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Fenómeno "tech" sin Internet

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Foto: Archivo.

Sensores en puertas de comercios captan cuando el consumidor pasa y le envían ofertas a su gusto.

Hoy no se concibe la vida sin Internet. Pero una nueva tecnología planea transformar esta percepción. Se trata de los beacons (balizas, o sensores en español), que prometen proporcionarle un valor agregado a la actividad turística, comercial y gastronómica del mundo. Son pequeños artefactos que se colocan en un local y se conectan con el usuario a través de Bluetooth.

Para poder observar las prestaciones, los usuarios deben tener activado, de forma casi permanente, esta función del celular. Si bien a la larga desgasta la batería, los defensores de la tecnología destacan que no necesita conexión a Internet, por lo que será "revolucionario" para las empresas que planeen incorporarlo y, sobre todo, para los turistas, que no requerirán de roaming de datos cuando viajen al exterior. Apple presentó su propio sistema en 2013, que ya está presente en algunos comercios estadounidenses que han decidido invertir en esta plataforma. En Uruguay, aún no ha tenido adeptos importantes, aunque ya hay interesados en incorporarla. No obstante, un grupo universitario presentó una innovadora propuesta el año pasado que no está vinculada con lo comercial, pero sí con lo cultural.

Póngase en esta situación: usted es ciego, vive en Londres y quiere tomarse un tren para ir a su trabajo. Toma su celular, le conecta los auriculares y prende una aplicación. Cuando está bajando las escaleras de la parada, una voz le dice: "Bienvenido a la estación Pilmico". Camina unos pocos pasos y la voz se vuelve a activar: "Siga la rampa hacia abajo hasta llegar al puesto de tiquetes". En cada movimiento que hace, la voz le sugiere una acción.

Esto sucede es la realidad, y forma parte de un proyecto de una empresa británica que utiliza beacons (balizas en español). Se trata de un dispositivo del tamaño de una moneda de cinco pesos, que emite señales por medio de la tecnología Bluetooth como si fuera un sensor.

"Esta tecnología es muy reciente pero es, sin dudas, una tendencia que crece mundialmente", señala a El País Vicente Goetten, director ejecutivo de TOTVS Labs, una empresa brasileña que tiene un laboratorio instalado en Silicon Valley (donde están las empresas de tecnología más importantes del mundo), cuyo cometido es explorar los beacons.

En la navegación marítima, las balizas son utilizadas para enviar señales lumínicas durante la noche y que los barcos tengan como referencia para saber dónde están. En un paralelismo con este nuevo paradigma tecnológico, y basado en el ejemplo británico, el barco sería la persona ciega y las balizas son las que guían al usuario hacia dónde tiene que ir.

La nueva tendencia establece algunas diferencias con las tecnologías tradicionales como el GPS, que, en general, requiere de la utilización de Internet para poder utilizarse.

Aplicaciones.

Los beacons tienen un sinfín de aplicaciones que ya se utilizan en el mundo comercial. "La gran revolución sucederá en la experiencia del consumidor", asegura Goetten.

Por ejemplo, en Estados Unidos, hay comercios que ya lo implementan. Uno de los usos que le dan es enviar promociones a los usuarios: la persona va caminando por una avenida buscando un restaurante para comer y cuando pasa por alguna casa que tiene instalado un beacon en la puerta, le activa una alerta con el mensaje: "¿Te gustaría ver nuestro almuerzo especial? Pase...".

Este sistema, que funciona en el restaurante Radish de Nueva York, también permite pagar cuentas mediante esta vía, sin necesidad de llamar al mozo ni pasar por grandes esperas o inconvenientes.

Claro, todo depende del desarrollo que quiera la empresa que implementa la tecnología. Una tienda de vestir, también en Estados Unidos, creó una aplicación que permite interactuar con las prendas a través de estos sensores.

Si hay una baliza en el área donde comercializan vestidos, por ejemplo, en el celular inteligente aparece información detallada sobre los colores, talles disponibles y precios.

"Esta tecnología será revolucionaria porque dará vida a los objetos", añade Goetten.

¿En Uruguay?

Ningún comercio local la incorporó. No obstante, Javier Cabrera, director de TOTVS en Uruguay, comenta que hay firmas interesadas.

En lo que sí ya se ha aplicado es en el plano cultural. El año pasado, un grupo de estudiantes universitarios utilizó beacons para fines artísticos.

Valentina Ríos, una de las estudiantes de Ingeniería Audiovisual que participó en este proyecto, cuenta que la idea fue instalar estos sensores por todo el edificio de la Universidad Católica para contar una historia. "A medida que se recorría el espacio, se iban escuchando sonidos", recuerda. Las balizas cada vez se utilizan más y son el fenómeno "tech" sin internet.

Las características de los beacons.

Los beacons funcionan con la tecnología Bluetooth, una forma de transmisión de datos que fue creada en 1994, pero que a partir de la proliferación de los teléfonos inteligentes ha tomado más fuerza.

Presenta algunas diferencias con la tecnología GPS (que necesita Internet para activarse). De modo que puede ser utilizada en el exterior sin temer el costo del roaming de datos. Además, consume menos batería que utilizarlo en este modo. Sin embargo, presenta algunas desventajas. En general, necesita de aplicaciones instaladas para funcionar; se necesita tener activado permanentemente Bluetooth, algo que a la larga consume batería, según publicó el sitio Consumer.es. Por lo general, sus baterías duran más de un año. Apple introdujo este sistema a mediados de 2013 con sus propios iBeacons. Según el sitio ZDNet, ya está presente en al menos 250 tiendas de Estados Unidos. Hay empresas que comercializan tres balizas a un promedio de 99 dólares, más un manual que enseña a cómo implementarlas para dispositivos móviles.

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Foto: Archivo.

TecnologíaJUAN PABLO DE MARCO

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