Publicidad

Estudio revela que los uruguayos no pegan un ojo por las noches

Compartir esta noticia
dormir, sueño, descansar

SALUD

Prevalece la “mala calidad” del sueño entre la población; el coronavirus agravó el cuadro por la inestabilidad emocional

Dormir la cantidad de horas necesarias con la calidad suficiente para tener un buen sueño reparador y evitar problemas en la salud es un lujo para la mayoría de los uruguayos. Más en el periodo reciente por incidencia del impacto emocional que ha tenido la pandemia por coronavirus.

Los uruguayos declaran padecer una “mala calidad del sueño” que se ha agravado en los últimos meses. Cuatro de cada 10 personas duerme menos de siete horas, es decir, menos de las suficientes para considerarse un buen descanso en la edad adulta. Esa es una de las principales conclusiones de una encuesta realizada por Equipos Consultores para Viasono.

La calidad del sueño se compone por siete dimensiones: calidad subjetiva, disfunción diurna, mediación, perturbaciones, eficiencia, duración y latencia.

Por ejemplo, el apartado de calidad subjetiva revela que cerca de un tercio de la población percibe su descanso en términos de “mala calidad”.

El descanso, en este sentido, se ve atravesado por una problemática de género, según los resultados de esta encuesta. Las mujeres tienden a tener un peor descanso que los hombres. Si bien se observa que para ambos sexos, vivir solo o sola se asocia a menor calidad de sueño, el hecho de convivir con una pareja parece favorecer más a los hombres que a las mujeres.

Ellas, en particular, se despiertan más veces para cuidar a alguien en el hogar.

¿Qué sucede con el tiempo que tarda una persona en dormirse? Esto se conoce como latencia. En este sentido, la mitad de los encuestados dijo dormirse después de media hora intentando conciliar el sueño. El 23% demora más de una hora. Además, es alto el porcentaje de personas que dicen no haberse podido dormir durante la primera media hora en la última semana.

Existe una asociación clara entre latencia y calidad subjetiva: a peor calidad subjetiva más problemas para conciliar el sueño. También la hay con las horas dormidas. La mayoría de las personas saben que dormir más –las famosas ocho horas de sueño– es bueno para su salud. El problema es que la vida –trabajo, hijos, estrés, etc.– suele evitarlo en muchos casos. Y, en este apartado, solo el 38% de los encuestados duerme ocho horas o más. Un porcentaje similar duerme entre cinco y seis horas.

En palabras simples, la eficiencia del sueño es la relación entre las horas de descanso y el tiempo pasado en la cama. De acuerdo con el estudio realizado por Equipos, aunque siete de cada 10 personas pasen ocho horas o más en la cama cada noche, eso no se correlaciona con conseguir las mismas horas de sueño: solo cuatro de cada 10 duermen ese tiempo.

Sueño
La calidad del sueño se compone por siete dimensiones: calidad subjetiva, disfunción diurna, mediación, perturbaciones, eficiencia, duración y latencia.

Problemáticas que quitan el sueño.

Buena parte de la población declara haber tenido algún tipo de perturbación durante el sueño. Algunas no son problemáticas –como despertarse para ir al baño– pero hay otras más complejas como tener pesadillas, no poder respirar bien y sentimientos de ansiedad.

Justamente, se destaca un porcentaje alto (casi el 50%) por “malestares subjetivos o emocionales” derivado de preocupaciones cotidianas. En esta categoría resalta la situación económica, un índice que empeoró por la COVID-19.

Pero si el uruguayo duerme mal por las noches, ¿qué le pasa en el día? La dificultad para mantenerse despierto y para mantener la energía durante las horas de vigila se conoce como hipersomnio, una afección en la cual las personas tienen una somnolencia diurna excesiva. Las personas que la padecen tienen microsueños, es decir, momentos de solo unos segundos en los que el cerebro parece “desconectarse” y dormirse y que pueden resultar peligrosos si suceden cuando, por ejemplo, se está al volante.

Un cuarto de los encuestados dijo tener problemas para mantenerse despierto durante el día; pero, al ser consultados por la energía, más de la mitad acusa el problema en distintos grados.

Con este panorama, no sorprenden los porcentajes de aquellos que consumen medicación para dormir. Casi uno de cada cinco uruguayos dice haber tomado algún fármaco al menos semanalmente. A peor calidad subjetiva del sueño, mayor uso de medicación para conciliar y mantener el sueño.

Dormir bien es uno de los tres pilares fundamentales para gozar de una buena salud; los otros son conocidos: una dieta equilibrada y ejercicio regular.

Pandemia por COVID-19 se coló en la cama.

La sensación de pérdida de control sobre la vida que experimentaron los uruguayos tras la aparición del coronavirus a partir del 13 de marzo de 2020 fue detectada por la encuesta de Equipos Consultores en marzo en los estados emocionales de estrés y de intranquilidad.

En mayo, la sensación de estar descansado no tuvo fuertes variaciones pero el sentirse lleno de energía y vitalidad desmejoró de forma notoria: del 61% en abril-agosto de 2019 se cayó al 36% en mayo de 2020.

Al consultar específicamente sobre el descanso durante los primeros meses de pandemia, un tercio de los encuestados dijo dormir peor que antes. Esta respuesta fue más frecuente entre las mujeres, entre los jóvenes de entre 30 y 39 años (seguidos de la franja etaria de entre 40 y 49 años); las personas de Montevideo y los padres de hijos de hasta 3 años y de hijos de 4 a 12 años.

Al asociar esta respuesta a la situación económica de la familia, coincidió que el 41% de los que contestaron estar durmiendo “peor que antes” expresaron problemas económicos en el hogar.

Y el porcentaje se eleva al 44% para aquellos que creían que las dificultades en este rubro iban a continuar por los tres meses siguientes.

¿Encontraste un error?

Reportar

Temas relacionados

saludSueñodormircoronavirus

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad