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Explotación bajo el océano

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"Todas las señales indican que podríamos estar iniciando una revolución industrial marina"

La pesca realizada desde helicópteros y grandes barcos de arrastre y las granjas industriales que producen animales de forma masiva en las profundidades del océano son la viva imagen de que los seres humanos están repitiendo los mismos patrones de sobre explotación que utilizaron sobre la superficie, concluyó un grupo de científicos en la revista especializada Science.

Esta sobre explotación que se viene desarrollando indica que los animales marinos podrían afrontar un gran desafío en los próximos cien años, similar al colapso que condujo a la extinción de 500 especies de animales terrestres, advirtieron los autores, entre los que hay investigadores de las universidades de California y Stanford, en Estados Unidos.

El trabajo, dirigido por la Universidad de Santa Bárbara, California, y difundido en estos días, establece una comparación entre el impacto que tuvo la revolución industrial sobre el manto terrestre y lo que está sucediendo costas adentro.

Las grandes extensiones de cultivos y la aparición de fábricas ganaron terreno a los bosques y agotaron amplias reservas de recursos minerales. En el océano, sin embargo, la pesca continuó dependiendo de barcos que faenaban con técnicas tradicionales. "Pero mucho cambió esto en los últimos 200 años, nuestra caja de aparejos se industrializó", señaló Douglas McCouley, profesor de Ecología y Biología Marina de la Universidad de California y autor principal del estudio.

Steve Palumbi, coautor por la Universidad de Stanford, enumeró las amenazas emergentes. "Hay granjas industriales y corrales de engorde para el atún como los que se emplean para el ganado vacuno", precisó. Los barcos de arrastre (barcos que utilizan grandes redes a altas velocidades) han arañado el fondo del mar y convertido zonas de la plataforma continental en una suerte de escombrera, objetaron los expertos.

Y en cuanto a las llamadas "granjas de camarones", indicaron que se están comiendo los manglares (ecosistema únicos de árboles tolerantes a la sal) con un "apetito similar al de la agricultura que consumió praderas naturales y selvas".

Asimismo, las concesiones para realizar actividades de minería en el fondo marino se están persiguiendo con un fervor "que recuerda a la fiebre del oro", aseguraron. En el año 2.000 no había un solo kilómetro cuadrado bajo agua dedicado a esto, según su Hoy los contratos para hacer exploraciones allá abajo superan el millón de kilómetros cuadrados.

¿Solución?

"Todas las señales indican que podríamos estar iniciando una revolución industrial marina. Nos estamos preparando para reproducir en los océanos el proceso Armagedón de la vida silvestre que hemos diseñado en la tierra", dijo McCouley gráficamente.

Pero según su equipo, aún hay tiempo para evitar un desastre a gran escala. Los océanos conservan todavía la capacidad de revertir la crisis actual de pérdida de fauna marina y las próximas décadas son determinantes para ello, aventuraron los especialistas.

Una de las soluciones posibles pasa por crear reservas en grandes áreas de océano, donde no esté permitido ni la pesca ni el desarrollo industrial. Hoy sucede que las ballenas ya no se casan sin control pero se chocan contra los barcos.

Por eso, también hay que aplicar "medidas creativas y eficaces para manejar el daño infligido a la fauna en las zonas que se encuentran entre las reservas", apuntó Robert Warner, uno de los investigadores. Si no se toman, en 100 años seguramente lamentemos las consecuencias, concluyeron.

PESCADO PRODUCIDO EN "GRANJA"

El pescado de granja marina está cada vez más presente en la vida cotidiana. Con peor textura y menos sabor que el salvaje, los peces de cultivo prometen una mayor conservación de las propiedades nutricionales de los ácidos grasos Omega-3, buenos para el corazón. Así lo explicó el medio español ABC.es en un informe realizado a mediados de 2012. Totalmente generalizados en los países del Mediterráneo, (estrellas en el consumo de este tipo de carne), peces de los más variados y escurridizos son producidos de forma controlada dentro del océano

y ganan atractivo porque las amas de casa pueden tenerlos en su casa a un precio accesible en cualquier época del año. Las especies son producto de años de investigación que van modificando el ciclo y el ecosistema de estos seres vivos. Por ejemplo, en el caso de lenguado, implicó aclimatar los animales salvajes a la vida en cautiverio y conseguir su reproducción, proceso que demandó generaciones de pruebas. Japón trabaja en la producción del atún rojo.

Warner: “Aún podemos evitar el desastre”

No basta solamente con construir reservas marinas. Necesitamos políticas creativas y efectivas para manejar los daños infringidos sobre la vida salvaje del océano, en tantas especies que viven entre las áreas protegidas.

Todavía hay tiempo para evitar un desastre a gran escala. Los océanos del mundo tienen la capacidad para revertir la crisis actual de pérdida de fauna marina y las próximas décadas son determinantes para ello.

Control. Existe la Red Internacional de Seguimiento, Control y Vigilancia de la pesca mundial.

Se puede encontrar más información en la dirección web: http://www.imcsnet.org/

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