DÍA DEL PATRIMONIO

Algo así como cuando Uruguay gana un partido de fútbol y al otro día todos salen a la calle con la sonrisa ensanchada: ese es el ambiente del fin de semana en el que se celebra el Día del Patrimonio.

La edición número 25 se realiza bajo el lema “La música del Uruguay” y se homenajea la figura de la cantante y compositoraAmalia de la Vega, al conmemorarse 100 años de su nacimiento.

Sábado y domingo abren sus puertas edificios y sitios a los que normalmente no se puede acceder, por lo que es una buena oportunidad para conocerlos.

Son más de 500 las propuestas en todo el territorio nacional y además de música hay ofertas gastronómicas, talleres, charlas y exposiciones. El País recorrió algunas de ellas para contar cómo se vive esta fiesta.

Toda la Ciudad Vieja está de fiesta y los músicos lo saben: además de los espectáculos preparados especialmente para la ocasión, los artistas callejeros aprovechan para compartir sus talentos.

La Plaza Matriz (Sarandí y Juan Carlos Gómez) vibra al ritmo de tango y murga. Por eso es un lugar de encuentro, pero también por estar rodeada de varios de los lugares más concurridos de la zona: el Club Uruguay, la Catedral Basílica Metropolitana o el Cabildo de Montevideo.

De la mano de Cutcsa y Rondamomo, por ejemplo, se presentó ayer sábado en la plaza la murga La del Collazo. También hubo bailarines y un cantante de tango que con Volver y Cambalache consiguió atraer aún a más gente.

El Museo de la Casa de Gobierno (frente a Plaza Independencia) se sumó ayer a los festejos y además del tradicional recorrido ofreció espectáculos: uno fue el de la Orquesta Juvenil del Sodre, a cargo de 35 músicos que tienen entre 14 y 25 años.

El Teatro Solís también invita a recorridas por sus instalaciones, pero además hay presentaciones. En el primer día de los festejos una de ellas fue el de la orquesta de tango Bien de Abajo y otra el grupo de alumnos de la Escuela de Formación Artística del SODRE.

Las obras del escultor uruguayo José Luis Zorrilla de San Martín se conservan en un taller de Punta Carretas que generalmente está cerrado al público, por lo que verlas en persona es un privilegio. Pero es un privilegio que este fin de semana está al alcance de muchos, ya que la Embajada de Francia en Uruguay abrió sus puertas y obtuvo autorizaciones del Ministerio de Educación y Cultura para llevar una selección de los trabajos del artista.

Yesos, cuadros y bronces de Zorrilla se encuadraron a la perfección en el entorno arquitectónico del Palacio Buxareo, que merece una descripción aparte.

Además de la importancia patrimonial que tiene la obra de Zorrilla, uno de los motivos por el que se la eligió es porque el artista tuvo un vínculo muy cercano con Francia: realizó buena parte de sus trabajos en París, con el escultor francés Antoine Bourdelle.

Parte de las obras que se pueden ver estos dos días en la embajada son algunas de esas realizadas en Francia: están los yesos del Monumento al Gaucho o la Fuente de los Atletas. Se puede ver la reducción en yeso de la obra del Obelisco que se ubica en la zona de Tres Cruces, así como reducciones en bronce de la figura de José Artigas, a quien también pintó.

La sede de la embajada es nada más y nada menos que el Palacio Buxareo, un edificio del año 1884 ubicado en avenida Uruguay 853, Montevideo.

Tiene muchos rincones dignos de conocer y dos de ellos se observan levantando la vista: uno es el techo de la entrada principal en el que predomina el celeste, con algo de dorado, trazos, arabescos rococó y hasta figuras de leones; otro es el techo del primer piso, que permite el paso de la luz natural a través de un vitral repleto de colores. Está abierta desde las 10 hasta las 18 horas de hoy domingo.