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¿Por qué el estómago nos hace ruido cuando tenemos hambre?

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Ruido abdominal

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Existe una razón científica y un nombre específico, te contamos todo sobre ellos en esta nota.

Ruido abdominal
Foto: Pixabay

Te quedás dormido para ir a trabajar. No te da tiempo de desayunar. Llegás corriendo y te ponés a avanzar lo retrasado. Aprovechás la hora de almuerzo para cumplir con los pendientes. Cuando te das cuenta, no comiste  nada en todo el día y tu estómago emite ruidos como reclamando a gritos la desatención de alimentos.

Es normal asociar los ruidos que hace el estómago al hambre. Esto se debe a que este órgano junto a los intestinos se mueven para mezclar los alimentos con los jugos gástricos para procesar el alimento. Nunca están quietos, así no haya alimentos que pasar, por lo que al estar vacío lo que 'procesa' es aire, el cual resuena en el vacío.

Entre más vacío estén el estómago y los intestinos más aire 'procesan' por lo que más ruido hacen.

Los 'rugidos' del estómago se pueden producir en cualquier momento del día, según explica Mark A. Andrews, profesor asociado de fisiología y director del programa de estudios independientes en el Colegio de Medicina Osteopática Lake Erie. Se asocian al hambre porque dichos ruidos son más fuertes cunado el estómago e intestinos están vacíos.

El tracto gastrointestinal es un tubo hueco que va desde la boca hasta el ano. Sus paredes son principalmente de capas de músculo liso. Estos se mueven para procesar el alimento produciendo un ruido sordo. Dicha comprensión se denomina peristalsis: contracciones que se mueven hacia el exterior, 'bajando el contenido'.

Las ondas de la peristalsis hacen que los órganos se contraigan en un ritmo denominado BER (ritmo eléctrico básico) como resultado de la actividad inherente del sistema nervioso entérico ubicado en las paredes del intestino. Se mueven a un ritmo regular de entre 3 y 12 veces por minuto imitando los latidos del corazón.

La velocidad y la fuerza de la peristalsis aumentan a mayor presencia de alimentos. También aumentan cuando el estómago y los intestinos permanecieron vacíos por al menos dos horas. Pero también como un acto reflejo del hambre.

Los receptores en las paredes del estómago detectan la ausencia de alimento provocando ondas de actividad eléctrica en el sistema nervioso entérico. Este 'mensaje' viaja por el estómago y los intestinos produciendo contracciones de hambre. Esto no es para pedir comida, sino para limpiar cualquier contenido estomacal, como fluidos, alimentos y bacterias remanentes, para evitar que se acumulen.

Dichas contracciones también producen vibraciones y ruido sordo asociado al hambre. Las mismas pueden durar por 10 a 20 minutos una vez iniciadas y repetirse cada una o dos horas hasta que se ingiera alimentos.

Cabe precisar que las contracciones antes descritas son diferentes a los dolores de hambre, que inician de 12 a 24 horas después de la última comida y que pueden continuar por algunos días antes de disminuir de forma gradual.

El dato
Los griegos llamaron borborismos (borborygmus) a los gruñidos del estómago. El término se basa en la onomatopeya, pero se traduce en 'retumbar', según la revista científica "Scientific American".

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