TECNOLOGÍA
Estudio asegura que alrededor de dos millones de menores de 25 años bajarán sus cuentas en EE.UU.
Hace unos años, para mi cumpleaños me pegaron un tortazo en toda la cara. Mi tía me sacó una foto, la subió a Facebook y me etiquetó. ¡Fue muy vergonzoso que todos la vieran, porque más encima salía justo con la boca abierta llena de crema!", recuerda Francisca Astudillo, de 14 años, quien aburrida de situaciones como esta, en 2016 se despidió de su cuenta en Facebook.
Para ella, estar fuera de la red social de Mark Zuckerberg no es un problema. "Todos mis amigos dejaron de usarla y otros solo la tienen de adorno. No hay mucho que hacer ahí", agrega la adolescente.
Hace cuatro años que Martina Fernández (15) se hizo una cuenta en Facebook. Sin embargo, hoy casi ni la mira. "Uso mucho más Instagram y WhatsApp, que son mucho más rápidos y los papás no los usan tanto, porque no saben bien cómo hacerlo, entonces no te revisan tanto tus cosas", dice la joven, quien constantemente sube historias de todo lo que hace durante el día a Instagram. "Me aburre que mis padres me estén vigilando en las redes sociales. Si me dejan salir sola de la casa, es un embole que anden viendo todo lo que hago", agrega.
Es un hecho que Facebook está perdiendo a sus usuarios más jóvenes y a un ritmo más acelerado de lo que se esperaba, según un informe de eMarketer. Dos millones de usuarios estadounidenses y menores de 25 años bajarán sus cuentas durante este año, calcula la firma.
"Dicen que Facebook es para viejos. Los jóvenes tienen poco interés en esta red, no solo porque están los familiares y los padres, sino por su estilo, que es mucho menos dinámico que el de Instagram o Snapchat", afirma Viviana Herskovic, psiquiatra infantil y adolescente de Clínica Las Condes.
"Mis padres tienen Facebook y lo usan mucho. Suben las fotos de las vacaciones, de los viajes, se conectan con sus familiares y compañeros de curso, chusmean lo que suben los otros, etcétera", cuenta Tiare Ruiz, de 15 años.
"Uno ya no puede publicar con tanta libertad como antes. Ahora los padres o los tíos te descubren y te pueden decir algo. Eso molesta", añade la joven.
Para ahorrarse problemas con sus padres, Benjamín Reyes (19) optó simplemente por bloquearlos. "No tengo a mis padres entre mis amigos, me gusta tener mi privacidad y así ellos no pueden ver mis fotos, publicaciones, ni los links que comparto. En Facebook todo se puede malentender y eso puede traer una seguidilla de conflictos", asegura.
Convivencia.
Sin embargo, por más libres y distanciados que quieran sentirse los adolescentes de sus padres, según expertos es posible tener una buena y sana convivencia entre ambos en línea.
"Es esperable que los adolescentes necesiten su espacio en las redes sociales, al igual que en el mundo presencial", advierte Vania Martínez, psiquiatra de la Universidad de Chile e investigadora de Midap.
"Los padres tienen que tener cuidado con hacer comentarios en las redes sociales que puedan poner incómodos o dejar en vergüenza a sus hijos", aconseja Martínez, quien agrega que estos quedan expuestos a que todos sus amigos vean dichas publicaciones.
Tampoco es recomendable que los progenitores se preocupen de leer cada mensaje o foto que se postea en la cuenta de sus hijos, ya que no se trata de controlarlos en las redes sociales.
"Hay que buscar un equilibrio. Siempre se puede conversar en persona con los hijos y preguntarles qué les molesta que uno haga en las redes sociales", añade Martínez, quien advierte que la comunicación es clave.
El momento para dialogar sobre las reglas y dejarlas claras es al regalarles a los hijos un celular u otro dispositivo para que usen las redes sociales.
"Algunos jóvenes piensan que estas son un espacio seguro y de privacidad, pero no es así. Cualquiera puede sacarle un pantallazo a tu foto y hacer lo que quiera. Si los hijos creen que algo no lo debieran ver sus padres, significa que no debieran compartirlo. Ese es el filtro", agrega Herskovic.
Snapchat - El destino que eligen los migrantes.
Irse de Facebook no quiere decir no usar más las redes sociales, Instagram y sobre todo Snapchat son los que ganan cuando los menores de 25 años comienzan a emigrar de la red más popular.
Diseño - La complejidad constituye una ventaja.
Por ahora, lo que mantiene alejado a los más grandes de redes como Snapchat es su complejidad. Sin embargo, Evan Spiegel comienza a introducir algunos cambios que la harían más accesible.
Problemas - El rediseño provocó reacciones.
Snapchat, tampoco se salva de los problemas. El rediseño de los últimos tiempos enfureció a sus usuarios y un comentario de Kylie Jenner hizo que perdiera millones de dólares al decir que ya no la usa.