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Franco Medero, la historia de un goleador que superó la más fea

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Franco Medero jugando un partido del Sudamericano

FÚTBOL DE AMPUTADOS 

A los ocho años le amputaron la pierna derecha por un tumor. Hoy tiene 19 y es figura de la Selección Uruguaya de Fútbol de Amputados, que clasificó al mundial de Turquía.

A ese gol, el más importante de todo el Sudamericano, Franco Medero lo recuerda, más o menos, así: era domingo 20 de marzo y la Selección Uruguaya de Fútbol de amputados se estaba enfrentando a Colombia, que era local. Eran los últimos minutos del segundo tiempo. Colombia tenía la pelota en la mitad de la cancha mientras los uruguayos estaban todos marcando para mantener el arco en cero. El fútbol de amputados es igual que el convencional, pero se juega con siete jugadores en tiempos de 25 minutos. Fue entonces cuando Franco le ganó en el cuerpo a cuerpo a uno de los colombianos, robó la pelota, la tiró lo más larga que pudo mientras tres zagueros lo marcaban, les ganó en la velocidad, llegó al área rival, el golero salió para taparle el arco y él, que ya no tenía casi fuerzas para seguir corriendo por el cansancio y el calor, intentó patear lo más fuerte que pudo. El remate salió débil pero la pelota entró, rodando lenta, en el arco colombiano. Ya no había muletas ni equilibrio ni nada: Franco estaba en el suelo pero sus compañeros estaban cerca para gritarlo juntos.

Franco Medero tiene 19 años, es el 10 de la Selección Uruguaya de Fútbol de Amputados y fue el goleador del Sudamericano que se realizó en marzo, en el que Uruguay consiguió el segundo puesto -solo detrás de Brasil- y consiguió la clasificación al mundial de Turquía, que se disputará en octubre.

“Me tocó ser goleador. Es algo que uno no planea, sino que va intentando darle lo mejor al equipo y bueno, a medida que iban pasando los partidos se fue dando. También creo que dentro del equipo hay que respetar los roles, hablamos mucho de eso y creo que uno de mis roles era convertir goles”, dice.

Festejo de gol de la Selección Uruguaya de Fútbol de Amputados
Festejo de gol de la Selección Uruguaya de Fútbol de Amputados. Foto: gentileza Franco Medero.

La Selección Uruguaya de Amputados existe desde 2018. Ya habían participado en el Sudamericano anterior. En ese caso jugaron solo contra Argentina y contra Brasil, y perdió los dos partidos. Por eso este año el campeonato en Colombia era tan especial. Por eso llegaban más ilusionados, más confiados: porque estaban mucho mejor preparados, porque llegaban con un equipo más firme, porque iban por todo. Y lo lograron.

“Superamos ampliamente las expectativas, sobre todo las de los chicos”, dice Leticia Rodríguez, entrenadora de la selección. “Íbamos por la clasificación (al Mundial) pero disputar el primer lugar hasta último momento (aunque finalmente quedamos segundos) fue un plus que se ganó con trabajo. Hay que tener presente que Argentina y Brasil son potencias con más de diez años en el fútbol de amputados y Uruguay es un proyecto de cuatro años con dos de pandemia en el medio”.

Hoy Franco es jugador de Plaza Colonia, uno de los tres equipos uruguayos que forman la Liga de Fútbol de amputados, junto a Progreso y Juventud de las Piedras. Es, también, un referente de la selección. Pero antes de ser el goleador, antes de Uruguay y antes, incluso, del fútbol, Franco tiene otra historia.

Nació en Colonia Valdense pero enseguida se fue a vivir con su familia a Nueva Helvecia. Empezó a jugar al fútbol cuando tenía seis años, en Nacional. Dos años después le encontraron un tumor en la rodilla derecha y los médicos decidieron que, lo mejor, era amputarle la pierna.

Pasó por un tratamiento y por internaciones, por consultorios médicos y por viajes a Montevideo y durante algunos años tuvo que dejar de jugar.

Cuando estuvo mejor volvió a practicar con su cuadro. Y un día de 2015, cuando terminó el tratamiento y Nacional tenía un partido en Nueva Helvecia, su equipo y el equipo contrario decidieron que era hora de que Franco volviera a la cancha. Ese día entró, jugó e hizo un gol. Ese día, quizás, fue el que marcó todo lo que vino después.

Hoy Franco está recuperado y vive en Montevideo. Primero se mudó para estudiar medicina pero por los entrenamientos del fútbol prefirió elegir, después, una carrera más corta: periodismo deportivo.

En 2018, después del Sudamericano, recibió una oferta para irse a jugar a Turquía. Y este año cuando llegó de Colombia se contactaron con él y con otro de sus compañeros, Luciano Varela, para hacerles una oferta para jugar en Brasil.

Franco Medero festejando un gol
Franco Medero festejando un gol. Foto: gentileza Franco Medero.

“Nos deja muy contentos estar en el foco de dos ligas que hoy son profesionales. Eso me motiva mucho, me dan ganas de seguir creciendo. El Sudamericano me sirvió para ver en qué nivel estoy y creo que el Mundial va a ser muy bueno para eso también. Ojalá pueda salir una linda oportunidad o algo que al menos que me dé para pensarlo. Alejarse de la familia nunca es fácil y dejar todo por el fútbol también es complicado pero bueno, llegado el momento, si es una buena oportunidad, lo pensaré. Vivir del fútbol es lo que más quiero”.

Para viajar al Mundial de Turquía la selección necesita US$ 40.000. Y tienen seis meses para obtenerlos. Franco cree que lo van a conseguir. Es un sueño y están trabajando para eso.

“Para mí ponerme la camiseta de Uruguay y cantar el himno con la selección es un sueño cumplido. Y sobre todo compartir eso con mis compañeros. Estoy muy orgulloso de ellos, no solo por la historia de vida que tienen, sino también por las personas que son, por lo que le meten al fútbol y por las ganas que tienen de salir adelante. Siempre hay que creer en las segundas oportunidades. Yo creo que la vida y el fútbolsiempre dan revancha”.

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