamos 2 a 0. Festejamos a los gritos", relató.

Estos futbolistas virtuales no juegan por dinero, ni obtienen ningún tipo de recompensa económica alguna por defender a Uruguay. "Es amor al juego", admitió Ripoll.

Después de Alemania, es la segunda selección mejor ubicada en un ranking global que, por ahora, está compuesto por 41 selecciones de todo el mundo.

Una muestra del prestigio que tomó el equipo fue una invitación que llegó desde Europa. "Suiza nos ofreció jugar un partido amistoso el próximo domingo. A través del juego y de Facebook conocés gente de todo el mundo", contó Ripoll.

El prestigio parece ir en ascenso. Los uruguayos quieren acrecentarlo. Para ello, deben superar en la final de la Copa América a Venezuela o Brasil, que a última hora de ayer definían su llegada a la instancia decisiva.

Cada individuo puede armar su propio perfil de jugador, desde su rostro hasta cuál es su pierna hábil. Luego, elige un cuadro en el que desea jugar. Posteriormente, en función de lo bien que le vaya, puede llegar a ser considerado por el mánager de la selección nacional de su país.

La Asociación Americana de Fifa Pro Virtual, homologada por una asociación mundial que fue creada en Italia, organiza torneos que le van dando prestigio a las selecciones.

En función de cómo les vaya, van avanzando en un ranking global de países que por ahora tiene a 41 selecciones de todo el mundo.

Crean “selección uruguaya” para Copa América online