Un sistema de sensores registrará la actividad cerebral de los controladores de vuelo y transmitirá los datos a una computadora, capaz de reconocer si la carga de trabajo es demasiado alta y se debe intervenir en ayuda del responsable de la torre de control, según relata la agencia ANSA.
La tecnología se acerca así a los controladores y se dispone incluso a sustituirlos parcialmente, gracias al proyecto NINA, realizado en el ámbito del programa europeo Sesar, tendiente a mejorar el control del tráfico aéreo.
Llega en un período de alerta por el riesgo de atentados y se vuelve crucial actuar de modo que los controladores no acumulen estrés. Evitar sobrecarga de fatiga y tensión es posible porque NINA puede medir en tiempo real la carga de trabajo con sensores especiales que registran la actividad cerebral.
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