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El Día del Patrimonio a través de dos visitas excepcionales: la azotea del Palacio Legislativo y la residencia de Suárez y Reyes

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La maqueta del Palacio Legislativo que está escondida en la azote. Foto: Estefanía Leal

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El sábado miles de uruguayos aprovecharon para visitar lugares históricos de la capital en el marco del fin de semana del Patrimonio.

Este fin de semana miles de personas aprovechan las celebraciones del Día del Patrimonio para recorrer lugares llenos de historia en todo el territorio. En este marco, dos de las visitas destacadas del primer día fueron la apertura de la Residencia de Suárez y Reyesal público y una visita especial organizada por la vicepresidenta de la República, Beatriz Argimón, a la azotea del Palacio Legislativo.

El lado oculto del Palacio

Para muchos uruguayos el Palacio Legislativo es un lugar que en alguna ocasión visitaron con la escuela, liceo o incluso universidad. Construido con opulencia, el Palacio de las Leyes tomó 17 años de construcción y estuvo listo para la conmemoración de los 100 años de la Declaratoria de la Independencia, el 25 de agosto de 1925.

La vicepresidenta Beatriz Argimón. Foto: Estefanía Leal
La vicepresidenta Beatriz Argimón. Foto: Estefanía Leal

Durante las visitas del día de ayer y que continuarán hoy se pueden visitar el Salón de los Pasos Perdidos, la Cámara de Senadores, la Cámara de Diputados, las barras de ambos recintos y la recientemente restaurada sala de eventos especiales. La biblioteca quedó fuera de la tradicional visita por consejo del equipo médico que asesoró al Parlamento en el marco de la pandemia.

En un edificio tan grande y antiguo hay rincones escondidos que hasta quienes trabajan allí hace décadas no conocen: ese es el caso de la azotea, donde reposa la maqueta original del edificio desde hace más de 100 años.

Después de varias escaleras secundarias, pasillos estrechos y depósitos, se llega a la azotea. Desde allí se puede observar la torre principal con las figuras femeninas que representan al arte y el trabajo y coronan el techo desde cerca. Finalmente, al pasar una pequeña puerta, se encuentra una de las joyas escondidas del palacio: la maqueta original sobre la que se trabajó su construcción.

La vicepresidenta, Beatriz Argimón, en el Salón de los Pasos Perdidos. Foto: Estefanía Leal
. Foto: Estefanía Leal

Según explicó la arquitecta Gisella Carlomagno Goycoechea, durante décadas la maqueta permaneció olvidada y acompañada de basura y objetos de deshecho.

“Tomó varios años de trabajo pero finalmente logramos limpiar el lugar que tiene valor arqueológico”, señaló la encargada arquitectónica del Palacio Legislativo. Además, indicó que mientras no se dio valor al espacio, este fue vandalizado y por eso se pueden ver cosas escritas en los objetos.
Junto al modelo se lucen las molduras originales, fabricadas en cáñamo que luego dieron origen a las adornadas columnas del edificio.

Una de las molduras originales del Palacio Legislativo Foto: Estefanía Leal
Una de las molduras originales del Palacio Legislativo Foto: Estefanía Leal

Sin embargo, la maqueta no podrá exponerse al público en general por la dificultad que supone el acceso al lugar y el riesgo de romperse.

De turistas a pesar del frío

"Tres horas estuve esperando”, comentó una señora en las afueras de Suárez y Reyes. Sobre las 14:30 horas, dos horas y media antes del cierre previsto, los encargados de la casa presidencial tuvieron que cortar las inscripciones para la visita.

En el Palacio Legislativo, la vicepresidenta Beatriz Argimón recibió a sus invitados para una visita especial a la azotea.Luego agasajó a quienes hicieron la recorrida en su despacho.

Una década sin visitantes

Hacía varios años que la residencia presidencial, ubicada en la intersección de las calles Joaquín Suárez y Reyes, estaba deshabitada y no abría sus puertas al público. Una década después, esta fue una de las grandes atracciones del sábado del fin de semana del Patrimonio.

Quienes se acercaron a la residencia tuvieron que esperar largas horas para el ingreso. Varias cuadras de fila mediante, debían dejar nombre y cédula y además cumplir con las medidas sanitarias: tapabocas, temperatura, alcohol en gel y alfombra desinfectante. Una de las condiciones fue que no se tomaran fotos ni videos.

Visitantes en la residencia presidencial de Suárez y Reyes. Foto: Estefanía Leal
Visitantes en la residencia presidencial de Suárez y Reyes. Foto: Estefanía Leal

La visita, que se realizó con grupos reducidos, duró alrededor de media hora. Los visitantes accedieron al vestíbulo de la residencia, desde donde admiraron al primer ascensor residencial de Uruguay, el escritorio del presidente, el antiguo comedor (hoy sala de ministros) y la sala de música.

Además, quienes pasearon por el lugar recibieron una visita guiada (de la mano de los encargados de protocolo de presidencia) por los jardines donde pudieron admirar las caballerizas intervenidas por el muralista Medina, el rosedal y el espacio verde que tiene Suárez.

Visitantes en la residencia presidencial de Suárez y Reyes. Foto: Estefanía Leal
Visitantes en la residencia presidencial de Suárez y Reyes. Foto: Estefanía Leal

El historiador Ángel Ayestarán se encargó durante la jornada de contar en persona la importancia del lugar, donde hoy vive el presidente con su familia: desde 1947, cuando el edificio pasó a manos del Estado, durante la presidencia de Luis Batlle Berres, prácticamente todos los presidentes vivieron allí. El propio Luis Lacalle Pou habitó el lugar cuando su padre Luis Lacalle Herrera estuvo al mando del gobierno entre 1990 y 1995.

“La residencia fue hecha por el arquitecto Juan Mario Brio, que es el mismo que construyó la sede de la Facultad de Derecho y está construida con estilo ecléctico que es el que se usaba en occidente entre fines del siglo XIXy XX”, explicó el historiador durante el recorrido.

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