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Depresión clave contra el Parkinson

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Foto: Shutterstock

SALUD

Desmoralización y depresión son confundidas

Hasta hace cinco años, Viviana Gajardo de 57 años, trabajaba como jefa de ventas en el área comercial de una empresa: "Yo era una mujer bien feliz. Tenía metas y decía ‘en el futuro haré esto o aquello’, pero ahí llegó el párkinson", explica.

Diagnosticada en 2012, los temblores empezaron en su pierna izquierda. Desde entonces, la vida le ha cambiado progresivamente.

"Me gusta cocinar, bailar, pero he perdido esas capacidades. A veces quiero ir a la piscina, pero no puedo bajar sola una escalera y ahí quedo. Lo triste es que la vida pasa frente a tus ojos y no se puede hacer nada", explicó la mujer a El Mercurio de Chile.

Viviana cuenta que ha visitado al menos a 16 neurólogos y una buena parte de ellos le ha diagnosticado depresión.

"Compré pastillas que nunca me tomé. Yo no me siento deprimida. Yo sé que no lo estoy. Lo que uno siente es una gran impotencia", confiesa.

Su caso no es aislado. Al menos eso es lo que encontró un estudio realizado por la Universidad de Yale y que fue publicado hace unos días en la revista médica Neurology.

La investigación arrojó que los pacientes de párkinson que muestran signos de depresión en realidad pueden sufrir una afección llamada desmoralización, la cual se caracteriza por sentimientos de impotencia y por una autopercepción de incapacidad para efectuar tareas.

Para el médico Brian Koo, neurólogo y autor principal del trabajo, la distinción entre depresión y desmoralización es importante porque los enfoques de los tratamientos son muy diferentes.

"Decidimos estudiar la desmoralización porque es un trastorno que durante mucho tiempo ha estado mal caracterizada y pobremente evaluada en la enfermedad de Parkinson", aseguró Koo a "El Mercurio".

Para llevar a cabo el estudio, el médico se propuso investigar si enfermos de párkinson que presentaban signos de depresión estaban en realidad desmoralizados y si la afección aumentaba a medida que avanzaba la enfermedad.

Después de estudiar a 180 pacientes con distintos grados del trastorno y a través de distintos test clínicos, el trabajo arrojó que, aunque ambas afecciones pueden ocurrir al mismo tiempo, el 29% de los participantes estaban desmoralizados y no deprimidos.

"Esto sugiere que la desmoralización no es simplemente un marcador de depresión y que se debe medir de forma separada", dijo Koo. Y agregó: "La desmoralización se puede tratar mejor con la terapia cognitiva conductual que con la medicación antidepresiva, que a menudo se receta para la depresión". De allí la necesidad de distinguirlos.

El investigador también confirmó que la desmoralización, en todos los casos, estaba ligada a la incapacidad de controlar el movimiento corporal, con lo que se esperaría que aumentara con los temblores y la rigidez que caracteriza el progreso del trastorno.

Especialistas.

Para Pedro Chaná, neurólogo experto en párkinson de la Clínica Alemana de Chile, los resultados del estudio son coherentes con lo observado en la práctica médica.

"Sabemos a priori que en general las personas con párkinson tienen una respuesta más baja a la medicación antidepresiva. Estamos hablando de un 40% menos. Y probablemente tiene que ver con esto, con que no todos responden a un cuadro típico de depresión", dice el especialista.

"Muchos pacientes con párkinson les encuentran sentido a las cosas, pero les pesa no poder hacerlas y eso no es un cuadro depresivo", añade.

Su recomendación es abordar la situación desde un punto de vista integral. "Si nos quedamos con una mirada restrictiva farmacológica, el resultado será muy decepcionante. Hay que probar la terapia ocupacional y grupos de apoyo", dice.

Concuerda el médico Roque Villagra, director del Centro de Parkinson (Cenpar) e investigador del Centro de Gerociencia, Salud Mental y Metabolismo (GERO).

"La gran conclusión es que a una buena parte de estos pacientes no hay que tratarlos con medicamentos, si no aplicar terapias con las que aprendan a vivir con sus molestias".

Distinguir - La clave para hacer el tratamiento

Según Brian Koo,la desmoralización provoca impotencia y desesperanza, además de autopercepción de incapacidad para realizar tareas. Sin embargo, se mantiene la capacidad de disfrutar.

Diferencias - Los síntomas distintos

Por otro lado, Koo, asegura que una persona con depresión sabe que puede hacer ciertas cosas, pero carece de motivación para actuar, no obstante esto no sucede en los pacientes con párkinson.

Enfoque - Identificar cuando es uno u otro

Las personas que sufren una desmoralización no deben ser tratadas de la misma manera que las depresivas, por eso es fundamental identificar cuando se trata de uno u otro trastorno.

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